La ultraderecha religiosa apunta alto en los Estados Unidos de Trump
El estado de Iowa aprob¨® la ley contra el aborto m¨¢s restrictiva del pa¨ªs y los parlamentos de Kansas y Oklahoma impulsaron leyes gemelas que a¨²n deben ser aprobadas
Cada vez m¨¢s pr¨®ximas las trascendentales elecciones legislativas de noviembre y alentada por el populismo de la administraci¨®n Trump, la ultraderecha religiosa de EE UU aviva el paso de su agenda pol¨ªtica y la semana pasada obtuvo dos relevantes logros de ¨¢mbito regional: a iniciativa de sus mayor¨ªas republicanas, el estado de Iowa aprob¨® la ley contra el aborto m¨¢s restrictiva del pa¨ªs y los parlamentos de Kansas y Oklahoma impulsaron leyes gemelas ¨Cque a¨²n deben ser aprobadas o vetadas por sus respectivos gobernadores¨C para permitir a agencias de adopci¨®n religiosas negar sus servicios a parejas del mismo sexo por razones doctrinales.
El caso de Iowa promete una crucial batalla jur¨ªdica. Seg¨²n la nueva normativa, ninguna mujer podr¨ªa abortar en cuanto se detecten latidos del coraz¨®n en el feto. Esto ocurre en torno a las seis semanas de gestaci¨®n, cuando las mujeres suelen descubrir su estado, por lo que en Iowa muchas no tendr¨ªan opci¨®n legal de interrumpir su embarazo. Pero la ley no entra en vigor hasta el 1 de julio y organizaciones como Planned Parenthood, una red de cl¨ªnicas para la salud reproductiva, y la American Civil Liberties Union han anunciado que la impugnar¨¢n de inmediato en los tribunales. La estrategia de fondo del sector radical del Partido Republicano es que el pleito llegue al Tribunal Supremo, que con Trump ha pasado a ser de mayor¨ªa conservadora, y la draconiana normativa sea aprobada por la m¨¢s alta instancia revirtiendo lo establecido en 1973 por el propio Supremo en su fallo por el caso Roe contra Wade, que supuso la despenalizaci¨®n del aborto. Un ob¨²s de fondo que llevar¨ªa a una regresi¨®n de casi medio siglo en derechos civiles.
La gobernadora republicana de Iowa, Kim Reynolds, firm¨® la ley antiaborto el viernes rodeada de lobistas, ni?os y pastores. Fuera protestaba un grupo de mujeres a la voz de ¡°?Mi cuerpo, mi decisi¨®n!¡±. Antes de estampar su r¨²brica, Reynolds declar¨®: ¡°Para m¨ª, toda vida inocente es ¨²nica y sagrada, y en el d¨ªa de hoy como gobernadora estoy haciendo todo lo que est¨¢ en mi mano por protegerla¡±. En la calle, Jennifer Weatherby, de 32 a?os, una manifestante citada por el diario local The Des Moines Register, criticaba: ¡°Todos sabemos que un veto al aborto no acabar¨¢ con los abortos, as¨ª que esto solamente estar¨ªa acabando con el aborto seguro y poniendo en peligro a las mujeres¡±. La gobernadora, asimismo, se mostr¨® consciente de que a la ley le queda por delante un camino de litigio y sentenci¨®: ¡°Yo no voy a desistir de mis creencias. Esto va m¨¢s all¨¢ de la mera ley. Esto tiene que ver con la vida¡±.
La ofensiva contra el aborto no es exclusiva de Iowa. Missisippi aprob¨® en marzo una ley que veta en la pr¨¢ctica el aborto despu¨¦s de las primeras 15 semanas y permanece en los tribunales como la de Kentucky, que lo proh¨ªbe a partir de 11 semanas.
Iowa, que ha elevado la apuesta a un nivel fan¨¢tico con su plazo de seis semanas, es el feudo original del poder pol¨ªtico en EE UU de los evang¨¦licos, cristianos que defienden una lectura literal de la Biblia, desde que a finales de los a?os setenta el fallecido reverendo Jerry Falwell lider¨® desde este territorio un movimiento de reacci¨®n a la revoluci¨®n cultural y de costumbres surgida en los sesenta. A d¨ªa de hoy esta ultraderecha de ra¨ªz luterana es una facci¨®n de la Am¨¦rica conservadora sin tanta fuerza como para imponer su agenda pero con la suficiente para empujarla. En Iowa, por ejemplo, para muchos congresistas republicanos era suficiente la prohibici¨®n actual de abortar despu¨¦s de 20 semanas de embarazo, pero el grupo de radicales que promovi¨® la ley del latido maniobr¨® para ara?ar el m¨ªnimo de 51 votos para aprobarla.
