El calvario de sembrar en Venezuela
En abril arranca el ciclo de siembra m¨¢s importante en el pa¨ªs sudamericano, pero los productores no tienen insumos para cosechar por la escasez y los altos precios
Un cami¨®n que sale con 3.000 kilos de pl¨¢tano de T¨¢chira, en el occidente de Venezuela, siempre llega a Caracas con 300 kilos menos, dice Julio M¨¦ndez productor en esa regi¨®n. La regla es rutina en un pa¨ªs donde el cobro arbitrario de peajes en alcabalas (puestos de polic¨ªa) es casi parte de la cultura, pero que en los ¨²ltimos meses ha adoptado un semblante an¨¢rquico en medio de una profunda crisis por la escasez de alimentos.
A principios de marzo 11 productores de queso de Apure, un Estado llanero, pasaron dos noches en un calabozo por negarse a entregar 10% de una carga de 100.000 kilos del producto a una Empresa de Producci¨®n Social, una figura creada por el Gobierno, comandada por la alcaldesa del poblado (San Fernando de Apure) a un precio muy por debajo del mercado, que no cubr¨ªa ni siquiera el costo del litro de leche que se necesita para procesarlo. La operaci¨®n implicaba casi un asalto a una caravana de 70 camiones cargados de queso.
¡°Llev¨¢bamos las gu¨ªas, todos los permisos y como nos negamos a darles el queso nos agredieron, lanzaron bombas lacrim¨®genas y nos llevaron presos¡±, cuenta Manuel Castillo, presidente de la Asociaci¨®n de Ganaderos del estado Apure, una regi¨®n que lleg¨® a ser primera productora de carne del pa¨ªs y hoy es la segunda m¨¢s pobre de Venezuela. Al grupo lo soltaron dos d¨ªas despu¨¦s por no encontrar delitos que imputarles y la carga, que como cada semana iba a las ciudades de Maracay, Caracas y otras ciudades, no lleg¨® a tiempo ni a su destino.
Castillo, que es m¨¦dico veterinario, de 63 a?os de edad y toda la vida en el campo, dice que las dificultades para comercializar los productos suman nuevas alcabalas a la producci¨®n y hacen cuesta arriba el trabajo de quienes est¨¢n haciendo el esfuerzo por llevar alimentos en medio de una acentuada crisis hiperinflacionaria. ¡°Este es un trabajo que comienza a las 4 de la ma?ana, que es de lunes a lunes porque a las vacas hay que orde?arlas todos los d¨ªas. Ya ni siquiera el precio de venta logra compensar el costo de producci¨®n, pero nosotros no podemos ponerles un candado a las fincas e irnos, porque esta es nuestra forma de vida¡±, agrega.
Esta pr¨¢ctica en la que gobernadores y alcaldes, todos afines a Nicol¨¢s Maduro, intentan retener parte de la producci¨®n se viene aplicando desde hace meses en los estados llaneros de Apure, Barinas, Gu¨¢rico y Cojedes y motiv¨® un llamado de atenci¨®n del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino L¨®pez, quien en enero dict¨® una resoluci¨®n que proh¨ªbe a los gobiernos regionales y locales retener o confiscar mercanc¨ªas, a la que hacen caso omiso llano adentro.
La situaci¨®n que vivi¨® Castillo se suma a un historial de an¨¦cdotas sobre lo que a diario viven los productores nacionales que con cada vez m¨¢s dificultades intentan abastecer los mercados venezolanos, en los que la comida importada a precios inaccesibles para la mayor¨ªa de las familias ¡ªel 87% que vive por debajo de la l¨ªnea de pobreza, seg¨²n los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del Venezolano¡ª es la que est¨¢ ocupando los anaqueles, sin terminar de llenarlos.
Zanahorias en el mercado negro
Tirso Ram¨ªrez trae vegetales y hortalizas de los Andes venezolanos para venderlos en ferias en Caracas. Cada semana vive la odisea de cruzar las carreteras con una carga que se hace preciada en tiempos de hambre. No ha vivido saqueos, pero sus compa?eros s¨ª. A¨²n no le han decomisado la carga por alguna orden de alg¨²n alcalde o gobernador, pero a sus compa?eros s¨ª.
Ram¨ªrez tiene 57 a?os de edad, pero el viento fr¨ªo de La Grita, un pueblo de T¨¢chira, y la aridez de la vida del campo lo arrugaron y encanecieron prematuramente. ¡°Si usted ve esas monta?as no ve nada. Es triste. En los Andes el que sembraba 200 sacos de papa ahora siembra 50 si acaso. Estamos volviendo a los tiempos de cuando yo era ni?o, que solo se sembraba ma¨ªz y caraota (jud¨ªa) y eso era lo que se desayunaba, se almorzaba y se cenaba. Solo que ahora nos estamos comiendo los chayotes que antes le d¨¢bamos a los cochinos¡±, cuenta el campesino.
La ca¨ªda de la producci¨®n la mide por los ejes del cami¨®n que conduce. Hasta hace dos meses pilotaba un veh¨ªculo de tres ejes con capacidad para 13.000 kilos. Ahora, el due?o de la finca para la que trabaja est¨¢ sacando un coche m¨¢s peque?o que no carga m¨¢s de 10.000 kilos. Cada vez se produce menos, y cada vez llega menos comida a los mercados y es m¨¢s costosa.
