EE UU, M¨¦xico y Canad¨¢ encaran la recta final de la negociaci¨®n del TLC

El ensayista y financiero Nassim Nicholas Taleb acu?¨® el t¨¦rmino ¡°cisne negro¡± para referirse a hechos harto improbables, que muy pocos lograron predecir, pero que a la postre cambian el curso de los acontecimientos. Diez a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n del libro hom¨®nimo en el que desarrollaba su teor¨ªa, este tipo de lances se han multiplicado a lo largo y ancho del mundo, como si de la noche a la ma?ana nos hubi¨¦semos dado cuenta de que lo probable es eso, simplemente probable y no seguro. Que no todo lo que tiene visos de cumplirse acaba convirti¨¦ndose en un hecho. Ocurri¨® con el Brexit, en junio de 2016; se repiti¨® con la victoria de Donald Trump, cinco meses despu¨¦s; y tiene muchos visos de volver suceder con la renegociaci¨®n exitosa del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLC): hace solo tres meses pr¨¢cticamente nadie lo cre¨ªa posible y hoy las tres partes involucradas -Estados Unidos, M¨¦xico y Canad¨¢- se acercan a marchas forzadas a un acuerdo en los pr¨®ximos d¨ªas o semanas.

Tanto a M¨¦xico como a EE UU les interesa que el pacto para la renegociaci¨®n del mayor acuerdo comercial del planeta se cierre antes de mediados de mayo para que la aprobaci¨®n de los respectivos Legislativos llegue antes de dos citas clave con las urnas: las elecciones presidenciales mexicanas de julio y los comicios legislativos de mitad de mandato (midterm) en la primera potencia mundial. Desde el inicio de las negociaciones, el verano pasado, M¨¦xico siempre ha suspirado un acuerdo r¨¢pido para disipar la incertidumbre comercial que se cierne sobre su econom¨ªa, la segunda mayor de Latinoam¨¦rica. El temor no es en vano: con el TLC se juega el 80% de sus exportaciones. ¡°Estamos avanzando y nos vamos a volver a ver ma?ana [por este viernes]¡±, dijo el jueves el canciller mexicano, Luis Videgaray, uno de los hombres clave en el dise?o del acuerdo. Ildefonso Guajardo, mano derecha de Enrique Pe?a Nieto (PRI) en materia econ¨®mica, ve, por su parte, un 80% de probabilidades de que el acuerdo cristalice.

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En la orilla norte del r¨ªo Bravo, las prisas son m¨¢s recientes: a las encuestas que sit¨²an al Partido Republicano en una coyuntura complicada para reeditar su estrecha mayor¨ªa en el Senado en los comicios de noviembre, se suma la presi¨®n de los muchos gobernadores de la formaci¨®n conservadora que se juegan la reelecci¨®n en los muchos Estados que dependen de las ventas a M¨¦xico y Canad¨¢. Para ellos, llegar a las urnas con un acuerdo debajo del brazo es fundamental y es la principal raz¨®n por la que Washington -vaivenes de Trump al margen- ha pisado el acelerador en las ¨²ltimas semanas. Las buenas perspectivas electorales de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador -la alternativa que menos gusta en los grandes foros empresariales y financieros- para convertirse en el pr¨®ximo presidente de M¨¦xico han hecho el resto: si la negociaci¨®n con el Ejecutivo de Pe?a Nieto ha sido dif¨ªcil, se reflexiona en muchos despachos de la capital estadounidense, con el l¨ªder de Morena en Los Pinos lo ser¨ªa a¨²n m¨¢s. En los ¨²ltimos d¨ªas, los asesores econ¨®micos m¨¢s cercanos a L¨®pez Obrador han dejado caer, en declaraciones a EL PA?S, que acatar¨¢n el tratado que salga de las actuales negociaciones siempre y cuando este no conlleve ¡°grandes cesiones¡± para M¨¦xico.

