La UE busca f¨®rmulas para mantener vivo el pacto con Teher¨¢n

Europa busca convencer al mundo de que la paz nuclear con Ir¨¢n puede sobrevivir sin uno de sus garantes clave. Pero el abandono estadounidense coloca este acuerdo en una situaci¨®n cr¨ªtica. ¡°Francia, Alemania y Reino Unido lamentan la decisi¨®n estadounidense. Est¨¢ en juego el r¨¦gimen internacional de lucha contra la proliferaci¨®n nuclear¡±, ha advertido en un tuit el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, en nombre de los tres Estados europeos garantes del pacto. Entretanto, Bruselas urge a Ir¨¢n a mantener sus compromisos ¡ªpermitir la supervisi¨®n de su actividad nuclear para verificar que no tiene fines militares¡ª a cambio de promover la inversi¨®n europea en el pa¨ªs.

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¡°Mientras Ir¨¢n cumpla, la UE permanecer¨¢ comprometida con la aplicaci¨®n del acuerdo¡±, ha prometido desde Roma la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, que se ha declarado "particularmente preocupada" por la retirada estadounidense de un esquema nuclear avalado por la ONU. Aun as¨ª, la alta representante ha anticipado un respuesta a este desaf¨ªo: ¡°La UE est¨¢ decidida a actuar seg¨²n sus intereses en materia de seguridad y a proteger sus inversiones econ¨®micas¡±.

Europa teme que los sectores m¨¢s conservadores de Ir¨¢n utilicen el gesto de Donald Trump como excusa para apartarse definitivamente de los compromisos nucleares. Antes de la decisi¨®n estadounidense, representantes de los tres pa¨ªses europeos que forman parte del acuerdo ¡ªy la UE como valedora¡ª se reunieron este martes con un responsable iran¨ª para reivindicar la vigencia de lo firmado en 2015. Y acordaron mantener los contactos en las pr¨®ximas horas ¡°para evitar una escalada descontrolada de la situaci¨®n¡±, seg¨²n fuentes del Ministerio de Exteriores alem¨¢n.

Para convencer al r¨¦gimen de los ayatol¨¢s de que nada cambia, la diplomacia comunitaria trabaja en dos proyectos. El primero, un programa de cr¨¦dito del Banco Europeo de Inversiones que respalde a las empresas que quieran hacer negocio en Ir¨¢n pero no puedan financiarse por la incertidumbre que crea la decisi¨®n estadounidense. Adem¨¢s, Bruselas est¨¢ desempolvando una herramienta que ya ide¨® en 1996, cuando Estados Unidos promulg¨® la controvertida ley Helms-Burton, que penalizaba a los empresarios de cualquier territorio, incluido el europeo, con proyectos en Cuba. Bruselas intenta dar garant¨ªas de que ninguna firma deber¨¢ acatar medidas estadounidenses con efectos extraterritoriales.

En la pr¨¢ctica, la potencia de estos escudos puede ser muy limitada si los inversores consideran que el veto estadounidense a operar en Ir¨¢n les cierra el grifo de financiaci¨®n y amenaza el eventual beneficio. ¡°La confianza no existir¨¢ solo porque la UE diga que proteger¨¢ a las empresas europeas. De hecho, las compa?¨ªas ya se han mostrado reacias a invertir en Ir¨¢n desde que Trump lleg¨® al poder. La duda es si este anuncio supondr¨¢ una continuaci¨®n del deterioro gradual del acuerdo o la reimposici¨®n total de las sanciones¡±, reflexiona Cornelius Adebahr, experto de la casa de an¨¢lisis Carnegie Europe.

Presi¨®n europea

Convencidos de que la mejor opci¨®n era mantener a Estados Unidos en la ¨®rbita del acuerdo, los l¨ªderes europeos han intentado hasta la saciedad ¡ªa veces bordeando sus propias l¨ªneas rojas¡ª convencer a Trump de que val¨ªa la pena defenderlo. El argumento es sencillo: los riesgos para la seguridad mundial aumentan si Ir¨¢n deja de rendir cuentas sobre su actividad nuclear.

Los tres dirigentes europeos implicados directamente han visitado a Trump en los ¨²ltimos d¨ªas para redoblar esos esfuerzos. El m¨¢s decidido ha sido el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, que este mismo martes ha mantenido una conversaci¨®n telef¨®nica de ¨²ltima hora con el l¨ªder estadounidense para defender la paz nuclear.

Durante su viaje a Washington, Macron dej¨® at¨®nitos a algunos responsables en Bruselas al sugerir que el acuerdo nuclear podr¨ªa reformularse. La UE siempre ha negado esa posibilidad porque, m¨¢s all¨¢ de la creciente tensi¨®n con Teher¨¢n por otros dosieres, el marco at¨®mico se cumple. As¨ª lo ha certificado hasta en 10 ocasiones el Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica. En realidad, Macron ofrec¨ªa algo m¨¢s sofisticado: apoyarse en el acuerdo nuclear para abrir otras negociaciones sobre el papel desestabilizador de Ir¨¢n en la guerra de Siria y su creciente actividad de misiles bal¨ªsticos. Pero ni Ir¨¢n aceptar¨ªa esos compromisos ni a Washington le basta la palabra europea en este terreno. La maniobra ha resultado en vano.