?Hola, 911? Tengo una emergencia: soy racista

El negocio de Reginald Reggie Fields, de 12 a?os, sufri¨® un altercado hace una semana. Reggie estaba fuera de una tienda junto a sus peque?os hermanos y primos ofreciendo cortar el c¨¦sped a alg¨²n vecino de Maple Heights, Ohio. La se?ora Lucille?Holt-Colden contrat¨® su servicio y se los llev¨® a casa. Mientras trabajaban, Reggie pas¨® sin querer la cortadora de hierba por el jard¨ªn de la casa aleda?a. Los due?os de esta llamaron a la polic¨ªa. ¡°Estoy tan enojada, esto es totalmente rid¨ªculo. ?qui¨¦n hace esto?¡±, dijo Holt-Colden, afroamericana, al igual que los ni?os, mientras grababa a su vecina Linda Krakora, blanca.

"Si hubieran sido cuatro ni?os blancos, no habr¨ªan llamado a la polic¨ªa", sostuvo Holt-Colden, seg¨²n The New York Times. "Mucho de esto tiene una motivaci¨®n racial". La mujer hab¨ªa publicado un v¨ªdeo a trav¨¦s de Facebook Live en el que mostraba c¨®mo Reggie pasaba la m¨¢quina, una ni?a se turnaba con otro chico el rastrillo y una cuarta peque?a barr¨ªa el c¨¦sped reci¨¦n cortado que ensuciaba la acera. ¡°Qu¨¦ bien lo hacen, en vez de estar afuera haciendo algo malo¡±, narraba Holt-Colden. Cerca de 18.000 espectadores han visto el v¨ªdeo, dejando comentarios con emoticones felices y corazones.

Momentos m¨¢s tarde, Holt-Colden vuelve a hacer un directo titulado ¡°Es tan ??RID?CULO!!¡±. Uno de los ni?os, el de nueve a?os, la acompa?a contrariado mientras ella graba que un coche de la polic¨ªa se aparc¨® frente a su jard¨ªn. Un agente habla con la vecina que los llam¨®. Desde que se cambi¨® al barrio en octubre del a?o pasado, Krakora ha llamado cinco veces a la polic¨ªa. Una de ellas porque los hijos de Holt-Colden estaban lanz¨¢ndose bolas de nieve. El v¨ªdeo ha acumulado m¨¢s de 500.000 reproducciones y los espectadores han mostrado su indignaci¨®n y sus ganas de ayudar a los ni?os.

M¨¢s informaci¨®n

Starbucks cerrar¨¢ una tarde 8.000 locales en EE UU tras un incidente racial en una de sus cafeter¨ªas

Donald J. Trump: una biograf¨ªa a la sombra del racismo

Una aguja en un inmenso pajar: la aventura de conseguir matr¨ªcula de coche en Pek¨ªn

Gracias a una campa?a de donaci¨®n, ¡°El servicio de corte de c¨¦sped del se?or Reggie" recibir¨¢ 7.600 d¨®lares de parte de 300 donantes. Con el dinero, el peque?o comprar¨¢ m¨¢s equipos y extender¨¢ sus servicios. Desde que se difundi¨® el v¨ªdeo hace una semana, Reggie recibe entre 15 y 20 llamadas para cortar el c¨¦sped: "Se siente excelente", describi¨®.

Krakora se defendi¨® en The New York Times diciendo que su marido no hab¨ªa llamado a la polic¨ªa por la raza del ni?o, sino por la basura que le estaban dejando en su lado del patio. Sostuvo que su relaci¨®n es tan mala con Holt-Colden que solo se comunica con ella a trav¨¦s de la polic¨ªa. "No tengo problemas con el color o me habr¨ªa mudado hace a?os", afirm¨®.

Este episodio, tachado de racista por muchos de los espectadores del v¨ªdeo, ocurre un mes despu¨¦s de que una mujer blanca llamara a la polic¨ªa para comunicar que un grupo de afroamericanos estaba haciendo una barbacoa a carb¨®n en un parque de Oakland, California. La respuesta fue un festival de m¨²sica en el mismo sitio llamado BBQing While Black. En el mismo Estado, un vecino llam¨® al 911 para acusar a una mujer que estaba pasando con un carro de la compra frente a su casa. El polic¨ªa, seg¨²n narr¨® en Vox, le pregunt¨® al denunciante cu¨¢l era el problema y este respondi¨®: ¡°Es negra¡±. Por la misma zona estadounidense, tres chicos afroamericanos sal¨ªan de un Airbnb hacia el coche, con sus maletas, cuando aparecieron siete veh¨ªculos de la polic¨ªa. Les pidieron que pusieran sus manos en la cabeza. Hab¨ªan recibido una llamada de una mujer mayor blanca alertando de que podr¨ªan estar robando en el barrio.

A comienzos de mayo, una estudiante blanca de Yale llam¨® a la polic¨ªa porque hab¨ªa una chica afroamericana durmiendo la siesta en el sal¨®n de la universidad. La polic¨ªa fue a interrogarla y era Lolade Siyonbola, una alumna matriculada, que simplemente se hab¨ªa quedado dormida. Siyonbola grab¨® a la denunciante, quien dijo a la c¨¢mara que ten¨ªa todo el derecho de llamar a la polic¨ªa porque no se pod¨ªa dormir en ese sitio. El episodio dur¨® 45 minutos.

Sin duda la situaci¨®n m¨¢s sonada este a?o fue cuando arrestaron a dos personas negras en un Starbucks en Filadelfia. Uno de los clientes grab¨® la situaci¨®n en la que se ve¨ªa a varios agentes de la polic¨ªa hablando con los dos hombres que estaban sentados en una mesa. Poco despu¨¦s, los esposaron y se los llevan detenidos. Estaban esperando a un amigo con el que hab¨ªan quedado en el local. La cafeter¨ªa se disculp¨® y cerr¨® 8.000 establecimientos de su propiedad en Estados Unidos para impartir a sus empleados un seminario sobre c¨®mo evitar situaciones de discriminaci¨®n racial.

En la era de Trump, el n¨²mero de grupos de odio aument¨® un 4% entre 2017 y 2016 ¡ªpas¨® de 917 a 954 en ese periodo de tiempo¡ª, seg¨²n un estudio elaborado por Southern Poverty Law Center (SPLC). La divisi¨®n racial no se percibe solamente en las llamadas a la polic¨ªa, sino tambi¨¦n en las sentencias criminales. El informe "Registro de derechos humanos en Estados Unidos en 2017" public¨® que los delincuentes afroamericanos recibieron sentencias en promedio 19,1% m¨¢s largas que las de los delincuentes blancos en "situaciones similares", citando un reporte de la Comisi¨®n de Sentencias de Estados Unidos publicado en noviembre de 2017.