Gol de James: la revancha de Colombia contra el Real Madrid
Las suplencias del jugador colombiano se vivieron como una afrenta nacional en su pa¨ªs, que espera ansioso la semifinal de Champions contra el Bayern M¨²nich
Una imagen asoma de tanto en tanto en Colombia: enfundado en una camiseta vinotinto y oro que le queda enorme, un desconocido James Rodr¨ªguez de apenas 12 a?os, pelo muy corto y sonrisa inocente avisa de su zurda prodigiosa al marcar un gol ol¨ªmpico en la final del Pony F¨²tbol, un conocido semillero de talentos que se transmite por televisi¨®n. Ya entonces usaba el diez, el mismo de sus tres temporadas en el Real Madrid, que solo vino a soltar cuando se march¨® al Bayern M¨²nich en busca de una redenci¨®n que est¨¢ a punto de coronar.
Sus compatriotas vieron crecer, paso a paso, a ese talento precoz que fue campe¨®n de Argentina con Banfield y de Portugal con Oporto sin haber cumplido 20 a?os. Se entusiasmaron cuando el chico de la sonrisa electrizante deslumbr¨® al planeta en el Mundial de Brasil. Y celebraron a lo grande su llegada a Madrid como el diez del equipo m¨¢s laureado de la historia. Muchos todav¨ªa recitan de memoria los n¨²meros de su destacada primera campa?a bajo el mando de Carlo Ancelotti: 17 goles y 18 asistencias.
Su estancia en Chamart¨ªn era vista en Colombia como una cuesti¨®n de Estado, de prestigio nacional. Pero la fortuna se torci¨®. Por eso nadie puede reclamarles que hoy vivan con pasi¨®n y ¨¢nimo de revancha la semifinal de Champions entre los dos gigantes europeos. El sue?o de muchos era una final en la que el Bayern derrotara al Madrid con un gol de James, pero con una eliminaci¨®n en semifinales se dan por bien servidos.
Cuatro a?os despu¨¦s de haberse coronado como el inesperado goleador de Brasil 2014, James aparece sonriente en su monita del ¨¢lbum de Panini para Rusia 2018. Quiz¨¢ la m¨¢s codiciada en Colombia, con el permiso del rejuvenecido Falcao Garc¨ªa. Esa l¨¢mina dice que mide 1,80 metros, pesa 75 kilos, naci¨® en 1991 y juega en el Bayern M¨²nich. Lo que no dice es que en un pa¨ªs polarizado por el acuerdo de paz y la campa?a presidencial, James es motivo de consensos. As¨ª juegue con el once en el Bayern, siempre ser¨¢ el diez de la selecci¨®n, el armador, el heredero de Carlos El Pibe Valderrama con el que tanto so?aron los colombianos desde aquella generaci¨®n dorada de los noventa, pero con mucho m¨¢s gol.
A la espera de que Nairo Quintana gane su Tour de Francia y Falcao juegue su Mundial, James es el h¨¦roe nacional, el crack, el rostro que se multiplica en campa?as publicitarias con lemas como ¡°ponle James a tu vida¡±. Consigue que sus compatriotas sintonicen partidos de la Bundesliga contra equipos impronunciables.
Desde Colombia nunca se entendieron sus suplencias en el equipo de Zinedine Zidane. Aqu¨ª se vivi¨® el predicamento de James en Chamart¨ªn bajo el lente de la eliminatoria sudamericana, esa liga de selecciones disputada a lo largo de dos a?os que coincidi¨® con sus temporadas m¨¢s traum¨¢ticas. James encontr¨® refugi¨® en Colombia. El seleccionador Jos¨¦ P¨¦kerman lo supo manejar con guante de seda, ¨¦l se ech¨® el equipo al hombro y lo sostuvo a punta de goles en los momentos cr¨ªticos.
Con su selecci¨®n, dict¨® c¨¢tedra de coraje, y reivindic¨® su figura cada vez que pudo. ¡°Para que sigan diciendo que no estoy bien¡±, lanz¨® despu¨¦s de marcar el gol del empate contra Chile en Santiago, todav¨ªa con Rafa Ben¨ªtez en el banco merengue. En los 3.600 metros de La Paz, Colombia gan¨® 3-2 con un gol de su capit¨¢n, que corri¨® hasta el ¨²ltimo minuto. "Cuando juegas y tienes el apoyo de todos, es m¨¢s f¨¢cil", solt¨® en Barranquilla tras derrotar 3-1 a Ecuador. ¡°Aqu¨ª juego hasta cojo, aqu¨ª me siento feliz¡±, dijo en la Copa Am¨¦rica Centenario, con medio hombro izquierdo inm¨®vil, tras marcarle a Paraguay.
En cada salida del equipo de P¨¦kerman demostr¨® estar en forma, m¨¢s all¨¢ del hervidero de rumores madrile?o. Ese nivel hacia inexplicable a ojos de sus compatriotas el continuo desprecio de Zidane. El entrenador se convirti¨® en el villano predilecto, una suerte de enemigo p¨²blico, blanco de chistes e insultos sin tregua que se fueron extendiendo a cuanto calvo se cruzaba por el camino de James, como el holand¨¦s Arjen Robben, por ser el due?o del diez en el Bayern.
De regreso en Espa?a, James era carne de tertulias si sonre¨ªa o si pon¨ªa mala cara por igual. La frustrante carrera por recobrar el estatus que se hab¨ªa ganado a pulso en su primera campa?a no llevaba a ninguna parte. Durante meses, el deporte nacional fue buscarle destino a un James devaluado. Cuando su carrera era una inc¨®gnita, aterriz¨® en M¨²nich, reci¨¦n divorciado, para reencontrarse con Ancelotti.
El f¨²tbol es una posibilidad de sobreponerse a las adversidades, y pese a la salida del italiano, se ha consolidado como el enlace que mueve los hilos del equipo bajo el mando de Jupp Heynckes. El debate en Colombia gira ahora alrededor de su posici¨®n en el Bayern, donde juega un poco m¨¢s atr¨¢s, y c¨®mo lo afectar¨¢ en la selecci¨®n, donde sigue fino de cara al gol. A finales del a?o pasado, su sexto tanto en las eliminatorias, en el dram¨¢tico empate 1-1 de la ¨²ltima fecha ante Per¨², sell¨® el boleto a Rusia.
James regresar¨¢ en un momento dulce al torneo que lo catapult¨® como una estrella del f¨²tbol. Pero eso no impide que Colombia cierre filas en defensa de su diez. Sus paisanos quieren gritarle en la cara al club m¨¢s ganador del mundo que aquel enlace al que dieron prematuramente por acabado es un intocable. Su intocable.
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