La fecha l¨ªmite para pactar las l¨ªneas b¨¢sicas del nuevo tratado de libre cambio es, seg¨²n todas las fuentes consultadas, el 15 de mayo. Solo as¨ª podr¨ªa quedar el tiempo suficiente para su tramitaci¨®n parlamentaria en EE UU en la actual composici¨®n de las C¨¢maras. Tambi¨¦n porque el periodo de poderes especiales que el Congreso le otorg¨® a Trump -el llamado fast-track- est¨¢ cerca de expirar y, de alargarse las conversaciones, el presidente necesitar¨ªa de una pr¨®rroga adicional.

¡°En M¨¦xico, como ha ocurrido con el TPP [Acuerdo de Asociaci¨®n Transpac¨ªfico, que ha sido ratificado apenas un mes despu¨¦s de que se cerrase el acuerdo], el Senado lo aprobar¨ªa en nada¡±, augura Ignacio Mart¨ªnez, coordinador del Laboratorio de An¨¢lisis en Comercio Exterior de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM). ¡°Pero en EE UU ser¨¢ diferente: all¨ª la tramitaci¨®n ser¨¢ m¨¢s dura¡±. Su pron¨®stico es rotundo: el acuerdo llegar¨¢, dice, entre el 5 y el 10 de mayo. Las fechas cuadran: los ministros al cargo de la negociaci¨®n volver¨¢n a verse las caras el pr¨®ximo d¨ªa 7, una de las fechas se?aladas en el calendario trilateral. Pero el acuerdo no est¨¢ ni mucho menos garantizado. ¡°El riesgo es pecar de optimismo¡±, subraya un ex alto funcionario que trabaj¨® activamente en la firma del actual TLC, en 1994, que prefiere mantenerse en el anonimato. ¡°Igual que hasta hace bien poco ¨¦ramos demasiado pesimistas, quiz¨¢ ahora estemos siendo demasiado optimistas. Nada est¨¢ cerrado hasta que todo est¨¢ cerrado¡±.

Si llega el acuerdo, una posibilidad ha ido tomando fuerza en los ¨²ltimos d¨ªas tanto en Washington como en la Ciudad de M¨¦xico: que, inmediatamente despu¨¦s de que Trump anuncie el principio de entendimiento, anuncie la cancelaci¨®n del texto actualmente vigente. De esa forma, cumplir¨ªa una de sus grandes promesas electorales -que el TLC actual acabe siendo papel mojado- y el reloj echar¨ªa a andar. El mensaje para sus propios senadores ser¨ªa inequ¨ªvoco: o hay fumata blanca -por la v¨ªa r¨¢pida- para el nuevo tratado o EE UU, M¨¦xico y Canad¨¢ se quedar¨¢n sin un marco rector para los m¨¢s de 1,2 billones de d¨®lares de intercambios comerciales anuales.

Aunque cada vez m¨¢s cercanas, las posturas de los tres pa¨ªses a¨²n no terminan de converger. Los temas m¨¢s espinosos -las llamadas ¡°p¨ªldoras venenosas¡±, a saber: contenido regional en la industria automotriz, resoluci¨®n de controversia o el intento de Trump de cancelar el TLC cada cinco a?os si los tres pa¨ªses no acuerdan antes lo contrario- todav¨ªa est¨¢n sin resolver. Pero las posiciones se han acercado mucho. En el caso del sector automotor, contrario a la propuesta inicial de la Administraci¨®n Trump sobre reglas de origen, las negociaciones se han multiplicado en las ¨²ltimas semanas y el Gobierno estadounidense ya ha dejado caer sus pol¨¦micas exigencias iniciales. ¡°Tanto M¨¦xico como Estados Unidos han comenzado a ceder. Canad¨¢ es quien muestra mayor resistencia, en aspectos como modificar los mecanismos de soluci¨®n de disputas comerciales¡±, concluye Jos¨¦ Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Econ¨®mico de M¨¦xico. ¡°Hay elementos para considerar que se puede concluir la negociaci¨®n en las pr¨®ximas semanas¡±.