Francisco acelera la formaci¨®n de colegio cardenalicio a su medida

La Providencia y la infalibilidad papal viajan en estos tiempos l¨ªquidos a trav¨¦s de WhatsApp, Telegram o SMS. En ocasiones, para los menos diestros, el mensaje incluso puede llegar a trav¨¦s de las ondas y la se?al de televisi¨®n. As¨ª es como se enteraron de la noticias varios de los 14 nuevos cardenales consultados que el papa Francisco crear¨¢ este jueves en su quinto Consistorio. Una celebraci¨®n con la que se acerca al ecuador de la mayor¨ªa de purpurados electores nombrados en su pontificado y que permite establecer algunas tendencias con la vista puesta en un hipot¨¦tico C¨®nclave del que saldr¨¢ su sucesor. La l¨ªnea est¨¢ clara: se reduce el peso de Europa, crecen las periferias -sociales y geogr¨¢ficas- y hay una notable insistencia para aumentar la presencia de Espa?a, menos representada en etapas anteriores. Un colegio cardenalicio hecho ya muy a la medida de Francisco.

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¡°El peligro en tiempos de crisis es buscar un salvador que nos devuelva la identidad y nos defienda con muros¡±

Hoy pr¨¢cticamente la mayor¨ªa de Pr¨ªncipes de la Iglesia que podr¨¢n votar en el siguiente C¨®nclave -solo se producir¨ªa si el actual Papa falleciese o renunciase- han sido nombrados por el propio Pont¨ªfice: son ya 59 de los 125 purpurados del Colegio (no hay un l¨ªmite establecido para el total, aunque Pablo VI estableci¨® uno oritentativo de 120). Si se suman los tres mayores de 80 a?os que recibir¨¢n hoy el capelo y el anillo cardenalicio ser¨¢n 74 los creados por Francisco en estos cinco a?os. Un proceso que influye notablemente en la identidad geogr¨¢fica y social de la Iglesia, aunque tambi¨¦n en la elecci¨®n del siguiente Pont¨ªfice. Pero nunca es definitivo. De hecho, 113 de los purpurados que eligieron a Joseph Ratzinger el 18 de abril de 2005 hab¨ªan sido creados por Juan Pablo II durante sus 26 a?os y medio de papado. Todo hac¨ªa pensar que el elegido ser¨ªa uno de ellos. Sin embargo, la Divina Providencia dictamin¨® que fuera uno de los dos ¨²nicos que hab¨ªa creado Pablo VI.

La reciente mayor¨ªa ¡ªm¨¢s de la mitad del colegio¡ª invita a pensar en la irreversibilidad de algunas de las l¨ªneas abiertas por este Papa y en la influencia que puede tener su Pontificado en el futuro. ¡°Lo que no tiene vuelta atr¨¢s es la mayor¨ªa construida de cardenales no europeos. Eso ya hab¨ªa sido manifestado con sus antecesores, pero con ¨¦l es estable y va aumentando¡±, se?ala Giovanni Maria Vian, director de L¡¯Osservatore Romano y experto en historia de la Iglesia. El equilibrio entre continentes se mantiene a trav¨¦s de una profundizaci¨®n en la atenci¨®n a las perif¨¦ricas geogr¨¢ficas. Aunque los cardenales europeos en un posible c¨®nclave seguir¨ªan siendo la mayor¨ªa, al pasar de 47 a 53, con Francisco, por ejemplo, los del continente americano ya son 35 (17 de Norteam¨¦rica, 5 de Centroam¨¦rica y 13 de Sudam¨¦rica). Los de ?frica pasan de 15 a 17; de Asia pasan de 14 a 16 y de Ocean¨ªa siguen siendo 4. En esta ocasi¨®n los nombramientos alcanzan a Espa?a, Irak, Jap¨®n, Madagascar o Per¨².

