El abogado de Trump gestion¨® un acuerdo millonario para callar un esc¨¢ndalo de un donante republicano
Elliott Broidy dimite de la c¨²pula republicana tras revelarse que pag¨® a trav¨¦s de Michael Cohen 1,6 millones a una amante a la que dej¨® embarazada
Las maquinaciones de Michael Cohen como solucionador de problemas se extendieron el a?o pasado m¨¢s all¨¢ de su cliente principal, Donald Trump. El abogado personal del presidente de Estados Unidos negoci¨® en 2017 un acuerdo de 1,6 millones de d¨®lares para silenciar a una mujer que hab¨ªa tenido un l¨ªo sexual con un importante donante del Partido Republicano. Se trata de un nuevo episodio que arroja luz sobre los manejos de Cohen, que negoci¨® al menos dos acuerdos similares con presuntas amantes del presidente antes de las elecciones.
Elliott Broidy, un inversor de capital riesgo basado en Los ?ngeles y vicepresidente de finanzas del Partido Republicano, anunci¨® el viernes por la tarde su dimisi¨®n de este puesto tras revelar el diario The Wall Street Journal el acuerdo. A trav¨¦s de Cohen, Broidy se comprometi¨® a pagar 1,6 millones de d¨®lares en varios pagos, que comenzaron el pasado diciembre. El diario neoyorkino cita fuentes an¨®nimas, sin m¨¢s detalles.
Broidy reconoci¨® la aventura en un comunicado facilitado a los medios por un portavoz. Tambi¨¦n, que el acuerdo inclu¨ªa hacerse cargo del hijo presuntamente fruto de esa relaci¨®n. ¡°Reconozco que tuve una relaci¨®n consentida con una Playmate de Playboy. Al terminar nuestra relaci¨®n, esta mujer me inform¨® de que estaba embarazada. Ella decidi¨® que no quer¨ªa continuar con el embarazo y me ofrec¨ª a ayudarla econ¨®micamente en este dif¨ªcil periodo¡±. Broidy, de 60 a?os, est¨¢ casado.
Se trata del tercer caso conocido en el que Cohen ha participado como facilitador de acuerdos de confidencialidad para callar a mujeres que han tenido relaciones sexuales con hombres poderosos. Los dos primeros involucran a Donald Trump, de quien Cohen no es solo su abogado personal, sino su fontanero y arreglador de problemas, seg¨²n se ha definido ¨¦l mismo.
El primero de los casos es el pago de 150.000 d¨®lares a otra modelo de Playboy, Karen McDougal, a trav¨¦s de la compa?¨ªa editora del National Enquirer, un tabloide de cotilleos propiedad de un amigo de Trump. La publicaci¨®n compr¨® la exclusiva de la historia y despu¨¦s la enterr¨®. Eso fue en verano de 2016, despu¨¦s de que Trump lograra la nominaci¨®n del Partido Republicano a la presidencia.
En octubre de ese a?o, dos semanas antes de las elecciones, Cohen negoci¨® tambi¨¦n el pago de 130.000 d¨®lares a la actriz porno Stormy Daniels (el nombre real es Stephanie Clifford) por callar sobre su relaci¨®n sexual con Donald Trump una d¨¦cada antes. Ambas mujeres han denunciado en los tribunales para librarse de los acuerdos de confidencialidad.
Elliott Broidy es un importante inversor de capital riesgo de Los ?ngeles. El mes pasado, fue uno de los organizadores de una cena de recaudaci¨®n de fondos para Donald Trump en Beverly Hills, la excusa para que el presidente pisara por primera vez suelo californiano.
El acuerdo de confidencialidad de Broidy con su amante es muy parecido al que se firm¨® entre Cohen y Stormy Daniels, seg¨²n las fuentes del Journal. Incluso utiliza los mismos pseud¨®nimos para nombrar a las partes (David Dennison y Peggy Peterson) y declara los nombres reales en una carta aparte. Curiosamente, la mujer del caso de Broidy tambi¨¦n estaba representada legalmente por el abogado Keith Davidson, un abogado de Los ?ngeles al que Stormy Daniels y su abogado actual acusan de haber actuado en connivencia con Michael Cohen para silenciar la historia.
Mientras, Michael Cohen lidiaba este viernes con sus propios problemas con la justicia. El lunes pasado, agentes del FBI registraron sus oficinas y su habitaci¨®n de hotel en Nueva York en busca de documentos, entre ellos los relacionados con los casos conocidos de pagos a mujeres. Este viernes, en una vistilla preliminar, los investigadores revelaron que Cohen lleva ¡°meses¡± bajo investigaci¨®n por sus propios negocios, aunque no ha sido revelado a¨²n exactamente qu¨¦ buscan. Cohen trata de que el juez imponga una restricci¨®n temporal sobre los documentos y vete cu¨¢les pueden ser revisados por los agentes y cu¨¢les no, en virtud del supuesto del secreto de las comunicaciones entre abogado y cliente.
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