El estoicismo de Claudia Sheinbaum
La candidata de Morena para gobernar la Ciudad de M¨¦xico lidera todas las encuestas y sabe que el ¨²nico secreto para ganar consiste en no perder el control y esperar
"Contenci¨®n, contenci¨®n. Tranquila, tranquila...". Claudia Sheinbaum arruga la frente, aprieta los labios y se repite estas dos palabras como si fuera un mantra. Sabe que va ganando. Desde hace meses se ha visualizado como la nueva jefa de gobierno de la capital mexicana. Es la favorita en las encuestas desde que presentara su candidatura y no puede perder el control. No ahora. Nadie quiere ver a una "se?ora que se enoj¨®" y tiene muy presentes los votos que perdi¨® su mentor, L¨®pez Obrador, el d¨ªa en el que explot¨® en un debate presidencial. "Hay veces que llego a casa y pienso: les ten¨ªa que haber contestado m¨¢s".
Sheinbaum (Ciudad de M¨¦xico, 1962) es la elegida por el l¨ªder de Morena para gobernar la Ciudad de M¨¦xico. Es pr¨¢cticamente imposible encontrar un cartel de campa?a en el que no aparezca junto a su rostro el de L¨®pez Obrador. Sus a?os de gobierno en la capital (de 2000 a 2005), adem¨¢s de su exitosa campa?a nacional, se extienden como una sombra alargada por una de las ciudades m¨¢s grandes del mundo. Y hay quienes corean su nombre en los actos de campa?a de la aspirante.
Se define como una pol¨ªtica de izquierdas ¡ªaficionada a seguir las intervenciones de los l¨ªderes de Podemos en el Congreso espa?ol¡ª, comprometida con la diversidad cultural, el medio ambiente, defensora de los pueblos originarios de la capital y de los derechos reproductivos de la mujer. "Mi gobierno ser¨¢ laico", sentencia firme. Sin embargo, como una manera desesperada de arrancarle votos al resto de formaciones, carga con una coalici¨®n formada por otro partido de origen evang¨¦lico y de ultraderecha, Encuentro Social (PES).
Insiste en que no le gusta prometer medidas que sabe que no va a cumplir, aunque ha concretado muy pocas, por eso ha sido la ¨²nica de los tres principales aspirantes ¡ªjunto con Alejandra Barrales (PRD-PAN-Movimiento Ciudadano) y Mikel Arriola (PRI)¡ª que no ha propuesto construir m¨¢s kil¨®metros de metro. Y ante los principales retos que tiene la ciudad: inseguridad, movilidad y servicios p¨²blicos (abastecimiento de agua, principalmente), repite una y otra vez que lo primero es medir. Un mensaje poco efectista a 10 d¨ªas de las elecciones.
Esta licenciada en f¨ªsica y doctora en ingenier¨ªa energ¨¦tica, de 55 a?os, por la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico, representa un esp¨¦cimen extra?o para la pol¨ªtica mexicana. Declara orgullosa que ella misma escribe sus discursos y anota f¨®rmulas matem¨¢ticas que le sirven para sintetizar las ideas. Su pragmatismo lo ha llevado incluso a la forma de vestir: ha elegido un uniforme para esta campa?a que consiste, sin apenas variaciones, en una camisa blanca, jeans y pa?uelo al cuello. Una decisi¨®n pr¨¢ctica y tambi¨¦n inteligente, que le permite centrar la atenci¨®n de algunos art¨ªculos machistas ¨²nicamente en su discurso.
No es una l¨ªder de masas, apenas sonr¨ªe en los actos p¨²blicos y, aunque se esfuerza por disimularlo, parece inc¨®moda gritando consignas sobre un escenario ante decenas de simpatizantes. "Me lo han recomendado. Quiz¨¢ deber¨ªa re¨ªr m¨¢s frente a las c¨¢maras. Siento que me concentro demasiado y me pongo un poco seria", reconoce.
