C¨®mo funciona el proceso de destituci¨®n del presidente de la Rep¨²blica en Italia
Un art¨ªculo de la Constituci¨®n contempla la posibilidad de deponerlo si incurre en alta traici¨®n
El domingo por la noche despu¨¦s de una jornada convulsa Luigi Di Maio evoc¨® un eventual proceso de destituci¨®n contra el jefe del Estado, Sergio Mattarella. ¡°Pido llevar al Parlamento esta crisis institucional, utilizando el art¨ªculo 90 de la Constituci¨®n¡±, dijo en el programa Che tempo che fa de la televisi¨®n p¨²blica.
Ese art¨ªculo en cuesti¨®n contempla la posibilidad destituir al presidente de la Rep¨²blica si incurre en ¡°alta traici¨®n¡± o ¡°atentado a la Constituci¨®n¡±. La intenci¨®n de los grillinos ser¨ªa la de acusar a Sergio Mattarella, que en su d¨ªa fue juez del Tribunal Constitucional, de abusar de sus poderes al oponerse al nombramiento del euroesc¨¦ptico Paolo Savona, propuesto por la Liga como ministro de Econom¨ªa.
Sin embargo, la opini¨®n m¨¢s difundida entre los constitucionalistas consultados es que en la actuaci¨®n del jefe del Estado no se aprecia ning¨²n atisbo que pueda llevar a sustentar una moci¨®n de sustituci¨®n por excederse de sus funciones. Tal y como recoge el art¨ªculo 92 de la Carta Magna italiana, el presidente de la Rep¨²blica ¡°es el encargado de nombrar al presidente del consejo ¨CGiuseppe Conte en este caso- y a propuesta de este, a los ministros¡±. La mayor¨ªa considera que ahora se trata de una cuesti¨®n pol¨ªtica y no t¨¦cnica.
El procedimiento es considerablemente complejo y contempla tiempos muy dilatados. Primero debe registrarse una petici¨®n formal de juicio pol¨ªtico ante el presidente de la C¨¢mara de los diputados, aportando pruebas que la sustenten; despu¨¦s tiene que pasar por varias comisiones creadas ad hoc para valorar su viabilidad; superado este proceso, se presenta ante el Parlamento para que vote a favor o en contra a trav¨¦s de escrutinio secreto. Si de ah¨ª obtuviera el voto favorable ¨Cimprobable en ese caso porque necesita una amplia mayor¨ªa pol¨ªtica que en este caso no existe- pasar¨ªa al Tribunal Constitucional, que se deber¨ªa reforzar con 16 miembros agregados expresamente para poder comenzar el juicio, una vez que el Parlamento haya elegido a los miembros que sustentar¨ªan la acusaci¨®n popular. Aunque algunos partidos han amagado con iniciar un proceso de destituci¨®n contra el presidente de la Rep¨²blica -en otros casos que no guardan ninguna similitud con el actual- en la historia de la Rep¨²blica italiana nunca se ha pasado de las amenazas y las tentativas nunca han llegado a buen puerto.
Aunque no ser¨ªa la primera vez que el Movimiento 5 Estrellas formaliza en el Parlamento una petici¨®n de este tipo. Su historial con las instituciones ya contempla un intento de juicio pol¨ªtico contra un presidente de la Rep¨²blica. En 2014 acus¨® a Giorgio Napolitano de atentado contra la Constituci¨®n y de excederse en su mandato y orquestar la campa?a que acab¨® con el tecn¨®crata Mario Monti al frente del Gobierno, entre otros. Pero la iniciativa fue archivada un mes despu¨¦s por el comit¨¦ que examin¨® la propuesta en primera instancia.
En 1978 Giovanni Leone, en el punto de mira en aquella ¨¦poca por el esc¨¢ndalo Lockheed, relativo a la compra il¨ªcita de aviones a Estados Unidos, dimiti¨® despu¨¦s de que el Partido Comunista italiano anunciara sus intenciones de presentar una moci¨®n de destituci¨®n y antes de que se formalizara el proceso.
En 1991, el PDS y Rifondazione Comunista iniciaron un juicio pol¨ªtico basado en 29 acusaciones contra Francesco Cossiga, entre las que se inclu¨ªa su presunto apoyo a la organizaci¨®n secreta Gladio, creada para hacer frente al comunismo. El Parlamento termin¨® rechazando la iniciativa al considerar que las denuncias eran infundadas, pero un a?o despu¨¦s Cossiga dimiti¨® dos meses antes del fin natural de su mandato, sin proceso de destituci¨®n de por medio.
En las ¨²ltimas horas, el Movimiento Cinco Estrellas no ha vuelto a pronunciarse al respecto, lo que hace pensar que su amenaza de impeachment se trate solo de un ¨®rdago propagand¨ªstico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.