¡°Detr¨¢s de cada acto de corrupci¨®n hay un da?o a los derechos humanos¡±
Mariclaire Acosta, presidenta del Sistema Nacional Anticorrupci¨®n, cuenta sobre los esfuerzos de la sociedad civil para acabar con un problema arraigado en M¨¦xico
Mariclaire Acosta Urquidi (Ciudad de M¨¦xico, 1947) ha dedicado los ¨²ltimos 40 a?os de su vida a la defensa de los derechos humanos en M¨¦xico. Ha dirigido organizaciones de la sociedad civil, ha sido investigadora, profesora universitaria y subsecretaria de Estado en materia de derechos humanos (2001-2003). Ahora su apuesta es hacer que funcionen las pol¨ªticas anticorrupci¨®n en el pa¨ªs. Desde joven abrev¨® la lucha por los principios humanitarios y ahora busca imprimir ese sello en su paso por el Sistema Nacional Anticorrupci¨®n, una instancia conformada por autoridades federales y locales que busca combatir este problema tan arraigado en la sociedad mexicana. ¡°Soy de la generaci¨®n de 1968, me toc¨® ver c¨®mo mataban estudiantes por exigir el ejercicio de libertades democr¨¢ticas b¨¢sicas como el derecho a la manifestaci¨®n. Lo viv¨ª en carne propia y eso te va dejando una huella muy profunda¡±, afirma.
Desde febrero de este a?o asumi¨® la presidencia del Comit¨¦ de Participaci¨®n Ciudadana, el ¨®rgano que representa a la sociedad civil en el Sistema Nacional Anticorrupci¨®n (SNA). El SNA contin¨²a en consolidaci¨®n y a¨²n le faltan piezas fundamentales como los magistrados de justicia administrativa ¡ªlos que habr¨¢n de imponer las sanciones¡ª y el fiscal anticorrupci¨®n ¡ªel encargado de investigar los hechos de corrupci¨®n. ¡°La agenda anticorrupci¨®n y derechos humanos no va a poder avanzar si no contamos con una fiscal¨ªa independiente¡±, afirma Acosta. La crisis de derechos humanos y de corrupci¨®n que se vive actualmente se debe a que tenemos instituciones muy d¨¦biles en el ¨¢rea de justicia. ¡°Ya no podemos seguir con una instituci¨®n de procuraci¨®n de justicia sometida o subordinada a intereses personales o pol¨ªticos¡±, reitera.
Pregunta. ?En qu¨¦ est¨¢ trabajando el Sistema Nacional Anticorrupci¨®n?
Respuesta. Estamos consolidando al Comit¨¦ de Participaci¨®n Ciudadana (CPC) en un a?o muy complicado. A¨²n le faltan muchas piezas al sistema, como el tema de la Fiscal¨ªa anticorrupci¨®n, pero no es el momento oportuno para que se complemente. Estamos trabajando en definir nuestras l¨ªneas de acci¨®n para el futuro. El comit¨¦ no est¨¢ sujeto a los vaivenes electorales, aunque nos afecten. Tenemos varios procesos en marcha, como la elaboraci¨®n de las propuestas de formatos para las declaraciones patrimoniales, estamos acompa?ando el desarrollo de los sistemas locales anticorrupci¨®n y vamos a hacer propuestas de pol¨ªtica p¨²blica a largo plazo. Uno tiene que ver con la relaci¨®n corrupci¨®n-derechos humanos en el sector salud. Uno de los temas que m¨¢s nos interesa demostrar y poner en el centro de la discusi¨®n es que la corrupci¨®n genera v¨ªctimas.
P. ?Cu¨¢les han sido las resistencias m¨¢s fuertes o poderosas a las que se ha tenido que enfrentar?
R. Yo vengo de la lucha por los derechos humanos, tengo m¨¢s de 40 a?os trabajando en esto y he enfrentado muchas resistencias: desde la sociedad civil hasta el Gobierno. A m¨ª no me sorprende que haya resistencias para combatir la corrupci¨®n porque estamos tratando de modificar una de las cosas que est¨¢n m¨¢s arraigadas en nuestra clase pol¨ªtica y en nuestra sociedad. Es muy f¨¢cil se?alar con el dedo y decir que metan a la c¨¢rcel a fulano y seguir pagando mordidas. Esto es un problema mucho m¨¢s integral. Adem¨¢s de castigar, hay otros procesos que se tienen que poner en marcha para disuadir y prevenir la corrupci¨®n antes de que se tenga que castigar y eso implica cambiar el chip de la sociedad y la clase pol¨ªtica. Aqu¨ª no hay f¨®rmulas m¨¢gicas para combatir la corrupci¨®n,?
P- El funcionamiento del SNA depende de muchos ¨®rganos que tienen que trabajar en conjunto, pero muchos de ellos est¨¢n plagados de intereses. ?C¨®mo lograr el cambio si sigue imperando esta situaci¨®n?
