La UE acelera las ayudas a ?frica para rebajar la tensi¨®n migratoria

El dinero es, parad¨®jicamente, el elemento m¨¢s f¨¢cil de consensuar en el crispado debate migratorio. Y duplicar los desembolsos para ?frica ha resultado la mejor manera de rebajar tensiones. El encuentro informal que reuni¨® hace tres d¨ªas a 16 mandatarios de la UE logr¨®, al menos, apaciguar los ¨¢nimos entre los l¨ªderes. Pero adem¨¢s emergi¨® este doble compromiso financiero, que pretende aliviar a la vez a Alemania, receptora de la mayor parte de los demandantes de asilo que accedieron a Europa desde Turqu¨ªa, y a Italia, m¨¢s afectada por los movimientos desde ?frica.

Ese objetivo, condensado en una escueta frase, figura en el texto que refrendar¨¢n los jefes de Estado y de Gobierno durante la cumbre de dos d¨ªas que empieza este jueves en Bruselas. Aunque el arreglo se pact¨® en ese grupo reducido de 16 Estados, el compromiso que preparan los Veintiocho ¡°celebra el acuerdo alcanzado¡±. No se esperan objeciones de los ausentes, en particular del bloque del Este. Polonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa y Eslovaquia rechazan la acogida de refugiados, pero ven con buenos ojos aportar m¨¢s fondos para frenar las llegadas irregulares.

Volcarse en la ayuda exterior para evitar que migrantes y refugiados lleguen a las costas europeas ha sido la principal receta aplicada desde la aguda crisis de 2015. En principio, todo el foco se puso en Turqu¨ªa, principal punto de partida de demandantes de asilo, que recibi¨® 3.000 millones de euros de la UE para atender a los 3,5 millones de refugiados que alberga en su territorio. Esa partida, una de las principales condiciones del acuerdo que firmaron los socios comunitarios con el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan en 2016, deb¨ªa tener continuidad en 2018, con otros 3.000 millones.

Casi al mismo tiempo, Bruselas puso en marcha un fondo fiduciario para ?frica, destinado a incidir en las causas de las migraciones (falta de empleo, cambio clim¨¢tico¡­). El presupuesto comunitario aport¨® 1.800 millones de euros iniciales, a la espera de que los Estados igualaran esa cantidad. Hasta el momento las contribuciones nacionales suman 419 millones (esencialmente de Alemania e Italia) y Bruselas reclama otros 1.200 millones para hacer frente a esas necesidades (la Comisi¨®n ha puesto casi 3.000 millones). Molesta con la mayor predisposici¨®n a contribuir a Turqu¨ªa que a ?frica, Italia ha obstaculizado la aprobaci¨®n del fondo turco, en el que la Comisi¨®n aporta dos tercios y los pa¨ªses el tercio restante.

Tras la charla del domingo, el Consejo, que representa a los Estados, deber¨¢ poner fecha concreta para aportar esos 1.000 millones de euros nacionales al instrumento turco y un m¨ªnimo de 500 para el fondo africano, seg¨²n explican fuentes comunitarias. Alg¨²n pa¨ªs del norte ya ha comprometido un desembolso, aunque las cifras concretas solo llegar¨¢n tras la cumbre que concluye este viernes. La ambici¨®n demostrada en la parte africana sigue siendo, pese a todo, inferior. Algunos Estados alegan reservas respecto al funcionamiento de ese fondo fiduciario, m¨¢s pensado para aliviar las causas de las migraciones que para solventar crisis urgentes (no permite, por ejemplo, comprar material para los guardacostas libios que patrullan las zonas de donde salen los migrantes).

Est¨¢ por ver que este pacto parcial allane el camino a un entendimiento europeo en migraci¨®n. Un alto funcionario europeo implicado en las discusiones lo considera ¡°un gran avance¡±. Supone, como m¨ªnimo, un primer paso tras varias semanas de desencuentros. Los choques pol¨ªticos coinciden en el momento de menor presi¨®n de llegadas desde la crisis desatada en 2015. Desde octubre de ese a?o, el mes m¨¢s cr¨ªtico, han descendido un 95%, seg¨²n datos de Frontex, la agencia europea de fronteras.

Ayuda a Marruecos

Pese a esa mejora global, los cruces de fronteras hacia Grecia y Espa?a crecen en lo que va de a?o. Conscientes de que es importante cuidar la llamada ruta del Mediterr¨¢neo occidental, que desemboca en Espa?a, los representantes de los pa¨ªses miembros abogan tambi¨¦n por mejorar la atenci¨®n a Marruecos. En los cinco primeros meses del a?o se detectaron 8.200 entradas irregulares, un 59% m¨¢s que en el mismo periodo de 2017. La tendencia no ha mejorado en junio.

Con esa realidad como trasfondo, el texto de conclusiones alude a Marruecos ¡ªel punto de origen de casi todas las llegadas actuales a Espa?a¡ª para que constara la necesidad de dar ¡°apoyo financiero, o de otro tipo¡± a los esfuerzos ¡°para prevenir la migraci¨®n ilegal¡±. Espa?a defend¨ªa este reconocimiento a Marruecos y es partidaria de escuchar m¨¢s las necesidades de este pa¨ªs para contener los flujos hacia Europa.

La gran inc¨®gnita de todo este engranaje es saber qu¨¦ obtiene Alemania, cuya situaci¨®n pol¨ªtica pende de un hilo por la subida de tono del debate migratorio. El ministro del Interior y socio b¨¢varo de la coalici¨®n de Gobierno germana, Horst Seehofer, amenaz¨® con cerrar unilateralmente las fronteras a los demandantes de asilo que hubieran presentado su solicitud en otro Estado miembro.

De forma mucho menos expl¨ªcita que en el caso de los fondos para contener la migraci¨®n, el texto de conclusiones se refiere a esos movimientos secundarios de refugiados. De entrada, los Estados miembros constatan que esos flujos internos ¡°ponen en peligro la integridad del sistema com¨²n de asilo y de Schengen¡±. Esta es la gran amenaza que blanden los Estados del norte para pedirles a los del sur que controlen las fronteras exteriores: si no se hacen esos chequeos externos, habr¨¢ que recurrir a los internos, con consecuencias econ¨®micas incalculables para el ¨¢rea de libre circulaci¨®n.

Para evitarlo, la soluci¨®n esbozada consiste en suscribir acuerdos bilaterales o multilaterales (por ejemplo entre Alemania, Francia, Espa?a y Grecia) para que estos tres pa¨ªses se comprometan a readmitir a todos los demandantes de asilo que hayan pasado antes por sus territorios y que luego hayan recalado en Alemania. Esas soluciones temporales contendr¨ªan la marea pol¨ªtica hasta que los 28 pa¨ªses europeos sean capaces de pactar un nuevo sistema europeo de asilo, estancado desde 2016.