El pasado sexual de Donald Trump vuelve para atormentarle como presidente
Tres mujeres acuden a los tribunales y amenazan con obligar a Trump a declarar sobre sus aventuras en la ¨¦poca en la que se jactaba de ¡°agarrarlas por el co?o¡±. Stormy Daniels es la tercera en contar los detalles escabrosos
Con un tuit, enviado poco antes de las ocho de la noche del viernes, el abogado Michael Avenatti lanzaba una advertencia al presidente de los Estados Unidos. ¡°Si una imagen vale mil palabras, ?cu¨¢ntas palabras vale esto?¡±. La frase iba acompa?ada de una foto en la que se ve¨ªa un CD. Avenatti es el representante de Stephanie Clifford, cuyo nombre art¨ªstico en el mundo del porno es Stormy Daniels. En ese CD, ven¨ªa a decir, hay pruebas f¨ªsicas de la relaci¨®n sexual entre Clifford y Donald Trump. La advertencia es porque Trump y sus abogados niegan que esa relaci¨®n existiera. Este domingo por la noche, Daniels cont¨® en televisi¨®n suficientes detalles morbosos como para reforzar su credibilidad frente a la del presidente. Si Trump vuelve a negar los hechos, viene a decir Avenatti, existen las pruebas para dejarle en evidencia. Durante la entrevista, Daniels rechaz¨® aportar esas pruebas.
La esperad¨ªsima entrevista con Stephanie Clifford en el programa 60 Minutes de CBS, grabada hace semanas, vuelve a poner en primer plano el inesperado l¨ªo judicial en el que se ha visto metido el presidente Trump. No es el ¨²nico, hay al menos otras dos amenazas judiciales por episodios sexuales del pasado. La actriz porno, una exmodelo de Playboy y una exconcursante de The Apprentice que afirma que Trump abus¨® sexualmente de ella.
Los tres casos tienen caracter¨ªsticas similares, y sobre todo, suceden en unos a?os muy determinados, entre 2005 y 2007. Es la ¨¦poca en la que Trump era una estrella de la telerrealidad. La ¨¦poca en la que se grab¨® la cinta de Access Hollywood en la que se le o¨ªa decir que, como era una estrella, pod¨ªa ¡°agarrarlas por el co?o¡±. Y tambi¨¦n la ¨¦poca en la que se cas¨® con la actual primera dama, Melania Trump, y naci¨® su hijo en com¨²n.
Estos son los datos b¨¢sicos de los tres casos que han vuelto a su vida m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s para complicarle seriamente la Presidencia.
Stormy Daniels (Stephanie Clifford)
?Qu¨¦ pas¨®?
Seg¨²n Stormy Daniels, ella y Trump se conocieron en un torneo de golf de famosos celebrado en el lago Tahoe (California) en 2006. All¨ª iniciaron una aventura sexual y los encuentros se prologaron hasta 2007. Stormy Daniels lo cont¨® en una entrevista en una revista en 2011. Despu¨¦s de que Donald Trump lograra la nominaci¨®n del Partido Republicano en la campa?a presidencial de 2016, el abogado personal de Trump, Michael Cohen, se comunic¨® de nuevo con Daniels para ofrecerle 130.000 d¨®lares a cambio de su silencio sobre este asunto. Ella firm¨® el contrato dos semanas antes de las elecciones. Donald Trump y su abogado niegan que la relaci¨®n se produjera. Seg¨²n dijo en la entrevista de CBS este domingo, en este tiempo ha recibido amenazas f¨ªsicas para "dejar a Trump en paz".
?Por qu¨¦ es importante?
Porque Stormy Daniels ha decidido que quiere contar su historia con Trump. Para ello, ha presentado en un juzgado de Los ?ngeles una demanda para que el contrato de confidencialidad sea declarado nulo. En la demanda, ha revelado el contrato mismo, lo cual ya es una violaci¨®n de su contenido. Los abogados de Trump quieren que la disputa se resuelva por arbitraje privado, fuera de los focos. Han amenazado con reclamar 20 millones de d¨®lares a Daniels por violaci¨®n del contrato secreto. Trump, que nunca ase hab¨ªa visto envuelto formalmente en el asunto, es ahora parte en la causa. Si el caos sigue adelante en un juzgado, puede verse obligado a declarar.
?Qu¨¦ se puede esperar?
El abogado que se ha buscado Daniels, Michael Avenatti, est¨¢ buscando la m¨¢xima publicidad en este tema para tratar de poner al p¨²blico a favor de su cliente. Con la entrevista de este domingo en 60 Minutes, Daniels ya es la tercera en terminar de contar abiertamente su historia con Trump. El acuerdo de confidencialidad es papel mojado en la pr¨¢ctica, aunque a¨²n puede tener graves consecuencias para Daniels. Donald Trump, que reacciona en Twitter a las noticias casi instant¨¢neamente, no ha dicho una palabra de esto. La entrevista puede hacerle reaccionar o puede hacer que el juez vea necesario aclarar qui¨¦n tiene raz¨®n. La clave es hacer declarar al presidente, la misma situaci¨®n en la que se vio envuelto Bill Clinton tras negar que hubiera tenido una relaci¨®n con Paula Jones. Aquello acab¨® en perjurio y en impeachment.
