Trump rectifica y firma una orden para frenar la separaci¨®n de ni?os y familias migrantes sin papeles
Los 2.300 menores de edad ya apartados de sus padres no se reagrupar¨¢n de forma inmediata
La ola de protestas, dentro y fuera de Estados Unidos, por la separaci¨®n de ni?os y familias migrantes sin papeles ha forzado a Donald Trump a dar marcha atr¨¢s en esta pol¨ªtica. El presidente firm¨® este mi¨¦rcoles una orden ejecutiva que ponga fin a una pr¨¢ctica que ha causado estupor entre los propios republicanos, provocado la condena del Papa, la reprobaci¨®n de Naciones Unidas y el rechazo de otros Gobiernos, como el de Reino Unido. Trump ha explotado electoralmente el discurso antiinmigraci¨®n con ¨¦xito y sin contemplaciones hasta ahora, pero el golpe a la infancia ha roto finalmente una costura.
¡°Queremos mantener a las familias juntas. Es muy importante¡±, confirm¨® Trump esta ma?ana, quien admiti¨® que la "visi¨®n" de estas separaciones no le gustaba. Se trata de una rectificaci¨®n expl¨ªcita del presidente de EE UU, quien siempre saca pecho por su dureza negociadora y hab¨ªa tomado el drama de los ni?os sin papeles como moneda de cambio para lograr una legislaci¨®n migratoria m¨¢s dura. Aun as¨ª, mantiene el brazo de hierro porque la orden busca acelerar juicios y eliminar los plazos que limitan la detenci¨®n de menores. Los aproximadamente 2.300 ni?os ya apartados, adem¨¢s, no se reagrupar¨¢n de forma inmediata con sus familias de custodia mientras se resuelven sus procesos migratorios.
EE UU ha empezado a separar desde abril de forma generalizada a las familias que intentan entrar ilegalmente, despu¨¦s de un cambio de criterio de la Fiscal¨ªa. Bajo una nueva doctrina de "tolerancia cero", todo inmigrante indocumentado se considera un delincuente y se le procesa judicialmente como tal, aunque no tenga antecedentes penales, por eso los ni?os no pueden seguir junto a ellos y son separados. La crisis estall¨® en la opini¨®n p¨²blica en los ¨²ltimos d¨ªas, cuando se hizo p¨²blico que en el lapso de apenas seis semanas, entre el 19 de abril y 6 de junio, la Administraci¨®n hab¨ªa separado a unos 2.000 ni?os, a veces beb¨¦s, de sus progenitores o familiares adultos.
La repulsa a esta situaci¨®n fue creciendo y generaliz¨¢ndose hasta lograr algo tan improbable como que Donald Trump, el magnate que alardea de negociar con dureza y ganar cualquier pulso, haya dado marcha atr¨¢s y decidido mantener a las familias juntas, aunque sigan los cargos criminales para cualquier sin papeles. Han hecho falta im¨¢genes de hileras de ni?os entre tiendas de campa?a y grabaciones de sus llantos dando la vuelta al mundo. "El dilema es que si eres d¨¦bil tu pa¨ªs se va a ver abrumado con gente, si eres fuerte, entonces no tienes coraz¨®n. Quiz¨¢ prefiero ser fuerte", reflexion¨® ante los reporteros.
M¨¢s plazo de detenci¨®n y menos espera para el juicio
La "tolerancia cero", de hecho, se mantiene. Un fallo judicial de 1997 ¡ªratificado despu¨¦s por otras sentencias¡ª conocido como el acuerdo de Flores estableci¨® que ning¨²n ni?o puede permanecer en un centro de detenci¨®n m¨¢s de 20 d¨ªas aunque est¨¦ con sus padres. Con la nueva pol¨ªtica de separaci¨®n de los menores, este l¨ªmite ya no afectaba a sus progenitores. La orden ejecutiva reci¨¦n firmada insta al fiscal general a solicitar la reversi¨®n de ese acuerdo y ese plazo, plantea la aceleraci¨®n de los procesos judiciales para las familias e insta al Departamento de Defensa a facilitar instalaciones para albergar a las familias.
El Gobierno tiene bajo custodia a 11.351 menores inmigrantes en un centenar de centros, seg¨²n los ¨²ltimos datos. El dem¨®crata Barack Obama tambi¨¦n aplic¨® la doctrina de la tolerancia cero en la frontera cuando se enfrent¨® a oleadas de inmigraci¨®n irregular, pero hac¨ªa excepciones con los adultos que iban acompa?ados de ni?os y tambi¨¦n con aquellos que comet¨ªan su primera infracci¨®n. Y su predecesor, el republicano George W. Bush, tambi¨¦n aceler¨® los juicios y generaliz¨® los cargos penales contra los sin papeles, pero mantuvo a las familias unidas de forma generalizada.
