Los cortes el¨¦ctricos evidencian el olvido de las infraestructuras en Ir¨¢n
Los apagones hacen mella en una poblaci¨®n atrapada entre la sequ¨ªa, la ola de calor y la mala gesti¨®n de las autoridades
Oficinas y comercios detenidos, f¨¢bricas y talleres parados, personas encerradas en los ascensores, ciudadanos que sudan la gota gorda y electrodom¨¦sticos estropeados. Son escenarios que se est¨¢n haciendo habituales en Ir¨¢n ante los cada vez m¨¢s frecuentes cortes de electricidad. Las autoridades piden que se ahorre energ¨ªa, pero los ciudadanos desconf¨ªan y les exigen que dosifiquen primero el consumo en sus despachos. Los cortes, con una duraci¨®n media de dos horas, afectan a casi todo el pa¨ªs, en algunos casos hasta tres veces a la semana. La situaci¨®n se agrava en las provincias del sur y el suroeste donde en estas fechas las temperaturas llegan a los 50 grados cent¨ªgrados. En ocasiones, el apag¨®n tambi¨¦n supone la interrupci¨®n del suministro de agua.
¡°Nos piden que encendamos menos luces, sin embargo, los apagones ocurren por lo general durante el d¨ªa, mientras que las oficinas gubernamentales son una nevera y nadie obliga a los funcionarios a moderar el aire acondicionado¡±, se queja Nasrin, due?a de un sal¨®n de belleza en la calle Beheshti de la capital iran¨ª, Teher¨¢n, en una conversaci¨®n por la aplicaci¨®n de mensajer¨ªa IMO. Seg¨²n datos del Ministerio de Energ¨ªa, las instituciones administrativas consumen una quinta parte de la electricidad destinada a refrigeraci¨®n en Ir¨¢n.
Aunque el gobernador de Teher¨¢n, Isa Farhadi, orden¨® el pasado domingo que los centros oficiales de la provincia apagaran sus sistemas de aire acondicionado a partir de la una y media de la tarde, parece que los responsables lo han interpretado solo como una sugerencia. En Juzest¨¢n, al suroeste del pa¨ªs, las autoridades se vieron obligadas a cerrar el mi¨¦rcoles todas las oficinas p¨²blicas y los bancos de la provincia debido al calor y con el objetivo de reducir el consumo.
Las interrupciones del suministro el¨¦ctrico da?an la econom¨ªa iran¨ª ya golpeada por la salida de EE UU del pacto nuclear y la mala gesti¨®n durante d¨¦cadas. ¡°Tengo un taller de confecci¨®n de ropa en el sur de Teher¨¢n, pero estos cortes sin previo aviso son como la bala de gracia a nuestro sector, muy debilitado por el contrabando y el dumping chino¡±, explica Hamid Dastmalchi v¨ªa Telegram. Este empresario pide que por lo menos les adviertan de antemano de los cortes para poder adaptar sus actividades en consecuencia.
La presi¨®n al respecto ha sido tal que la gobernaci¨®n de la capital ha anunciado que, a partir de este jueves, se avisar¨¢ antes de cualquier corte. Adem¨¢s, desde el pr¨®ximo s¨¢bado, primer d¨ªa de la semana en Ir¨¢n, todas las oficinas gubernamentales, universidades y centros de ense?anza p¨²blicos y privados cambiar¨¢n su horario para abrir de seis de la ma?ana a dos de la tarde durante un mes. Echaran el cierre por las tardes.
Otro sector afectado por los apagones es el de las telecomunicaciones. Durante los ¨²ltimos d¨ªas algunos operadores de m¨®viles han dejado de funcionar en funci¨®n de los barrios donde se produc¨ªan los cortes. Al parecer las instalaciones donde albergan sus repetidores de se?al carecen de generadores o fuentes alternativas de electricidad.
Ir¨¢n, que apenas recibe un tercio del promedio mundial de precipitaciones anuales, arrastra desde hace a?os una pertinaz sequ¨ªa cuyos efectos desencadenaron las protestas de la ¨²ltima semana en varias ciudades de Juzest¨¢n. En Jorramshahr, donde se produjo la mayor de ellas, la polic¨ªa lleg¨® a disparar para dispersar a los manifestantes. El ministro de Energ¨ªa, Reza Ardakanian, ha responsabilizado ¡°a la disminuci¨®n de las precipitaciones¡± del descenso en la producci¨®n hidroel¨¦ctrica que este a?o ha ca¨ªdo un 41%. Aun as¨ª, la opini¨®n p¨²blica percibe contradicciones entre lo que vive y la imagen que pretende transmitir el aparato propagand¨ªstico del sistema.
¡°Han gastado un dineral durante las ¨²ltimas d¨¦cadas para construir la central nuclear de Bushehr, hemos sufrido sanciones y a¨²n debemos aguantar el calor del verano¡±, critica Saeed, un joven estudiante de mec¨¢nica que, como muchos iran¨ªes, se muestra cr¨ªtico con unos gobernantes que optan por costosas ambiciones nucleares y militares, en vez de invertir en infraestructuras.
Los 56.000 megavatios que produce el pa¨ªs se han quedado escasos para una poblaci¨®n que ya supera los 80 millones de habitantes y que este a?o adem¨¢s sufre una ola de calor. ¡°Durante los d¨ªas calurosos de verano aumenta el consumo por el uso de aires acondicionados y otros sistemas de enfriamiento, con lo que casi se alcanza la capacidad disponible, lo que sumado a la ca¨ªda de la producci¨®n hidroel¨¦ctrica por la sequ¨ªa ocasiona los cortes¡±, explica el ingeniero el¨¦ctrico Amir Farrokhnejad.
Seg¨²n estad¨ªsticas oficiales, las centrales hidroel¨¦ctricas solo proporcionan un 13,8% de la electricidad que se genera en Ir¨¢n. Pero el resto de la producci¨®n (que se obtiene de combustible f¨®sil y centrales de ciclo combinado) tambi¨¦n se ve afectada por el calentamiento de los transformadores ante su uso intensivo.
¡°Al final, los m¨¢s perjudicados somos los negocios del sector privado, a pesar de que hemos reducido el consumo debido al encarecimiento de las facturas; el Gobierno ni se molesta en avisarnos de los cortes para no reconocer oficialmente el racionamiento de la electricidad¡±, opina compungida Shahrzad, due?a de un instituto t¨¦cnico en el centro de Teher¨¢n. Ella no es muy optimista sobre el futuro del sector privado ¡°mientras el Estado dependa del precio del barril de crudo en vez de emprendedores que paguen impuestos¡±, cierra.
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