El resignado apoyo a la oposici¨®n inexistente

Acaba de salir de uno de los ensayos de su compa?¨ªa de Teatro y, apresurada, Diana se dirige a otra cita en el centro de Mosc¨². Es actriz y tiene varios proyectos en marcha. Ninguno va todo lo bien que desear¨ªa. ¡°En los ¨²ltimos tiempos todo lo que tiene que ver con el arte o la cultura est¨¢ empeorando. Sobre todo los espect¨¢culos y exposiciones un poco fuera de circuito. El Gobierno de Putin penaliza todo lo que no sean las grandes compa?¨ªas y eso empobrece el panorama cultural¡±, explica cubri¨¦ndose el cabello muy rubio con un pa?uelo y una abrigada capucha para escapar del fr¨ªo. Es parte de ese casi 24% de personas que no vot¨® por el presidente ruso, que el domingo arras¨® en las elecciones. La artista, de 30 a?os, apost¨® por Vlad¨ªmir Zhirinovski. ¡°Sab¨ªa que no ten¨ªa posibilidades, pero creo que era importante que se notase que, aunque d¨¦bil, tambi¨¦n hay oposici¨®n¡±, comenta. Era la primera vez que votaba por el candidato ultranacionalista, que qued¨® tercero (5,6%).

El diagn¨®stico de Diana ¡ªa quien como a la mayor¨ªa de personas que hablan sobre pol¨ªtica le incomoda dar su apellido¡ª es bastante certero. La oposici¨®n a Putin ofrece un panorama fragmentado y desunido que, adem¨¢s, no ha supuesto ninguna competencia para el l¨ªder ruso, de 65 a?os. Aquellos que han votado por sus contendientes lo han hecho resignados y sabiendo que sus votos tendr¨ªan escaso significado pero con el af¨¢n de demostrar que no solo existe Vlad¨ªmir Putin, que inicia su a?o 19 en el poder con el mejor resultado de su historia (76,6%).

Son una mezcla de voces disidentes, hastiadas de la previsible y monol¨ªtica pol¨ªtica rusa, que han querido dar un voto de castigo al presidente, y de quienes, aunque no est¨¢n en desacuerdo con las pol¨ªticas del antiguo esp¨ªa del KGB, creen que no es bueno para Rusia que continue otros seis a?os m¨¢s en el sill¨®n de mando. "Cuanto m¨¢s est¨¦ en el poder, m¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ desalojarle", apunta en un analisis Andrei Kolesnikov, del laboratorio de ideas Carnegie de Mosc¨², en el que describe la pol¨ªtica de Rusia (144 millones de habitantes) como "congelada".?

La continuidad sine d¨ªe de Putin es algo que inquieta a Ilya, estudiante de Medicina de 18 a?os, que se estren¨® en las urnas votando por el hist¨®rico l¨ªder liberal Grigori Yavlinski (1,04%). "Todo estaba decidido antes incluso de que se convocasen las elecciones. En realidad no hay opciones¡±, reconoce inc¨®modo el joven, que naci¨® con la llegada al poder del l¨ªder ruso. "Le escog¨ª por su trayectoria, porque era de lo poco que medio conoc¨ªa, pero sobre todo por votar a alguien que no fuese Putin", apunta en el parque Gorki de la capital, que se ha convertido en una zona de moda con un aire hipster, muy frecuentada por estudiantes y artistas, un colectivo entre quienes Putin no goza de demasiados apoyos.

All¨ª, paseando sobre la nieve, Konstantin y Olga, de 50 a?os, practican una de sus aficiones, la fotograf¨ªa. El matrimonio de t¨¦cnicos moscovitas tiene un par de d¨ªas libres y ha decidido aprovecharlos as¨ª. Ambos votaron por P¨¢vel Grudinin. El multimillonario candidato por el Partido Comunista fue el segundo m¨¢s votado, con el 11,8% de los votos (unos 8,6 millones de apoyos). ¡°No tenemos nada en contra de Putin, es muy buen pol¨ªtico, pero no nos agrada su equipo. Preferimos el programa de Grudinin, m¨¢s orientado hacia el interior de Rusia¡±, explica Konstantin. ¡°Creemos en ¨¦l¡±, apunta a su lado Olga. Como su esposo, considera que un cambio de mando ser¨ªa muy positivo para Rusia.

Como a algunos otros, los intereses y esfuerzos de Putin en la pol¨ªtica Exterior ¡ªpor ejemplo su intervenci¨®n en Siria¡ª es algo que tambi¨¦n ha llevado a Eugen a votar por Grudinin. ¡°Adem¨¢s, creo m¨¢s en el poder local, en hacer pol¨ªtica para los rusos¡±, dice el artista de 45 a?os. ¡°La econom¨ªa est¨¢ mejorando, pero necesita un empuj¨®n y un cambio¡±, a?ade. El hombre, con un gorro negro calado hasta las orejas y barba de hipster, cree que es el ingeniero agr¨ªcola quien puede d¨¢rselo. Le inquieta que Putin no tenga una oposici¨®n real que, afirma, es lo que hace mejorar la pol¨ªtica: "Con este panorama dif¨ªcilmente podremos evolucionar".

Aunque sab¨ªa que servir¨ªa de poco, Ludmila tambi¨¦n vot¨® por Grudinin. ¡°No es un voto tirado a la basura. Creo que puede ser un buen primer ministro y es una forma de resaltarlo¡±, dice esta profesora de Econom¨ªa de 70 a?os. A su lado, dos ¡®instagramers' se hacen fotos aprovechando la luz? y la calidez del Puente Andreyevski. Le atraen las medidas econ¨®micas del candidato que promet¨ªa la nacionalizaci¨®n de las ramas b¨¢sicas de la industria, los bancos o las comunicaciones. ¡°No me gusta su historia estalinista, pero es un buen hombre de negocios¡±, sostiene.

Tambi¨¦n lo cree Maxim. Emprendedor de 38 a?os, ha sido el impacto de las sanciones lo que le ha alejado de Vlad¨ªmir Putin. Explica que negocios como el suyo, un moderno punto de caf¨¦, est¨¢n sufriendo el impacto del castigo impuesto por la Uni¨®n Europea y Estados Unidos contra Rusia por anexionarse Crimea. ¡°Desde entonces no puedo importar parte de los envases que usaba, que son los mejores y solo se fabrican en Estados Unidos. Necesitamos un cambio y desgraciadamente no lo tendremos hasta dentro de seis a?os. Como m¨ªnimo¡±, se lamenta.