Estos d¨ªas Trump ha estado justificando que la medida no implicaba m¨¢s que el cumplimiento de la ley y que era responsabilidad de los legisladores cambiarlo con una nueva normativa. Pero esta pr¨¢ctica no responde a ninguna legislaci¨®n y el hecho de que este mi¨¦rcoles anuncie una orden ejecutiva para frenarlo lo demuestra. Es m¨¢s, ni siquiera necesitar¨ªa esa orden si se replantea la pr¨¢ctica de la tolerancia cero. La orden ejecutiva estar¨¢ en vigor hasta que haya una nueva legislaci¨®n migratoria que aborde el problema, pero el debate sobre inmigraci¨®n lleva meses bloqueado en el Congreso sin arrojar ning¨²n consenso de reforma.
¡°Tendremos el muro¡±
Trump ha estado presionando a los legisladores para lograr una reforma migratoria que endurezca los controles, frene las entradas tambi¨¦n legales y asigne un presupuesto de 25.000 millones de d¨®lares para el muro que quiere construir en la frontera con M¨¦xico. No hay acuerdo con los dem¨®cratas ni con muchos de los propios republicanos para una legislaci¨®n y el presidente ha tratado de forzar un acuerdo, primero amenazando la permanencia de los dreamers o so?adores (j¨®venes que entraron sin papeles siendo ni?os y han crecido en EE UU), algo que paraliz¨® un tribunal, y ahora culpando a los legisladores de la separaci¨®n de familias. Esta tarde, al firmar la orden ejecutiva, fue rotundo: "Tendremos el muro".
El trauma de los ni?os ha hecho esta vez de juez. El martes por la tarde Trump particip¨® en una reuni¨®n con congresistas republicanos que le instaban a insistir en su doctrina. Esa la noche, en un restaurante mexicano de Washington DC, Kirjsten Nielsen, la secretaria de Seguridad Interior de Trump y su principal portavoz y defensora en este conflicto, fue abucheada. Por la ma?ana, el papa Francisco tambi¨¦n lo hab¨ªa criticado en una entrevista con Reuters. "No es f¨¢cil, pero el populismo no es la soluci¨®n", dijo en apoyo de la postura de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, que ha calificado de "inmoral" y "contrarias a los valores cat¨®licos" estas medidas. La primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, tambi¨¦n lo tild¨® de "error".
Y as¨ª una retah¨ªla de cr¨ªtica que se sumaban a las de tres ex primeras damas estadounidenses, republicanas y dem¨®cratas, m¨²ltiples legisladores republicanos y el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra¡¯ad al-Hussein, quien calific¨® la separaci¨®n de ¡°abuso infantil¡±.
Trump lleg¨® a la Casa Blanca aupado, entre otros mensajes, por un fuerte discurso antiinmigraci¨®n ¡ªla irregular pero tambi¨¦n la legal¡ª cargado en ocasiones de un lenguaje xen¨®fobo. Su pol¨ªtica coincide con una ola de nacionalismo que tambi¨¦n sacude a Europa y que ha cristalizado ya en Gobiernos como el de Hungr¨ªa o el de Italia. En Estados Unidos, el conflicto ha estallado adem¨¢s en un momento de repunte de inmigraci¨®n irregular, pero lejano a¨²n del que Barack Obama afront¨® en 2014. Algunas de las im¨¢genes de ni?os en salas separados por rejas, como si fueran grandes jaulas, corresponden a ese a?o.
Menos presi¨®n para el Congreso
La decisi¨®n de Donald Trump de acabar, por decreto, con la ruptura de familias de inmigrantes convierte, por ahora, en innecesaria la estrategia de los republicanos del Congreso de actuar en ese asunto. El presidente se pas¨® d¨ªas culpando falsamente a los dem¨®cratas de obligarle por ley a separar a padres e hijos tras cruzar ilegalmente la frontera cuando en realidad responde a una decisi¨®n unilateral de su Gobierno, no a una legislaci¨®n. Trump inst¨® al Congreso a acabar con la separaci¨®n y los republicanos recogieron el martes el guante al anunciar propuestas en esa direcci¨®n. Sin embargo, los dem¨®cratas sugirieron que nos las apoyar¨ªan, lo que hac¨ªa imposible su aprobaci¨®n en el Senado, al recordar que Trump pod¨ªa terminar por su cuenta con la pol¨¦mica directiva.
El l¨ªder conservador del Senado, Mitch McConnell, anunci¨® que todos los 51 senadores republicanos apoyan una propuesta de ley para "mantener unidas" a familias de indocumentados. Y este mi¨¦rcoles el presidente de la C¨¢mara de Representantes, el republicano Paul Ryan, anunci¨® el voto, el jueves, de dos iniciativas sobre inmigraci¨®n que abordar¨ªan la separaci¨®n de padres e hijos pero junto a otros cambios, como restricciones a la migraci¨®n legal, construcci¨®n de un muro fronterizo o posibles v¨ªas para la residencia legal de los dreamers, inmigrantes que llegaron de ni?os a EE UU.
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