Di Maio, un agitador en el palacio
Luigi Di Maio, el l¨ªder de 5 Estrellas, inici¨® la negociaci¨®n poselectoral como ganador y acab¨® acorralado por La Liga
Luigi Di Maio (Avellino, 1986) perdi¨® los nervios la noche del pasado domingo. Tras 83 largos d¨ªas de negociaciones, el l¨ªder del Movimiento 5 Estrellas (M5S) descubri¨® delante de toda Italia que le hab¨ªan tomado el pelo. Once millones de votos se iban por el desag¨¹e y Matteo Salvini, su socio en el acuerdo, que acababa de completar una jugada de libro para hacerlo saltar todo por los aires, se colocaba en la pole?de una repetici¨®n electoral. Giggino, como le conocen sus amigos, agarr¨® su m¨®vil y comenz¨® una retransmisi¨®n en la que llam¨® a su militancia a salir a la calle y rebelarse contra el presidente en la ¡°noche m¨¢s oscura de la Rep¨²blica¡±. Cuando apag¨® la c¨¢mara y recobr¨® el aliento, pudo escuchar un crujido seco. Su autoridad en el partido acababa de resquebrajarse. Especialmente en una parte de la bancada parlamentaria.
En el sector siciliano del M5S, un formidable motor de diputados y senadores (49 parlamentarios) que funciona como una unidad en el partido y se ha partido la cara contra la mafia all¨¢ abajo, no gust¨® nada. El hermano del presidente, Sergio Mattarella, muri¨® asesinado en 1980 por la Cosa Nostra. La imagen de este sacando el cad¨¢ver de Piersanti del coche es un icono de la lucha contra esa lacra en Italia y un s¨ªmbolo de la dignidad ciudadana. ¡°Se le fue la cabeza. Ofendi¨® al presidente¡±, se?alan fuentes de ese entorno. Al d¨ªa siguiente, el garante del M5S, Beppe Grillo, public¨® una carta en un peri¨®dico llamando a la calma y desautorizando a su pupilo. El polit¨®logo Piero Ignazi resume as¨ª la pifia: ¡°Arruin¨® en cinco minutos su imagen de un persona fiable construida en cinco a?os. Fue por histerismo juvenil y falta de experiencia, un ataque de nervios. Cay¨® en la trampa de Salvini, que demostr¨®, como todos los miembros de la Liga, tener una experiencia incomparable. La pol¨ªtica es una profesi¨®n, y ellos todav¨ªa son amateurs¡±.
Di Maio lo arregl¨® en el ¨²ltimo minuto. Retrocedi¨® y hoy, a sus 31 a?os sin una experiencia laboral m¨¢s all¨¢ de una legislatura en el Parlamento, compartir¨¢ la vicepresidencia del Gobierno con Salvini y gestionar¨¢ el Ministerio m¨¢s complejo. Una fusi¨®n entre Trabajo y Desarrollo Econ¨®mico, la zona cero de donde emana el cabreo de los italianos. Un ¨¢rea para la que se necesitar¨ªan varios ministros si solo se quisieran gestionar bien los marrones industriales que se avecinan: Alitalia, la acerera Ilva, Alcoa... En 2018 fueron 162 casos que implicaron a 180.000 trabajadores. Pero Di Maio ha elegido esa cartera, sobre todo, porque le permitir¨¢ distribuir la renta de ciudadan¨ªa. El tu¨¦tano de sus promesas electorales: 780 euros para todo desempleado a quien no hayan llegado m¨¢s de dos ofertas de trabajo. Se lo debe al sur, que le vot¨® en masa.
[SUMVACIO]Los ataques al presidente Mattarella han debilitado su liderazgo
Hijo de una familia humilde de Pomigliano D¡¯Arco ¡ªun peque?o pueblo a 20 kil¨®metros de N¨¢poles golpeado por casi todos los males del sur de Italia¡ª, siempre se puso del lado de los necesitados, cuentan sus amigos de la ¨¦poca. Las amenazas del Norte que profer¨ªa su actual socio hace poco tiempo le horrorizaban. ¡°Soy de N¨¢poles, del Sur, y Salvini era uno de los que dec¨ªa aquello de ¡®Vesuvio, l¨¢valos con fuego¡¯. La alianza es imposible¡±, lleg¨® a decir. Pero el inter¨¦s aprieta y ahora est¨¢n metidos en esto juntos con una f¨®rmula de gobierno ins¨®lita
El M5S eligi¨® a Giuseppe Conte, un profesor de Derecho Privado a quien no conoc¨ªa nadie en Italia, como primer ministro. Los grillinos le dise?ar¨¢n la agenda, la comunicaci¨®n ¡ªsu portavoz ser¨¢ el mismo que el del partido¡ª y le construir¨¢n el equipo. La idea es dominar esa parte de la acci¨®n pol¨ªtica, se?ala el exdiputado y fundador del partido de izquierdas Possibile, Pippo Civati. ¡°Pero la jerarqu¨ªa entre Di Maio y Salvini no ser¨¢ f¨¢cil. Y adem¨¢s de gobernar, tendr¨¢ que demostrar que puede controlar una partida pol¨ªtica muy compleja¡±.
El l¨ªder de M5S ha elegido Trabajo para distribuir la renta de ciudadan¨ªa
Falta de experiencia
La Liga ya ha pisado la moqueta del Palacio Chigi en el pasado. Tiene clase dirigente y un ideario mucho m¨¢s claro. ¡°Puede que en eso nos lleven ventaja. Nosotros tenemos la calle¡±, se?ala un diputado grillino. Pero ahora est¨¢n dentro, y ah¨ª nadie se f¨ªa de nadie. Por eso Salvini ha colocado como jefe de Gabinete a su mejor hombre, el experimentado Giancarlo Giorgetti, curtido en la fontaner¨ªa del partido y el Estado para controlar al primer ministro y todo lo que pase a su alrededor. Ser¨¢ el ancla de Salvini.
En la calle, el M5S afronta una dura realidad: sus votantes de izquierdas est¨¢n horrorizados con el pacto con la ultraderechista y xen¨®foba Liga. El partido, normalmente abierto en temas sociales y a algunas expresiones del mundo LGTB, acepta al frente del Ministerio de Familia y Discapacidad a Lorenzo Fontana, un antiabortista de la Liga que estren¨® el cargo proclamando que ¡°las familias gais no existen¡±. En la cuesti¨®n migratoria tampoco habr¨¢ matices. ¡°Todos a su casa¡±, grita Salvini. Antiguos miembros del M5S, como el alcalde de Parma, Sergio Pizzarotti, creen que ya no queda nada de las ideas originales del partido. ¡°Hoy todos los votos de la izquierda ya no los recoger¨ªa. Aquel partido muri¨® en 2016. Parece que la Liga haya ganado, obtiene m¨¢s ministros de lo que cosech¨® en votos. Pero Di Maio no pod¨ªa permitirse volver a las urnas, porque Salvini habr¨ªa ganado solo¡±.
El problema ser¨¢ si el acuerdo se rompe. Di Maio est¨¢ hoy en una posici¨®n mucho m¨¢s d¨¦bil que la que le otorgaron las urnas. Cuestionado en el partido, la inagotable reserva del M5S, personalizada en el joven Alessandro Di Battista, calienta en la banda esperando su pr¨®ximo error. Pero tocar¨¢ el poder, y eso es justo lo que necesitaban ¨¦l y el M5S despu¨¦s de desga?itarse en las calles de Italia desde su fundaci¨®n. Ayer lo dijo bien claro en su primer mitin como vicepresidente: "Ahora nosostros somos el Estado".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.