Sajid Javid, hijo de inmigrantes, nuevo ministro del Interior brit¨¢nico
El pol¨ªtico, que apoy¨® la permanencia en la UE de manera tibia, sustituye a Amber Rudd, quien dimiti¨® por su gesti¨®n de la crisis desatada por las pol¨¦micas pol¨ªticas migratorias del Gobierno de May
Theresa May ha tratado este lunes de zanjar la grave crisis sobre inmigraci¨®n que sacude a su Gobierno desde hace semanas, y que se llev¨® por delante el domingo a su ministra del Interior, colocando en su lugar a Sajid Javid, el primer miembro de una minor¨ªa ¨¦tnica al frente del Home Office. Javid ha prometido revisar a fondo la pol¨ªtica migratoria del Gobierno, mientras la primera ministra, a tres d¨ªas de las elecciones locales, elud¨ªa responsabilidades en un esc¨¢ndalo que se arraiga en su estrategia de crear un ¡°ambiente hostil¡± para los inmigrantes en situaci¨®n irregular.
Javid, de 48 a?os, hijo de paquistan¨ªes emigrados a Reino Unido en los sesenta, no hab¨ªa ocultado en los ¨²ltimos d¨ªas su malestar personal por la crisis desatada a ra¨ªz de las revelaciones del maltrato por parte del Gobierno a los inmigrantes de la llamada generaci¨®n Windrush. Bautizada as¨ª por la l¨ªnea de nav¨ªos que transport¨® a las primeras familias, se refiere a los ciudadanos de pa¨ªses caribe?os que llegaron, invitados por el Gobierno brit¨¢nico, a ayudar a reconstruir el pa¨ªs despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial. Desprovistos de documentos que les permitieran demostrar que eran brit¨¢nicos ¨Cen parte porque el Ministerio del Interior destruy¨® negligentemente sus registros de llegada-, muchos de ellos se encontraron d¨¦cadas despu¨¦s sin empleo, en la calle, sin asistencia sanitaria e incluso amenazados con la deportaci¨®n. ¡°Pens¨¦ que podr¨ªa haber sido mi madre, mi padre, mi t¨ªo¡ podr¨ªa haber sido yo¡±, dijo Javid este fin de semana en la prensa.
La ra¨ªz del esc¨¢ndalo de la generaci¨®n Windrush se encuentra en las pol¨ªticas puestas en marcha por Theresa May en su etapa como ministra del Interior, entre 2010 y 2016, que buscaban crear ¡°un ambiente hostil para los inmigrantes ilegales¡±. Se trataba de lograr el objetivo, reiteradamente incumplido por los ¨²ltimos Gobiernos conservadores, de reducir la inmigraci¨®n neta por debajo de los 100.000.
La dimisi¨®n de Rudd se produjo despu¨¦s de reconocer que hab¨ªa ¡°enga?ado involuntariamente¡± al Parlamento, en sus propias palabras, al negar inicialmente que existieran objetivos cuantitativos de deportaciones de inmigrantes en el Home Office, que luego se demostr¨® que s¨ª exist¨ªan. Este lunes May ha insistido en que la dimisi¨®n de Rudd obedeci¨® a ese error espec¨ªfico, y no al esc¨¢ndalo m¨¢s amplio sobre el maltrato a miles de personas de la generaci¨®n Windrush. Algo que la primera ministra insiste en atribuir a funcionarios individuales del Home Office que ella dirigi¨®, y no al dise?o de las pol¨ªticas que puso en marcha, ha dicho, destinadas a ¡°la necesidad de gestionar la inmigraci¨®n ilegal¡±.
Pero la ca¨ªda de Rudd deja a May sin un escudo pol¨ªtico. La expone directamente a las cr¨ªticas en una crisis que, como ha recordado este lunes la oposici¨®n, est¨¢ a¨²n lejos de cerrarse. ¡°Amber Rudd ha sido el escudo humano de Theresa May y ahora se ha ido. Theresa May tiene preguntas que responder sobre lo que hizo y dijo como ministra del Interior¡±, la ha desafiado Jeremy Corbyn, el l¨ªder laborista, que presiona para que la primera ministra comparezca en el Parlamento para someterse a preguntas sobre la crisis.