Pero los datos tambi¨¦n permiten dibujar algunas de las ideas que tiene en la cabeza el Papa. Espa?a, por ejemplo, cobra una especial importancia siendo el ¨²nico pa¨ªs que ha tenido en cada uno de los cinco consistorios que ha realizado Francisco desde su nombramiento, al menos, a un cardenal: Fernando Sebasti¨¢n, Ricardo Bl¨¢zquez, Carlos Osoro, Juan Jos¨¦ Omella. Ahora se suman dos m¨¢s. Uno elector, Luis Ladaria (prefecto de la Congregaci¨®n de la Doctrina de la Fe) y el claretiano Aquilino Bocos (al tener m¨¢s de 80 a?os no participar¨¢ en el siguiente C¨®nclave). Y eso s¨ª es algo sin precedentes. ¡°El Papa tiene mucha relaci¨®n con Espa?a. Conoce muy bien el catolicismo espa?ol. Le tiene estima y est¨¢ valorando personas y l¨ªneas algo olvidadas en los ¨²ltimos decenios. Reconoce el valor cristiano y su testimonio en el interior del catolicismo espa?ol con una cara dialogante y abierta. No tanto por la sede, como por el que est¨¢ en esa sede. Los perfiles importan mucho¡±, se?ala Vian.

Uno de ellos es Luis Ladaria (Manacor, 1944), jesu¨ªta como Francisco y figura clave en el organigrama vaticano: es el espa?ol de mayor rango en la curia. Custodio de la ortodoxia de la doctrina (antiguamente se llamaba Santo Oficio o Santa Inquisici¨®n) y competente en la materia de asuntos delicados como la reciente confrimaci¨®n de la ordenaci¨®n de mujeres como sacerdotes o los abusos a menores, su ascenso entra dentro de la l¨®gica vaticana. Quien ocupa ese cargo ¡ªBenedicto XVI lo hizo durante 24 a?os y su predecesor, el cardenal Gerhard M¨¹ller, no fue renovado tras cinco a?os de resistencias a los cambios y a las sugerencias de la comisi¨®n que trata de prevenir los casos de abusos a menores¡ª siempre lleva la birreta roja.

El mi¨¦rcoles por la tarde, Ladaria atiende a este peri¨®dico y repasa los ¨²ltimos acontecimientos en la lucha contra la pederastia en la Iglesia. El cambio de rumbo en Chile ¡ªlos obispos del pa¨ªs han presentado en masa su renuncia por los esc¨¢ndalos¡ª o la condena a cinco a?os de c¨¢rcel a un exnuncio por posesi¨®n de pornograf¨ªa infantil representan un cambio sustancial respecto a un pasado muy pr¨®ximo. ¡°Hubo un tiempo en que se tend¨ªa a cubrir. No solo la Iglesia, sino la sociedad. Pero los tiempos han cambiado mucho y hoy ya no puede ser. Eso es favorecer que los abusos contin¨²en. Y el hecho de que se trate y se castigue debidamente a quien comete este crimen nos interesa mucho para la prevenci¨®n. Ya no se quiere ni se va a cubrir, porque no sirve para nada. Y adem¨¢s no ser¨ªa cristiano¡±.

El otro espa?ol que pasar¨¢ hoy a ser cardenal, el sexto en la era de Francisco, ser¨¢ Aquilino Bocos (Canillas de Esgueva, 1938). Se enter¨® de su nombramiento el d¨ªa de Pentecost¨¦s viendo la televisi¨®n cuando ni siquiera era Obispo, algo ins¨®lito desde hace tiempo. A sus 80 a?os ya no tiene derecho a participar en el pr¨®ximo C¨®nclave, su creaci¨®n es un reconocimiento a una trayectoria donde, entre otras cosas, ha podido mantener una estrecha relaci¨®n con Francisco. Interrogado acerca de la agresiva oposici¨®n que permanece en algunos sectores de la curia y de la Iglesia al actual Pont¨ªfice, Bocos da su opini¨®n sobre ese fen¨®meno. ¡°No conozco personalmente a nadie de los que lo hacen. Pero esa gente debe leer y estudiar m¨¢s al Papa. Luego, que sean coherentes. No les pido m¨¢s. Porque este Papa est¨¢ transmitiendo un mensaje evang¨¦lico n¨ªtido, y eso es un don especial que recibe la Iglesia. Cada ¨¦poca tiene un Pont¨ªfice distinto y este es el que Dios nos ha dado en este tiempo¡±. Al siguiente, lo elegir¨¢ un colegio de purpurados configurado, cada vez m¨¢s, por Jorge Mario Bergoglio.