Sorpresa, enfado y pragmatismo tras el ¡®no¡¯ de Trump a la cumbre con Kim
Corea del Sur y China instan a las partes a continuar el di¨¢logo y no desaprovechar "una oportunidad hist¨®rica"
La baraja se ha roto, pero los jugadores siguen sentados a la mesa y los mediadores intentan recomponer las cartas para seguir la partida. Con renovadas esperanzas de ¨¦xito. Un d¨ªa despu¨¦s de haber cancelado abruptamente su cita en Singapur con el l¨ªder supremo norcoreano, Kim Jong-un, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha reabierto la posibilidad de que la reuni¨®n acabe celebr¨¢ndose. La causa, un mensaje sorprendentemente conciliador de Pyongyang, que se ha declarado dispuesto a sentarse a la mesa para dialogar. China y Corea del Sur -esta ¨²ltima, a¨²n reponi¨¦ndose de la humillaci¨®n de un anuncio del que no tuvo aviso previo- han instado a Estados Unidos a no dar por finiquitado el di¨¢logo y echar a perder una ¡°oportunidad hist¨®rica¡±.
La perplejidad inicial sobre el anuncio de Trump, apenas unas horas despu¨¦s de que el Norte dinamitara su centro de pruebas nucleares en Punggye-ri, ha dado paso al pragmatismo en las canciller¨ªas asi¨¢ticas. Corea del Norte, at¨®nita tambi¨¦n pero deseosa de mostrarse como un pa¨ªs responsable y fiable, respondi¨® con un comunicado ins¨®lito por su tono, suave como nunca y redactado con el lenguaje zalamero que mejor efecto surte con el presidente estadounidense.
¡°Hab¨ªamos esperado que una soluci¨®n al estilo Trump fuera una manera muy sabia de calmar las preocupaciones de ambos lados, atender nuestras demandas y resolver problemas de manera realista¡±, indica el comunicado, difundido por la agencia norcoreana KCNA y atribuido al viceministro de Exteriores Kim Kye-Gwan.
¡°Que la cumbre se haya cancelado ha sido una sorpresa para nosotros, y no podemos evitar sentir que es una verdadera pena¡±. "La primera reuni¨®n no va a solucionarlo todo, pero arreglar aunque sea una sola cosa cada vez, de manera gradual, har¨ªa que las relaciones mejoraran, en vez de empeorar".
En su carta, Trump se quejaba del lenguaje ¡°ofensivo¡± empleado por Corea del Norte en sus ¨²ltimos comunicados. Pyongyang hab¨ªa amenazado con retirarse de las conversaciones y calificado de ¡°est¨²pido¡± a Mike Pence despu¨¦s de que el vicepresidente estadounidense, como el consejero de Seguridad Nacional John Bolton previamente, hubiera vuelto a sugerir el modelo de Libia para el hipot¨¦tico desarme norcoreano. Una sugerencia que para el Norte es toda una bofetada: nadie tiene m¨¢s presente que el l¨ªder libio, Muamar Gadafi, muri¨® en una revuelta apoyada por Occidente en 2011, ocho a?os despu¨¦s de haber renunciado a su programa nuclear a cambio de la colaboraci¨®n con Estados Unidos y sus aliados.
En Pyongyang tambi¨¦n cund¨ªa la impresi¨®n de que solo el Norte hab¨ªa hecho concesiones hasta ahora. Desde noviembre, ha suspendido sus pruebas nucleares, se ha mostrado comprensiva sobre las maniobras militares en sus cercan¨ªas, ha liberado a tres presos estadounidenses y ha volado Punggye-ri. Estados Unidos, en cambio, solo hab¨ªa ofrecido buenas palabras.
Los halagos parecen haber surtido cierto efecto. Trump tuiteaba este viernes que le parec¨ªa ¡°muy buena noticia el c¨¢lido y productivo comunicado norcoreano. Veremos pronto a d¨®nde lleva, ojal¨¢ a una paz y prosperidad duraderas ?Solo el tiempo (y el talento) lo dir¨¢n!¡±. Su aparente disposici¨®n a reconsiderar su gesto se confirmaba m¨¢s tarde, en unas declaraciones en las que no descartaba que la cumbre pudiera acabar teniendo lugar el mismo d¨ªa 12.
Corea del Sur, el pa¨ªs que m¨¢s carne ha puesto en el asador en el proceso de acercamiento, ha lanzado ansiosos llamamientos para que las negociaciones contin¨²en. Hace falta l¨ªnea directa entre Kim y Trump, sostiene. La ministra de Exteriores en Se¨²l, Kang Kyung-Wha, dialog¨® este viernes con el secretario de Estado, Mike Pompeo, para transmitirle el mensaje. El propio presidente, Moon Jae-in, que se hab¨ªa reunido en Washington con Trump apenas 48 horas antes del anuncio, reconoc¨ªa su perplejidad tras convocar con semblante sombr¨ªo a su consejo de seguridad nacional la noche pasada.
Moon tiene razones para estar preocupado. Un cerrojazo al di¨¢logo pone en entredicho su papel de mediador entre Pyongyang y Washington. Si Estados Unidos no abre la mano para hacer concesiones al Norte, ¨¦l tampoco podr¨¢ acometer muchas de las promesas de ayuda a la apertura econ¨®mica que ha presentado personalmente a Kim Jong-un. Asuntos como el tratado de paz para la pen¨ªnsula del que los dos l¨ªderes coreanos hablaron en su cumbre en Panmunjom tendr¨ªan que seguir esperando. Si el proceso se interrumpe, el surcoreano puede verse forzado a elegir: o continuar su acercamiento hacia el Norte debilitando su alianza con Washington, o aliarse con un Trump impredecible y poco amigo de sus aliados, poniendo a su pa¨ªs de nuevo en el punto de mira del Norte.
Pek¨ªn tambi¨¦n ha instado este jueves a Estados Unidos y a Corea del Norte a emprender gestos de buena voluntad y tratar de encontrarse en un punto medio. ¡°El proceso de deshielo en la pen¨ªnsula coreana ha costado mucho y el proceso de soluci¨®n pol¨ªtica tiene ante s¨ª una oportunidad hist¨®rica¡±, ha se?alado el portavoz de Exteriores chino, Lu Kang.
La oportunidad puede quedar del lado de Pek¨ªn. El pa¨ªs que acapara el 90% del comercio exterior norcoreano tiene la llave para decidir si contin¨²a aplicando las sanciones internacionales contra su vecino y aliado. Un aliado con el que ha estrechado lazos durante el proceso de negociaci¨®n: Kim Jong-un ha viajado dos veces a China en dos meses.
Ahora Pek¨ªn puede alegar que ha sido Estados Unidos quien ha roto la baraja, y relajar su cumplimiento de las sanciones. Una nueva carta que puede poner sobre el tapete en su relaci¨®n bilateral con Estados Unidos, cada vez m¨¢s tensa debido a sus disputas comerciales, la retirada de Washington del acuerdo nuclear con Ir¨¢n o la desinvitaci¨®n a China a participar en las maniobras militares RIMPAC, las mayores del mundo y lideradas por EEUU. La pol¨ªtica de ¡°m¨¢xima presi¨®n¡± que defend¨ªa Washington puede haber encontrado su tumba.
"La imagen nacional de EE UU se ha visto da?ada desde que Trump anunci¨® su retirada del pacto iran¨ª", ha apuntado el diario chino Global Times, de l¨ªnea nacionalista. "La cancelaci¨®n de la reuni¨®n de Singapur solo aumentar¨¢ su imagen negativa, con independencia de las explicaciones que d¨¦ Washington".
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