La brusca subida del gas aviva las cr¨ªticas contra Macri

Mauricio Macri ha vuelto a tropezar con el gas. En 2016, la Corte Suprema argentina asest¨® un rev¨¦s al Gobierno al anular un primer aumento de hasta un 1.000% en las facturas de los hogares. Ahora, la decisi¨®n de subir el gas otro 40% cuando se acercan los meses m¨¢s fr¨ªos del a?o y crece el consumo ha desencadenado cr¨ªticas desde todos los frentes, incluso desde las filas aliadas.

"En materia de tarifas hay que encontrar una tercera salida, que no sea la posici¨®n inflexible del gobierno ni la demagogia de sectores del PJ [Partido Justicialista] que han vaciado la Naci¨®n durante el Kirchnerismo", advirti¨® la diputada de Coalici¨®n C¨ªvica e integrante del bloque oficialista Cambiemos Elisa Carri¨® el mi¨¦rcoles. Desde la Uni¨®n C¨ªvica Radical, otro de los partidos de la coalici¨®n gobernante, expresaron tambi¨¦n su descontento. Ese mismo d¨ªa, la oposici¨®n fracas¨® por un voto al intentar debatir en el Congreso proyectos de ley contra la subida de tarifas y por la noche hubo un ruidazo de protesta en varias calles de Buenos Aires.

Macri no ha cedido y mantiene el aumento, pero ha cerrado la crisis interna al aceptar la propuesta de los radicales: las facturas de gas invernales podr¨¢n pagarse a plazos, con intereses, para disminuir el efecto inmediato sobre el bolsillo. Carri¨® se rebel¨® tambi¨¦n contra el gobierno el pasado diciembre por? la pol¨¦mica reforma de las pensiones, que fue resistida en las calles con una batalla campal. Pero al final la reforma sali¨® adelante, suavizada con una compensaci¨®n m¨ªnima para las pensiones m¨¢s bajas.

La oposici¨®n ha arremetido contra la propuesta. "Plantear que se resuelve postergando el pago de las facturas en tres cuotas con intereses, y solamente una parte m¨ªnima de las facturas, si no es una provocaci¨®n, pasa raspando. Genera mayor des¨¢nimo que si no hubiesen dado ninguna soluci¨®n", ha se?alado hoy el presidente del bloque justicialista en la C¨¢mara de Diputados, Pablo Kosiner, en declaraciones radiales.

El Ejecutivo macrista quiere que los argentinos paguen los servicios al precio de mercado y ha aplicado sucesivos tarifazos para aliviar las arcas p¨²blicas de las millonarias subvenciones que rigieron durante el kirchnerismo. Pero la decisi¨®n ha supuesto una importante merma del poder adquisitivo de las familias. En 2015, la luz, el gas y el transporte p¨²blico eran de las pocas cosas baratas en una Argentina con precios disparados en todo lo dem¨¢s. A d¨ªa de hoy, la factura de los servicios es a¨²n inferior a otros gastos comunes, como el tel¨¦fono m¨®vil o la televisi¨®n por cable, presente en el 85% de los hogares, pero pagarla se vuelve cada vez m¨¢s dif¨ªcil. Seg¨²n un estudio de la Universidad de Avellaneda, el gasto promedio en servicios equival¨ªa al 6% del salario m¨ªnimo en 2015, frente al 21% en la actualidad.

El gas no es el ¨²nico protagonista de la cuesta de abril. El transporte p¨²blico volvi¨® a subir y acumula un 50% en lo que va de a?o, la gasolina se increment¨® un 4% y los peajes un 12%. Las nuevas subidas presionar¨¢n al alza la inflaci¨®n, que ha desbancado a la inseguridad como la principal preocupaci¨®n de los argentinos. El Gobierno no logra frenarla y nadie cree que pueda cumplir la meta del 15% para 2018. En los tres primeros meses del a?o, los precios se dispararon un 6,7%, por encima del 6,3% del primer trimestre del a?o pasado, y los sueldos, salvo excepciones, no se han actualizado.

"Tanto aumento no se aguanta", "Basta de tarifazos", pod¨ªa leerse en algunas de las pancartas de la Marcha de las velas, que anoche convoc¨® a miles de personas en el centro de Buenos Aires. "?Carri¨® pide la plata de los pasajes porque no llega a fin de mes y nosotros debemos morirnos de fr¨ªo porque no podemos pagar el gas?", cuestionaba uno de los manifestantes, en referencia al esc¨¢ndalo provocado por el sobresueldo de los diputados que recib¨ªan hasta 24.000 d¨®lares al a?o por billetes de avi¨®n que no usaban. "Macri, careta, paganos la boleta", cantaban otros.

Las encuestas muestran un rechazo generalizado de la opini¨®n p¨²blica a las subidas y han lastrado la imagen de la gesti¨®n gubernamental, que lleva varios meses a la baja. Sin embargo, Macri mantiene una popularidad cercana al 50% y se beneficia de una oposici¨®n dividida que por ahora no es capaz de plantarle batalla.