Quienes lograr acopiar lo necesario para una siembra deben enfrentar el espiral hiperinflacionario y el costo de adquirir insumos en el mercado negro. Una libra de semillas de zanahoria puede costar 60 millones de bol¨ªvares, unos 260 d¨®lares al cambio paralelo. Un precio imposible de pagar para un productor que no percibe divisas. Se requieren dos libras para sembrar apenas una hect¨¢rea. Algunos productores las compran en Colombia y las traen de forma irregular al pa¨ªs y el costo de esa operaci¨®n la paga el consumidor al que un kilo de la hortaliza puede salirle 90.000 bol¨ªvares, casi un cuarto del salario m¨ªnimo.
Monopolio militar
La escasez y los altos precios tambi¨¦n tocan a los implementos necesarios para una siembra. La empresa Agropatria, creada luego de la expropiaci¨®n de la espa?ola Agroisle?a, es la que desde 2010 centraliza la importaci¨®n y distribuci¨®n de insumos para los agricultores, pero lo que tiene alcanza para muy pocos y para acceder a ellos hay que completar una serie de requisitos. ?ltimamente, los productores denuncian que estos insumos se est¨¢n desviando a Agrofanb, una empresa militar que entr¨® a competir con los privados en el negocio agr¨ªcola el a?o 2016, cuando se cre¨® la Gran Misi¨®n Abastecimiento Soberano y Seguro, presidida por el ministro de Defensa, quien puso al frente del control de la producci¨®n de 18 rubros alimenticios prioritarios a un general o alto oficial.
Tomar esta empresa fue paso m¨¢s dentro de un proceso en el que ya se hab¨ªan confiscado cinco millones de hect¨¢reas de tierras productivas durante la gesti¨®n de Hugo Ch¨¢vez con la intenci¨®n de controlar toda la cadena. Hoy en Venezuela hay 35 millones de hect¨¢reas potenciales para el campo, pero menos del 30% se aprovechan y el pa¨ªs sudamericano est¨¢ sumido en una grave emergencia alimentaria, que encendi¨® las alarmas de la agencia de Alimentaci¨®n y Agricultura de la ONU a principios de marzo, cuando advirti¨® en su informe sobre seguridad alimentaria que el hambre en Venezuela est¨¢ creciendo y que aqueja a 13% de la poblaci¨®n.
En 2017 los productores nacionales lograron producir apenas 25% del consumo. Hace 15 a?os el campo venezolano pod¨ªa alimentar a 70% de la poblaci¨®n. La inminencia de abril con sus lluvias abre una nueva preocupaci¨®n. ¡°De cara al inicio del ciclo de siembra m¨¢s importante del a?o no tenemos nada para producir, ni las semillas ni los fertilizantes ni plaguicidas ni los equipos. Nos preocupa el hambre que nos espera para los pr¨®ximos meses. El Gobierno controla las divisas, los precios, monopoliza todo el canal de distribuci¨®n de los insumos agr¨ªcolas, tiene plantas procesadoras y ha expropiado tierras y este pa¨ªs cada d¨ªa produce menos alimentos¡±, se?ala Aquiles Hopkins, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones de Productores Agr¨ªcolas de Venezuela.
?Suspender importaciones?
El gobierno anunci¨® este mes que dejar¨¢ de importar los rubros de ma¨ªz, soya, arroz y otros cereales para apoyar la producci¨®n nacional.
¡°En el Programa Pa¨ªs 2018-2021 hemos priorizado los sectores productivos de ma¨ªz, arroz, az¨²car y leguminosas, cacao, caf¨¦ y soya. El presidente Nicol¨¢s Maduro orden¨® que seamos autosustentables en estos rubros en los pr¨®ximos meses¡±, dijo el vicepresidente Tareck El Aissami, quien asegur¨® que no se destinar¨ªan d¨®lares para importar estos alimentos, un anuncio que podr¨ªa tener m¨¢s relaci¨®n con la sequ¨ªa de divisas que afronta el r¨¦gimen de Maduro.
La medida sorprende a los gremios agr¨ªcolas que tambi¨¦n la miran con desconfianza. El pa¨ªs necesita sembrar 1,9 millones de hect¨¢reas de ma¨ªz blanco para abastecer el consumo y los requerimientos para la producci¨®n de harina de ma¨ªz precocida, base de la arepa, y otros 1,7 millones de hect¨¢reas de ma¨ªz amarillo, base del alimento concentrado para animales. El a?o pasado no se lleg¨® a sembrar ni 500 mil hect¨¢reas de esos rubros. Para este a?o, la perspectiva es peor, aseguran productores del estado Portuguesa, donde se siembra 60% del ma¨ªz venezolano.
¡°Llevamos 15 a?os planteando que se invierta en productos nacionales. Por cada d¨®lar que gastan en importar alimentos para una caja CLAP pudieran generar cinco d¨®lares si lo hacen con producci¨®n nacional¡±, apunta Aquiles Hopkins de Fedeagro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.