Igualmente en Kansas, donde cada a?o el n¨²mero de ni?os necesitados de un hogar supera m¨¢s el de familias adoptivas disponibles, gener¨® disenso entre republicanos la propuesta de dejar a las entidades religiosas que rechacen solicitudes de homosexuales; aunque al final prevalecieron los partidarios, como el senador Steve Fitzgerald que lo celebr¨® afirmando que ¡°la agenda homosexual¡± se ha vuelto ¡°dominante y totalmente intolerante¡±. Activistas LGBT sostienen que la excepci¨®n legal de Kansas y Oklahoma ¨Cque ya exist¨ªa en Texas, Alabama, Dakota del Sur y Michigan¨C ¡°legaliza la discriminaci¨®n con dinero del contribuyente¡±, porque las casas de adopci¨®n reciben subvenciones, y pretenden tambi¨¦n paralizarlas en los tribunales. TechNech, la asociaci¨®n de los ejecutivos m¨¢s poderosos de la industria tecnol¨®gica, ha mandado una carta a los congresos de ambos estados lamentando su decisi¨®n.
Las relativas victorias del fundamentalismo cristiano, con todo, han sido en los ¨²ltimos tiempos casi testimoniales en comparaci¨®n con sus fiascos. Durante 2017 en el campo de las libertades sexuales no prosper¨® ni una de m¨¢s de 120 propuestas legislativas contrarias al derecho a la igualdad, seg¨²n la ONG Human Rights Campaign.
Sin embargo sus ambiciones cobran fuerza con la administraci¨®n del republicano Donald Trump, que ya ha tomado medidas como prohibir a los transg¨¦nero en el Ej¨¦rcito ¨Corden anulada por un juez¨C o suprimir una orden de Obama para proteger a los menores transexuales exigiendo a los colegios p¨²blicos que los estudiantes pudiesen elegir ba?o seg¨²n su identidad de g¨¦nero. El hombre de la ultraderecha religiosa en la Casa Blanca es el vicepresidente Mike Pence, que siempre se ha definido como un ¡°devoto evang¨¦lico¡± y hasta podr¨ªa llegar al Despacho Oval en esta legislatura si el presidente fuese depuesto por alguno de sus esc¨¢ndalos, o m¨¢s adelante como candidato republicano. En 2017 Pence fue el primer vicepresidente de EE UU que particip¨® y habl¨® en la antiabortista Marcha por la vida y en la edici¨®n de 2018 Trump fue el primer mandatario en dirigir unas palabras ¨Cv¨ªa sat¨¦lite; tal vez para mantener una prudencial distancia pol¨ªtica con el extremismo cristiano¨C.
El jueves pasado, D¨ªa Nacional de la Oraci¨®n en EE UU, Trump firm¨® una orden de libertad religiosa para apoyar la actividad de las comunidades de fe de base y vigilar que las leyes no obliguen a ning¨²n ciudadano a violar sus creencias. En el comunicado oficial se defin¨ªa al presidente, envuelto a esas horas en el imp¨ªo torbellino creado por sus supuestas relaciones hace unos a?os con una actriz porno, como ¡°uno de los mayores defensores de la santidad de la vida en la historia de la Casa Blanca¡±.
El ¡®caso del pastelero¡¯, pendiente del Supremo
A finales de esta primavera o en verano se espera que el Tribunal Supremo falle sobre el caso de Jack Phillips, el pastelero de Colorado que hace cinco a?os se neg¨® por motivos religiosos a elaborar una tarta nupcial para una pareja gay. Los analistas afirman que se trata de la decisi¨®n m¨¢s relevante del Supremo en materia de libertades sexuales desde que en 2015 en una sentencia hist¨®rica legaliz¨® el matrimonio homosexual en EE UU. Ahora el tribunal deber¨¢ decidir si Phillips discrimin¨® ilegalmente a la pareja al rechazarlos como clientes. El gobierno de Donald Trump ha transmitido que respalda la postura del pastelero.
El Supremo actualmente es de mayor¨ªa conservadora. Formado por nueve jueces, cinco han sido nombrados por presidentes republicanos y cuatro por dem¨®cratas. Pero entre los conservadores es incierto el voto de Anthony M. Kennedy, que en 2015 vot¨® a favor de la legalizaci¨®n del matrimonio igualitario.
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