Karen McDougal
?Qu¨¦ pas¨®?
Karen McDougal es una exmodelo de Playboy que afirma que inici¨® tambi¨¦n una aventura sexual con Trump casi exactamente en las mismas fechas que Daniels, entre 2006 y 2007. El entorno de Trump tambi¨¦n silenci¨® la historia de McDougal, pero de una forma diferente. La empresa editora del National Enquirer, una publicaci¨®n que defiende a Trump, le compr¨® su historia en exclusiva por 150.000 d¨®lares y luego la enterr¨®. En el argot se llama cazar y matar. Es decir, comprar una historia para no publicarla. McDougal, ha acudido tambi¨¦n a los tribunales en Los ?ngeles para pedir la nulidad de aquel acuerdo de exclusividad.
?Por qu¨¦ es importante?
En este caso, McDougal no ten¨ªa prohibido contestar preguntas de los medios sobre su relaci¨®n con Trump. La importancia es, por un lado, que su denuncia revela las t¨¢cticas casi mafiosas del entorno de Trump durante los meses previos a las elecciones para silenciar su pasado sexual, en este caso recurriendo a amigos en la prensa. Por otro, la relaci¨®n que cuenta McDougal se produjo cuando Trump llevaba apenas un a?o casado con Melania Trump, su tercera esposa. Su hijo en com¨²n, Barron, acababa de nacer. Una entrevista en televisi¨®n de McDougal la semana pasada sirvi¨® de ejemplo de lo que puede pasar si empiezan a salir todas las mujeres que han tenido relaci¨®n con Trump en el pasado. McDougal cont¨® detalles escabrosos de su relaci¨®n (¡°no usaba protecci¨®n¡±) y pidi¨® perd¨®n a la actual primera dama de Estados Unidos.
?Qu¨¦ se puede esperar?
Trump no se ha pronunciado sobre este caso. Ni ¨¦l ni sus abogados son parte del proceso judicial, ya que la demanda es contra American Media Inc., la editora que compr¨® la historia. En estos momentos no se vislumbra un horizonte en el que el presidente tuviera que declarar para aclarar ninguna discrepancia con McDougal. Pero tampoco nadie le ha podido preguntar directamente al presidente en p¨²blico si lo que dice la exmodelo es verdad.
Summer Zervos
?Qu¨¦ pas¨®?
Summer Zervos fue una concursante en el programa The Apprentice, el show de telerrealidad que convirti¨® a Trump en una estrella de la televisi¨®n nacional. Seg¨²n Zervos, despu¨¦s del programa, ella intent¨® seguir en contacto con Trump para buscar oportunidades de negocio. Durante un encuentro en 2007, el hoy presidente abus¨® sexualmente de ella, manose¨¢ndola y tratando de forzarla para tener relaciones sexuales. Zervos cont¨® todo esto ante la prensa acompa?ada por su abogada en octubre de 2016, antes de las elecciones, a la vez que otras cuatro mujeres que denunciaron un comportamiento indecente de Trump con ellas.
?Por qu¨¦ es importante?
Porque el presidente neg¨® de plano que esto hubiera sucedido. En enero de 2017, la abogada de Zervos, Gloria Allred, present¨® una demanda contra Trump en Nueva York por difamaci¨®n. No por abusos sexuales, sino por haber llamado mentirosa a su clienta, lo cual hab¨ªa tenido consecuencias laborales para ella. Es importante, porque se trata de una trampa legal. El juez solo puede resolver esa disputa de una manera: haciendo declarar a Trump.
?Qu¨¦ se puede esperar?
Este es quiz¨¢ el caso m¨¢s interesante judicialmente ahora mismo. Los abogados de Trump han intentado argumentar ante la juez de Nueva York que el presidente no puede ser involucrado en un proceso judicial porque tiene inmunidad. La semana pasada, la juez desestim¨® este argumento y decidi¨® que el presidente puede perfectamente ser imputado y procesado por cuestiones que son estrictamente de ¨¢mbito privado y adem¨¢s se produjeron antes de que fuera presidente. En el caso m¨¢s escabroso de todos, pues no se trata de una relaci¨®n sexual consentida, sino de un comportamiento que se ha llevado por delante carreras de hombres muy poderosos, el escenario est¨¢ ya montado para que el presidente tenga que declarar si lo que dice Zervos es verdad o no.
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