Una se?ora mayor se ha acercado a la ventanilla del coche. El ch¨®fer, ajeno a la escena, ha decidido acelerar. La candidata lo reprende: "C¨¦sar, esp¨¦rate". Se para el carro y Sheinbaum besa la mano de esta vecina de una de las muchas colonias humildes y perif¨¦ricas de la capital, en la delegaci¨®n de Cuajimalpa. Cuando se apaga el micr¨®fono y se aleja de la multitud llega su momento, se ablanda. Sin olvidar nunca que cada voto cuenta en una ciudad gobernada durante 21 a?os por el partido de su principal rival, el PRD de Alejandra Barrales.
Desde la parte trasera del coche de campa?a explica el punto m¨¢s contradictorio de su candidatura: un partido de izquierdas aliado con una formaci¨®n evang¨¦lica y ultraconservadora. "En esta ciudad est¨¢n reconocidos much¨ªsimos derechos a las mujeres, el matrimonio de personas del mismo sexo... Eso est¨¢ garantizado y as¨ª debe ser. ?Hay diferencias entre nosotros? S¨ª, s¨ª hay diferencias. Pero en la Ciudad de M¨¦xico hay derechos que son irreversibles. Est¨¢ muy claro con ellos cu¨¢l es nuestro programa y c¨®mo se incorporan. Si alguien del PES gobierna conmigo tiene que aceptar todo esto", sentencia.
No es la primera vez que lucha por un cargo p¨²blico. En 2015 gan¨® la alcald¨ªa de Tlalpan (al sur de la ciudad) y en su jefatura ha tenido que lidiar con uno de los episodios m¨¢s tr¨¢gicos que ha vivido la capital en los ¨²ltimos 30 a?os: el terremoto del 19 de septiembre que se cobr¨® la vida de m¨¢s de 300 personas. En su delegaci¨®n, adem¨¢s, se derrumb¨® un colegio donde hubo 26 muertos: 19 ni?os y siete adultos y se convirti¨® en un s¨ªmbolo de la cat¨¢strofe. Las irregularidades de aquella construcci¨®n marcaron la etapa final de su legislatura, algo que la ha perseguido durante toda su campa?a, con ataques constantes de sus rivales: "Fue una tragedia doloros¨ªsima. No he querido entrar ah¨ª porque soy ¨¦tica, no voy a usar ni para bien ni para mal un tema as¨ª. Lo enfrent¨¦ y en ese sentido me siento tranquila. Lo peor que puedes hacer en el servicio p¨²blico es darle la espalda a los problemas".
El veh¨ªculo sube con dificultad los intrincados callejones de un barrio asentado sobre una barranca, en la delegaci¨®n ?lvaro Obreg¨®n. Y la candidata, entrenada para aguantar estoicamente, se pone muy tensa.
¡ª?Metiste primera, Cesarito..? El otro d¨ªa me baj¨¦ porque era una cuesta muy grande y s¨ª me dio p¨¢nico.
Lleva en su bolso el ¨²ltimo libro de Jorge Volpi, Una novela criminal (Premio Alfaguara 2018), en la que el escritor documenta la farsa que rode¨® el encarcelamiento de la francesa Florence Cassez en 2005. Y, aunque no lo ha terminado, comenta: "Enseguida, te das cuenta de que manipularon todo el caso". No parece sorprendida, reconoce que la corrupci¨®n de las autoridades puede llegar hasta lo m¨¢s oscuro. "Quien trabaje conmigo tendr¨¢ que ser honesto y profundamente entregado al servicio p¨²blico", advierte. "Y quiero incluir a muchos j¨®venes, a gente con experiencia pero tambi¨¦n a otros que renueven el gobierno de la ciudad".
Si las encuestas no se equivocan, Claudia Sheinbaum ser¨¢ la primera mujer en la historia en gobernar la capital. Pero tambi¨¦n la primera en arrebatarle al fracturado PRD el ¨²ltimo basti¨®n que lo manten¨ªa en pie. Con su principal rival derrotado, Morena y su l¨ªder, se anotar¨ªan una victoria hist¨®rica: lograr que el gobierno federal y el de la capital est¨¦n controlados por el mismo partido, el de L¨®pez Obrador.
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