Javid -exbanquero de inversi¨®n que ha sido ministro de Empresas, de Cultura y, hasta ayer, de Vivienda- no se tiene por alguien que comulgue al cien por cien con la l¨ªnea dura de la primera ministra en materia de inmigraci¨®n. Hijo de un conductor de autobuses paquistan¨ª, que creci¨® en una casa de dos habitaciones ocupada por una familia de siete, su propio origen lleva a algunos analistas a apuntar que podr¨ªa buscar cambios significativos en la pol¨ªtica migratoria. Eso tendr¨ªa el potencial de provocar tensiones con May. Pero la dimisi¨®n de Rudd, que deja a la primera ministra m¨¢s expuesta al ataque de la oposici¨®n, otorga a Sajid Javid cierto margen de maniobra.
Todo esto sucede en un momento pol¨ªtico caliente, a tan solo tres d¨ªas de unas elecciones locales en las que los conservadores pueden perder importantes plazas en territorios urbanos. Es habitual que el partido gobernante sufra en unos comicios celebrados en mitad de legislatura, pero la cita con las urnas de este jueves servir¨¢ para medir si el corbynismo, que demostr¨® su fuerza arrebatando a May la mayor¨ªa absoluta en las generales del a?o pasado, constituye realmente una amenaza duradera para los tories. Fortalecida la imagen de liderazgo de May por su firmeza tras el envenenamiento del exesp¨ªa Sergu¨¦i Skripal y por su participaci¨®n en la ofensiva internacional contra Siria hace unas semanas, la crisis migratoria puede jugar en su contra, erosionando a¨²n m¨¢s su apoyo entre esos votantes urbanos que se le escapan.
El relevo en Interior, adem¨¢s, altera sensiblemente el delicado equilibrio de fuerzas en el Gobierno sobre el Brexit, en un momento clave de la negociaci¨®n con Bruselas. La salida de Rudd silencia una de las voces proeuropeas m¨¢s altas y claras dentro del Ejecutivo. Javid apoy¨® la permanencia en la UE, pero su postura siempre ha sido m¨¢s tibia que la de Rudd y se le tiene por un pol¨ªtico esencialmente euroesc¨¦ptico, por lo que la balanza en el Gabinete de May se inclina ahora hacia los partidarios del Brexit duro. Pero la incorporaci¨®n de Rudd a las bancadas conservadoras como diputada rasa, apuntan algunos analistas, podr¨ªa fortalecer al grupo de legisladores dispuestos a desafiar al Gobierno si se encamina a una ruptura radical con la UE.
Presi¨®n desde Bruselas y los lores
La presi¨®n a May se ha redoblado este lunes tambi¨¦n en el frente del Brexit. El Gobierno ha sufrido una importante derrota en la C¨¢mara de los Lores, donde se est¨¢ tramitando la ley de salida de la UE, al prosperar una enmienda que podr¨ªa obligar a May a volver a la mesa negociadora si los diputados rechazan el acuerdo alcanzado en Bruselas. La enmienda, que supone la s¨¦ptima derrota del Gobierno en la C¨¢mara alta en la tramitaci¨®n de la ley, alejar¨ªa la posibilidad de un Brexit sin acuerdo. El Gobierno hab¨ªa accedido finalmente a conceder a los diputados un voto sobre el acuerdo final pero les advert¨ªa de que, si lo rechazaban, Reino Unido abandonar¨ªa la UE sin acuerdo alguno.
Tambi¨¦n ese lunes, Michel Barnier, el jefe negociador europeo, ha urgido al Gobierno brit¨¢nico a presentar propuestas para desbloquear las negociaciones en lo que respecta a la frontera irlandesa, uno de los asuntos m¨¢s peliagudos del Brexit. Barnier ha recordado que, sin un avance en este asunto, no ser¨¢ posible alcanzar un acuerdo de divorcio en los plazos convenidos. Sin dicho acuerdo, Reino Unido saldr¨ªa radicalmente de la UE al final de marzo del a?o que viene, sin siquiera un periodo transitorio que suavice los efectos negativos para las empresas. Leo Varadkar, primer ministro irland¨¦s, ha apoyado a Barnier en sus advertencias a May.
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