Corea del Norte destruye su centro de pruebas nucleares
Periodistas extranjeros presencian varias explosiones en la zona. Pyongyang lo presenta como un gesto de buena voluntad antes de una posible cumbre con EE UU
Corea del Norte asegura que ha ¡°demolido por completo¡± su centro de pruebas nucleares en Punggye-ri, en el norte de su territorio, en lo que pretend¨ªa ser un gesto de buena voluntad? antes de la cumbre que su l¨ªder, Kim Jong-un, iba a celebrar con el presidente estadounidense, Donald Trump, en Singapur. Pero apenas horas m¨¢s tarde, Trump enviaba una carta en la que cancelaba la reuni¨®n. El gesto perd¨ªa su significado.
¡°El Instituto de Armas Nucleares de la RPDC (Rep¨²blica Popular Democr¨¢tica de Corea) organiz¨® una ceremonia para desmantelar por completo el sitio de ensayos nucleares del Norte el 24 de mayo, para garantizar la transparencia del fin de las pruebas nucleares¡±, ha indicado la agencia oficial norcoreana KCNA. Seg¨²n esta nota, no se ha detectado ninguna fuga radiactiva tras el procedimiento.
Seg¨²n han contado los periodistas presentes ¡ªde medios de EE UU, Reino Unido, China, Rusia y Corea del Sur a los que el Norte invit¨® a ser testigos del evento¡ª, el desmantelamiento comenz¨® en torno a las 11.00 horas locales (04.00 hora espa?ola), cuando un tremendo estallido hizo volar el t¨²nel norte. El m¨¢s simb¨®lico de todos ellos: cinco de las seis pruebas nucleares norcoreanas se hab¨ªan desarrollado all¨ª, incluida la ¨²ltima, una bomba de hidr¨®geno en septiembre de 2017.
Otras explosiones tres horas m¨¢s tarde derrumbaron dos t¨²neles a¨²n por estrenar, los del sur y oeste. Un cuarto t¨²nel, el del este, donde se llev¨® a cabo la primera prueba nuclear norcoreana en 2006, estaba inutilizado desde entonces.
M¨¢s detonaciones dejaron inutilizables las torres de observaci¨®n, centros de control y acuartelamientos. Los estallidos finalizaron a las 16.17 locales, las 09.17 en Espa?a, seg¨²n contaron los periodistas, que pudieron seguir todo el procedimiento desde unas tribunas instaladas a unos 500 metros de distancia. ¡°Columnas de humo cubrieron r¨¢pidamente la monta?a¡±, ha descrito la agencia de noticias surcoreana Yonhap, en referencia al monte Mantap, bajo el que se encontraban los t¨²neles.
Antes, los periodistas, que en total estuvieron en Punggye-ri unas 10 horas, pudieron ver el interior de los t¨²neles, aparentemente con los explosivos ya colocados en ellos, antes de ser trasladados a una distancia segura, seg¨²n ha contado CNN. Una vez finalizaron los estallidos, regresaron a los t¨²neles para comprobar que, efectivamente, se hab¨ªan derrumbado y la entrada hab¨ªa quedado bloqueada por los escombros.
El Ministerio de Exteriores surcoreano expres¨® su satisfacci¨®n por la noticia. ¡°Esperamos que sirva de oportunidad para que avance la desnuclearizaci¨®n completa¡±, ha dicho su portavoz, Noh Kyu-duk.
Aunque inicialmente Corea del Norte hab¨ªa asegurado que expertos internacionales tambi¨¦n ser¨ªan invitados a acudir, no lleg¨® a hacer realidad ese compromiso, lo que ha desatado dudas entre la comunidad de expertos en control de armamento. Como los propios periodistas invitados reconocen, carecen de los conocimientos t¨¦cnicos necesarios para garantizar que el centro ha quedado tan destruido que no podr¨¢ volver a ser utilizado nunca o si las cargas de explosivos eran lo suficientemente grandes como para derrumbar algo m¨¢s que las entradas de los t¨²neles. Aquellos que llevaban mediadores de radiaci¨®n en el equipaje los vieron confiscados a su llegada a Corea del Norte.
Cuando este pa¨ªs destruy¨® una chimenea de enfriamiento de su reactor nuclear en Yongbyon, en 2008, tambi¨¦n invit¨® a la prensa internacional y a expertos para que fueran testigos; un a?o m¨¢s tarde, las instalaciones estaban de nuevo en funcionamiento.
Los analistas esc¨¦pticos apuntan que el alcance del paso de hoy es m¨¢s simb¨®lico, en el mejor de los casos, que pr¨¢ctico. Seg¨²n algunos estudios, la base ya estaba inutilizada por las sucesivas explosiones nucleares cada vez de mayor intensidad. Y aunque las instalaciones hayan quedado destruidas por completo, siempre es posible levantar un centro similar en alg¨²n otro punto.
¡°Doy la bienvenida al 'cierre' de Punggye-ri. Pero permitir que los periodistas sean testigos de la destrucci¨®n de los t¨²neles no es suficiente para garantizar que no vuelven a ocurrir pruebas¡±, opinaba el director de la Asociaci¨®n de Control de Armamento, Daryl Kimball, en un tuit inmediatamente despu¨¦s del anuncio. En su opini¨®n, ¡°el siguiente paso l¨®gico¡± es permitir que los inspectores de la Organizaci¨®n del Tratado de Prohibici¨®n Total de Ensayos Nucleares puedan supervisar las instalaciones destruidas y que Pyongyang firme y ratifique ese tratado.
Corea del Norte argumenta que no necesita llevar a cabo m¨¢s pruebas nucleares porque ya ha conseguido desarrollar lo suficiente este arsenal. Los analistas calculan que el pa¨ªs cuenta con entre 10 y 60 bombas.
La destrucci¨®n de Punggye-ri, a la que Corea del Norte se comprometi¨® tras la cumbre entre su l¨ªder supremo, Kim Jong-un, y el presidente del Sur, Moon Jae-in, el 27 de abril, no ha conseguido evitar la cancelaci¨®n -si es definitiva o no, a¨²n no est¨¢ claro- de la reuni¨®n en Singapur.
Dos meses despu¨¦s de acceder entusi¨¢sticamente a celebrarla, tomando por sorpresa a sus propios asesores, Trump ha dado portazo. Ya hab¨ªa avisado que hab¨ªa posibilidades "sustanciales" de un aplazamiento, por lo menos, molesto por lo que percibi¨® como un lenguaje agresivo de Pyongyang. Corea del Norte, por su parte, hab¨ªa apuntado la posibilidad de retirarse, con el argumento de que Estados Unidos no estaba tomando en serio el proceso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.