May pide perd¨®n a 12 pa¨ªses caribe?os por el trato a sus ciudadanos que emigraron a Reino Unido
La primera ministra brit¨¢nica se disculpa en la cumbre de la Commonwealth celebrada en Londres
La mano dura de Theresa May con la inmigraci¨®n ha acabado golpe¨¢ndola a ella misma. La primera ministra ha tenido que pedir perd¨®n este martes a 12 l¨ªderes caribe?os, reunidos en la cumbre de la Commonwealth en Londres, por su trato a los ciudadanos de sus pa¨ªses llegados a Reino Unido despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial. Las estrictas normas antiinmigraci¨®n, que introdujo siendo ministra del Interior, han colocado a muchos de ellos en situaciones desesperadas. El esc¨¢ndalo alimenta el temor sobre el destino de los ciudadanos europeos tras el Brexit.
¡°Un d¨ªa vergonzoso para nuestra historia. Qu¨¦ verg¨¹enza para la ministra del Interior. Qu¨¦ verg¨¹enza para la primera ministra. Deben rodar cabezas. Cuando mis padres llegaron aqu¨ª lo hicieron como ciudadanos brit¨¢nicos. Si duermes con perros coger¨¢s pulgas, y eso es lo que ha pasado con la ret¨®rica de la extrema derecha¡±. La intervenci¨®n el lunes en el Parlamento del laborista David Lammy, hijo de inmigrantes caribe?os, que denunci¨® que un joven del mismo origen se enfrentaba a la deportaci¨®n, deton¨® el esc¨¢ndalo. La ministra del Interior pidi¨® perd¨®n en la C¨¢mara porque su ministerio ¡°se ha preocupado demasiado por la estrategia y ha perdido de vista a los individuos¡±.
La disculpa conten¨ªa un ataque impl¨ªcito a Theresa May, su predecesora al frente del Home Office. Ella puso en marcha en 2012 las controvertidas pol¨ªticas de ¡°ambiente hostil¡±. La idea era forzar a empresarios, caseros y funcionarios p¨²blicos a comprobar el estatus migratorio de los ciudadanos, para persuadir a los inmigrantes en situaci¨®n irregular de abandonar el pa¨ªs. La normativa ha colocado en situaciones extremas a muchas de las personas que llegaron de pa¨ªses caribe?os para paliar la escasez de mano de obra tras la Segunda Guerra Mundial.
Se los conoce como la generaci¨®n Windrush, por el nombre del primer barco que llev¨® a Reino Unido trabajadores de Jamaica, Trinidad y Tobago en 1948. Son cerca de 50.000 personas, a las que la ley de inmigraci¨®n de 1971 les garantiz¨® el derecho indefinido a permanecer en el pa¨ªs, pero que han vivido en Reino Unido durante d¨¦cadas sin regularizar su residencia. Las nuevas normas contra la inmigraci¨®n ilegal han privado a muchos de asistencia sanitaria, pensiones o empleo. Incluso, como sugiri¨® una secretaria de Estado, algunos podr¨ªan haber sido deportados por error.
Para acabar de enfangar la situaci¨®n, seg¨²n publica The Guardian, el Ministerio del Interior destruy¨® miles de documentos que acreditaban la llegada de dichas personas, durante un traslado de oficinas en 2010. Dichos registros, advirtieron en su d¨ªa trabajadores del ministerio, resultaban vitales para acreditar la llegada de inmigrantes antillanos con dificultades para demostrar su residencia. Su destrucci¨®n complicar¨¢ a¨²n m¨¢s la labor de regularizaci¨®n a la que se ha comprometido tras el esc¨¢ndalo la ministra del Interior, Amber Rudd.
El esc¨¢ndalo ha ensombrecido la cumbre de jefes de Gobierno de la Commonwealth que se celebra esta semana en Londres, y que el Gobierno plante¨® como una oportunidad de fortalecer los v¨ªnculos comerciales tras el Brexit. En un primer momento, May eludi¨® reunirse con 12 l¨ªderes caribe?os para debatir la situaci¨®n. Pero al final ha accedido. ¡°Quiero pedirles disculpas, lamentamos genuinamente cualquier ansiedad que haya podido causarse¡±, les ha dicho.
La onda expansiva ha llegado a Bruselas, donde las pol¨ªticas migratorias del Gobierno brit¨¢nico llevan tiempo siendo motivo de preocupaci¨®n. El trato a la generaci¨®n de Windrush ha elevado los temores sobre los derechos de los ciudadanos europeos residentes en suelo brit¨¢nico. ¡°Esto ser¨¢ profundamente preocupante para millones de ciudadanos europeos en Reino Unido que ahora temer¨¢n un tratamiento similar despu¨¦s del Brexit¡±, ha dicho Guy Verhofstadt, coordinador del Brexit en el Parlamento Europeo.
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