Vel¨¢zquez a la japonesa
El Museo de Arte Occidental de Tokio acoge una exposici¨®n con 61 obras de Vel¨¢zquez, Tiziano, Rubens, Zurbar¨¢n, el Greco y Murillo, entre otros
Los visitantes extranjeros a Tokio comentan con frecuencia que la iluminaci¨®n de sus museos parece dictada por el rechazo nip¨®n a los reflejos descrito por el escritor Junichiro Tanizaki en su c¨¦lebre manifiesto est¨¦tico El elogio de la sombra.
La exposici¨®n Vel¨¢zquez y la celebraci¨®n de la pintura: la Edad de oro en el Museo del Prado, que ha sido vista por casi 300.000 personas en el Museo de Arte Occidental de Tokio (NMWA por sus siglas en ingl¨¦s), confirma esta apreciaci¨®n pues suprime hasta el m¨¢s m¨ªnimo destello iluminando las obras con haces de luz difuminada desde el suelo y desde el techo.
¡°Al p¨²blico japon¨¦s le disgustan los reflejos y evitarlos ha sido nuestro primer objetivo¡±, explica Yusuke Kawase, comisario del NMWA quien colabor¨® con Javier Port¨²s, jefe de Conservaci¨®n de Pintura espa?ola del Prado, en la selecci¨®n de 61 obras maestras de Vel¨¢zquez, Tiziano, Rubens, Zurbar¨¢n, el Greco y Murillo, entre otros.
El NMWA es el ¨²nico edificio construido por Le Corbusier en el lejano oriente y las salas de exposici¨®n, situadas bajo tierra y con alturas menores que los salones del Prado, permiten apreciar m¨¢s de cerca las obras.
La distribuci¨®n homog¨¦nea de la luz sobre los lienzos dulcifica los abundantes claroscuros e invita a detenerse en detalles relegados por sus autores a las tinieblas, como la mesa de trabajo de San Jos¨¦ en la Sagrada Familia del pajarito, de Bartolom¨¦ Esteban Murillo.
Para el comisario japon¨¦s la referencia en la iluminaci¨®n de las salas es el tenebrismo del siglo XVII, estilo de luz selectiva que entronca con el discurso de Tanizaki, quien escribi¨® El elogio de la sombra en 1933 como un lamento est¨¦tico ante la modernizaci¨®n de su pa¨ªs y la desaparici¨®n paulatina de la sutileza de su cultura tradicional simbolizada con la iluminaci¨®n con velas tamizadas por el papel japon¨¦s.
Para ampliar su p¨²blico, la exposici¨®n recurre a El pr¨ªncipe Baltasar Carlos, a caballo, retrato del pr¨ªncipe de Asturias de seis a?os con el pecho cruzado por una banda rosa, color oficial de lo kawaii, la popular est¨¦tica nipona de lo ¡°tierno¡± o ¡°lindo¡±.
Pintada por Vel¨¢zquez para ser vista desde abajo con una correcci¨®n ¨®ptica que deforma el cuerpo del caballo, la obra es el emblema de la exposici¨®n y la favorita de los visitantes, seg¨²n las ventas de tarjetas postales, bolsos, bufandas y los casi 300 productos asociados que se pueden adquirir en la tienda del museo.
El peque?o pr¨ªncipe espa?ol ha sido convertido adem¨¢s en un personaje de manga llamado Carlos-kun (Carlitos) que circula en las redes sociales niponas y ayuda a remediar la ausencia de selfies pues la prohibici¨®n del Prado de fotografiar dentro de sus salas se mantiene en Tokio.
Adem¨¢s de un cat¨¢logo en japon¨¦s e ingl¨¦s con desgloses rigurosos escritos en gran parte por Kawase y otros especialistas japoneses del arte y la cultura espa?olas, el museo ofrece conferencias para conocer, por ejemplo, los gustos art¨ªsticos de los diversos monarcas hist¨®ricos y de paso enterarse por qu¨¦ la escasez de pintores espa?oles de paisajes en el barroco o cu¨¢nto ganaba el autor de las Meninas (90.000 maraved¨ªes al a?o).
La exposici¨®n, inaugurada el 24 de febrero, forma parte de las celebraciones del 150 aniversario del inicio de relaciones diplom¨¢ticas entre Espa?a y Jap¨®n y termina en Tokio el 27 de mayo. Desde el 13 de junio al 14 de octubre se podr¨¢ ver en el Museo de la Prefectura de Hyogo, en la ciudad de Kobe, centro de Jap¨®n.
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