Germ¨¢n Vargas Lleras, la fuerza de la maquinaria

Germ¨¢n Vargas Lleras (Bogot¨¢, 1962) es un sobreviviente. Las cicatrices de su dilatada carrera pol¨ªtica en un pa¨ªs tan convulso como Colombia saltan a la vista. El exvicepresidente de Juan Manuel Santos exhibe esa trayectoria como la garant¨ªa de que es el candidato m¨¢s preparado, al tiempo que se apoya en la pol¨ªtica tradicional con el prop¨®sito de mostrar que las encuestas de opini¨®n no miden su verdadera fuerza electoral.

¡°Por suerte o por la Divina Providencia, en varios episodios logr¨¦ salvar mi vida s¨®lo por fracciones de segundos¡­o de cent¨ªmetros¡±, recuerda en Hacer, cumplir, avanzar, el libro que toma el t¨ªtulo prestado de su lema de campa?a. Nieto del expresidente Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), este abogado de la Universidad del Rosario es uno de los hombres m¨¢s custodiados del pa¨ªs.

Comenz¨® muy joven su carrera pol¨ªtica junto al asesinado l¨ªder liberal Luis Carlos Gal¨¢n, pero sus cr¨ªticas desde el Congreso durante el fallido proceso de paz del gobierno de Andr¨¦s Pastrana (1998-2002) lo posicionaron como un destacado representante de la mano dura. Desde entonces ha sobrevivido dos atentados con bomba, uno de los cuales le cost¨® dos dedos de la mano izquierda. Ya en la vicepresidencia, super¨® un tumor cerebral benigno, detectado despu¨¦s de que se desplom¨® en una tarima.

Fue ministro del Interior y luego de Vivienda durante el primer gobierno de Santos. En el segundo, ya como vicepresidente, paviment¨® su camino al poder al encabezar el ambicioso programa de infraestructura y entregar m¨¢s de 100.000 casas gratis. Construy¨®, literalmente, la imagen de un ejecutor eficaz. Su renuncia, en marzo de 2017, fue largamente anticipada como el pistoletazo de salida de una campa?a presidencial en la que arrancaba como amplio favorito.

Durante a?os mantuvo silencio sobre la mayor bandera del gobierno al que sirvi¨®, el acuerdo de paz con las FARC. Comenz¨® la campa?a con un tono muy cr¨ªtico frente al pacto sellado en noviembre de 2016, un discurso que lo acercaba a la derecha m¨¢s dura, representada por el candidato uribista Iv¨¢n Duque. Sin embargo, en los debates de cara a los comicios del 27 de mayo ha dicho que sus reparos a la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el sistema de justicia transicional, ya fueron subsanados por la Corte Constitucional, y hay que hacer cumplir lo acordado. Escogi¨® como n¨²mero dos al exministro de Defensa y exembajador en Washington Juan Carlos Pinz¨®n, otro cr¨ªtico de algunos aspectos de la negociaci¨®n.

El exvicepresidente ha ido acumulando apoyos. Al respaldo de Cambio Radical, su partido, se suma el del Partido de la U y la mayor¨ªa del conservatismo, todos con amplias bancadas en el Congreso. Hace tiempo sell¨® una alianza con el popular alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, que lo fortalece en la costa norte, una regi¨®n clave. En el camino, su nombre ha quedado asociado al clientelismo y le han llovido cr¨ªticas por aceptar adhesiones de pol¨ªticos con problemas con la justicia.

Sus detractores recuerdan como prueba de su mal car¨¢cter el video que lo muestra golpeando a uno de sus guardaespaldas, un episodio por el que se ha disculpado en numerosas ocasiones. "Un coscorr¨®n no me puede sacrificar 30 a?os de servicio por este pa¨ªs¡±, se defiende.

En medio de actos multitudinarios, el exvicepresidente ha fustigado a las firmas encuestadoras, que lo muestran rezagado en el cuarto lugar de los sondeos, detr¨¢s de Duque, el exalcalde antiestablishment de Bogot¨¢ Gustavo Petro y el exalcalde de Medell¨ªn Sergio Fajardo. Sin embargo, diversos analistas coinciden en que es el due?o de la llamada maquinaria, la capacidad de movilizaci¨®n en las regiones de los aparatos de los partidos en busca de apoyos. Al considerar esa variable, muy dif¨ªcil de medir con precisi¨®n, algunas proyecciones lo catapultan hasta el segundo puesto, que otorga el anhelado tiquete a la segunda vuelta del 17 de junio.

Vargas Lleras ha invocado la necesidad de atajar a la izquierda radical que representa Petro, al tiempo que ataca la inexperiencia de Duque, con quien disputa el voto conservador. ¡°A la presidencia no se puede llegar a aprender¡±, esgrime.