Dimite el jefe del equipo legal de Trump en la trama rusa

Nuevas turbulencias en el entorno de Donald Trump. John Dowd, el jefe del equipo legal del presidente en la investigaci¨®n de la trama rusa, dimiti¨® este jueves del cargo. La marcha llega en un momento en que Trump ha decidido aparcar la cautela y pasar al ataque contra Robert Mueller, el fiscal especial que investiga si el equipo del republicano se coordin¨® con la injerencia de Mosc¨² en las elecciones presidenciales de 2016.

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Poco despu¨¦s de anunciarse la marcha de Dowd, Trump reiter¨® su deseo de hablar con Mueller. Preguntado por un periodista en un acto en la Casa Blanca sobre si querr¨ªa testificar ante el fiscal especial, el presidente contest¨®: "S¨ª, me gustar¨ªa". El pasado enero, el republicano ya asegur¨® que "le encantar¨ªa" poder hablar con Mueller.

¡°Quiero al presidente y le deseo lo mejor¡±, dijo Dowd en un comunicado sobre su renuncia remitido a los principales medios de comunicaci¨®n estadounidenses, que aseguran que ambos se hab¨ªan distanciado. Trump discrepaba de la estrategia del abogado de cooperar con Mueller, evidenciada el pasado domingo cuando el presidente critic¨® por primera vez p¨²blicamente al fiscal especial, al que acus¨® de tener tintes dem¨®cratas. Tambi¨¦n pidi¨® el cierre de la investigaci¨®n, lo que ya hab¨ªa hecho Dowd recientemente. Adem¨¢s, Trump incorpor¨® esta semana a Joseph diGenova a su equipo legal, un abogado muy cr¨ªtico con Mueller y lo que se consider¨® una afrenta al liderazgo de Dowd.

La ofensiva de Trump contra Mueller, un veterano jurista y exdirector del FBI, se interpreta como una muestra de nerviosismo de que el fiscal especial est¨¢ estrechando el cerco alrededor del mandatario. El republicano considera una ¡°caza de brujas¡± la investigaci¨®n de Mueller, que fue designado el a?o pasado por el Departamento de Justicia en contra del criterio de Trump y despu¨¦s de que despidiera a James Comey como director del FBI. Comey era el encargado de supervisar la investigaci¨®n a los lazos rusos de Trump. Mueller debe esclarecer ahora si, con el cese, el mandatario pudo incurrir en un delito de obstrucci¨®n a la justicia.

El fiscal especial ha hecho movimientos que han desatado el nerviosismo. La semana pasada pidi¨® documentaci¨®n sobre Rusia a la Organizaci¨®n Trump, el conglomerado empresarial del presidente, y ha imputado a algunos de los asesores m¨¢s cercanos al republicano durante la campa?a electoral. Tambi¨¦n est¨¢ analizando las finanzas personales de Trump, lo que en su momento el presidente consider¨® que supondr¨ªa cruzar una l¨ªnea roja. A diferencia de sus antecesores en la Casa Blanca, ha rechazado divulgar sus declaraciones fiscales, lo que alimenta las sospechas de que puede tener algo que esconder.

De fondo, se consolida la especulaci¨®n sobre si Trump aceptar¨ªa ser interrogado por Mueller, que ha entrevistado a numerosas personas del entorno del republicano como parte de sus pesquisas. Trump, seg¨²n el diario The New York Times, ha abogado en privado por hablar con Mueller, pero su abogado Dowd lo consideraba una mala idea dado el riesgo de que el locuaz presidente cuente m¨¢s de lo que le conviene. La marcha de Dowd parece allanar el camino para una imprevisible cita entre Trump y Mueller.