R. Presionando
P-?Podr¨¢ funcionar el sistema si sigue operando de la forma en la que est¨¢ actualmente?
R. Yo no creo en las soluciones m¨¢gicas, no va a funcionar de un d¨ªa para otro, y es un gran logro que ya contemos con las leyes y las instituciones. Ahora hay que hacer que las instituciones funcionen porque tienen un cometido institucional fijado por la legislaci¨®n y para ello hay que quitar de las instituciones las componendas pol¨ªticas, las designaciones a modo. Se trata de construir un Estado de derecho. ?Se va a lograr en un sexenio? No. Ahora hay que movilizar a la ciudadan¨ªa y convencer a la clase pol¨ªtica que esa es la ruta que hay que seguir.
P. ?El SNA es nuestra ¨²ltima esperanza para salir de esta crisis que estamos viviendo?
R. Yo no dir¨ªa que es la ¨²ltima, yo dir¨ªa que es una esperanza y hay que hacer que funcione cabalmente. Pero conf¨ªo en que habr¨¢ otras oportunidades.
P. ?C¨®mo visualiza el sistema en 5 a?os?
R. Vamos a ver qu¨¦ pasa en esta coyuntura electoral, de ah¨ª la importancia de que los candidatos realmente se pronuncien con seriedad y profundidad sobre el tema de la corrupci¨®n y no est¨¦n promoviendo soluciones a corto plazo, que vendan bien, pero no vayan al fondo del problema. Yo veo (en cinco a?os) un sistema consolidado, con una base ciudadana m¨¢s firme y con una agenda que se hace cargo de los grandes problemas nacionales.
P. ?El sistema funcionar¨¢ independientemente del candidato presidencial que gane?
R. No lo s¨¦, en todo proceso electoral de cualquier parte del mundo hay incertidumbre. Mira en Estados Unidos, procesos e instituciones que se cre¨ªa que ya estaban firmemente establecidos, pues no. Vuelvo a contar mi experiencia en Colombia, donde el proceso electoral actual pone en duda si va a continuar el proceso de paz. Entonces no te puedo contestar eso ahorita, pero vamos a procurar que as¨ª sea porque tiene un mandato constitucional.
P. ?Tiene una especie de blindaje para protegerlo contra las futuras decisiones del presidente?
R. Pues tiene el blindaje que se pueda tener: una base constitucional y dos leyes generales muy s¨®lidas, reformas constitucionales en todos los estados. Ah¨ª est¨¢, pero podemos volver al tema de la simulaci¨®n, puede no funcionar.
P. ?Entonces hay riesgo de que pueda fracasar?
R. No puedo entrar ah¨ª. Yo no estoy en la profesi¨®n de los an¨¢lisis de riesgo (risas).
P. ?Qu¨¦ candidato representa mayor riesgo para el sistema?
R. No voy a contestar nada que tenga que ver con los candidatos.
P. ?C¨®mo puede el Comit¨¦ de Participaci¨®n Ciudadana, darle la vuelta a todas estas resistencias que hay o a estas trabas para poder hacer que funcione?
R. Haciendo lo que estamos haciendo: cinco miembros ciudadanos que tenemos nuestras vidas profesionales aparte y le estamos dedicando todo nuestro esfuerzo, nuestro talento, la experiencia y recursos de los que disponemos. Es una apuesta como todo.?
P. El CPC tiene entre sus facultades proponer pol¨ªticas p¨²blicas, lineamientos, pero no de investigar¡
R. Es que la investigaci¨®n la hacen los ¨®rganos de procuraci¨®n de justicia, los que tienen el mandato para hacerlo. Nosotros no somos agentes del Ministerio P¨²blico.
P. Pero quedarse s¨®lo en propuestas y pol¨ªticas, ?no le resta fuerza al CPC?
R. El sistema lo que pretende es prevenir, disuadir, corregir y eventualmente castigar. Un paquete completo. ?Por qu¨¦ crees que estamos pidiendo una Fiscal¨ªa que sirva? porque nos falta ese componente.
P. ?Qu¨¦ tanto ayudar¨ªa un eficaz combate a la corrupci¨®n para acabar con las violaciones a los derechos humanos?
R. Much¨ªsimo. Por eso tenemos este v¨ªnculo con las organizaciones de derechos humanos. Un ejemplo: en la masacre de Allende todo tiene que ver con la corrupci¨®n. Desde que ah¨ª operaba un cartel, y la polic¨ªa y el Ayuntamiento estaban al servicio del cartel. Desde que un miembro del cartel empieza a colaborar con la DEA y la DEA se comunica con un alto mando de la Polic¨ªa Federal en la Ciudad de M¨¦xico¡ eso genera la masacre. Y si te vas caso por caso encuentras esos v¨ªnculos.
P. ?Un mejor combate a la corrupci¨®n reducir¨¢ los ¨ªndices delictivos?
R. Detr¨¢s de cada acto de corrupci¨®n hay una afectaci¨®n a los derechos humanos.
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