¡°Un ¨¦xito mayor de lo esperado¡±: los cuatro primeros ni?os tailandeses salen de la cueva
Las operaciones continuar¨¢n el lunes, tras haber repuesto las botellas de aire a lo largo del t¨²nel
Se despej¨® la inc¨®gnita. El plan, al menos en su primera etapa, ha funcionado. Han hecho falta decenas de buceadores, un enorme esfuerzo de cooperaci¨®n internacional y una lucha denodada contra el tiempo y el agua. Pero el alivio es inmenso. Ya est¨¢n fuera cuatro de los ¡°jabal¨ªes salvajes¡±, los doce ni?os y el entrenador atrapados en la cueva tailandesa de Tham Luang. El rescate de los nueve restantes se reanudar¨¢ este lunes.
Han pasado 16 d¨ªas desde que se dio la voz de alarma sobre la desaparici¨®n de los ¡°jabal¨ªes salvajes¡±, los doce jugadores de un equipo de f¨²tbol entre los 11 y los 16 a?os y su entrenador adjunto, de 25 a?os. Dos semanas en las que rein¨® la incertidumbre, primero sobre su paradero y despu¨¦s sobre c¨®mo se les sacar¨ªa. Todos los m¨¦todos posibles ten¨ªan riesgos. Finalmente, ante la llegada de nuevas lluvias que puedan inundar de nuevo la cueva, se opt¨® por el m¨¢s r¨¢pido, el de sacarles buceando tras haber drenado lo m¨¢s posible el interior de la cueva inundada. Con el coraz¨®n en un pu?o: dos d¨ªas antes, la muerte de uno de los buzos voluntarios hab¨ªa puesto de manifiesto la dificultad de la empresa.
Para alegr¨ªa de propios y extra?os, todo parece haber transcurrido con mucha m¨¢s facilidad de lo esperado. Al anunciar el comienzo de la operaci¨®n, a media ma?ana, el gobernador de Chiang Rai y coordinador de la operaci¨®n de rescate, Narongsak Osottanakorn, hab¨ªa apuntado que para sacar al primer ¡°jabal¨ª¡± har¨ªan falta once horas. Finalmente, el primero sal¨ªa en menos de ocho. A los pocos minutos, otro m¨¢s. La siguiente pareja, dos horas m¨¢s tarde. No se ha informado sobre las identidades de ninguno de los cuatro. Todos eran trasladados de inmediato al hospital provincial de Chiang Rai.
¡°Las operaciones hasta ahora han sido un ¨¦xito mayor de lo esperado¡±, ha dicho Narongsak en una breve rueda de prensa. ¡°Se ha sacado a cuatro de la cueva, se ha rescatado a cuatro. Lo consideramos un enorme ¨¦xito¡±.
Tras la salida de estos primeros j¨®venes, las operaciones han quedado suspendidas hasta el lunes. Se han agotado los repuestos de botellas de aire comprimido que los rescatistas hab¨ªan colocado a lo largo de la ruta en los d¨ªas previos, para poder recargar a medida que sus reservas se fueran consumiendo en el trabajoso avance.
Los trabajos se reanudar¨¢n en alg¨²n momento entre las 7.00 y las 17.00 horas del lunes (02.00 y 12.00 en la Espa?a peninsular), una vez se hayan colocado nuevas botellas de aire. Mientras tanto, el mando de la misi¨®n de rescate analizar¨¢ en reuniones qu¨¦ es lo que se ha hecho correctamente y qu¨¦ hace falta cambiar en el complejo operativo de salvamento.
¡°Nuestro trabajo no est¨¢ terminado¡±, ha declarado el gobernador. ¡°Tenemos que conseguir que la pr¨®xima misi¨®n tenga tanto ¨¦xito como la de hoy. El resto de ni?os siguen en el mismo sitio¡±, la c¨¢mara de aire donde han pasado las ¨²ltimas dos semanas.
En las operaciones participan 90 buzos, 40 tailandeses y 50 de otras nacionalidades. 18 de ellos ¡ªtrece extranjeros y cinco tailandeses¡ª acompa?aron personalmente a los ni?os en su traves¨ªa por t¨²neles angostos y con escasa visibilidad, que llenos de agua incluso los adultos expertos tienen dificultad en atravesar. Una tarea a¨²n m¨¢s dif¨ªcil para unos ni?os que hab¨ªan pasado nueve d¨ªas sin comer y que hace una semana ni siquiera sab¨ªan nadar. El peligro hab¨ªa quedado de manifiesto cuando uno de los buzos voluntarios, un antiguo submarinista militar tailand¨¦s de 38 a?os, muri¨® al quedarse sin ox¨ªgeno en el camino de regreso. Algo que hizo medir a¨²n m¨¢s cuidadosamente los riesgos.
Todo se hab¨ªa preparado escrupulosamente. Botellas de aire a lo largo de la ruta. Cuerdas gu¨ªa. Iluminaci¨®n en la medida de lo posible. Y, sobre todo, se hab¨ªa extra¨ªdo mucha del agua que hab¨ªa inundado la cueva, trabajando contra reloj. Cada ni?o iba escoltado por dos buzos de ¨¦lite, y conectado por una cuerda a uno de ellos. El submarinista en cabeza le llevaba su botella de aire.
Al comenzar la misi¨®n, diez de los trece buzos extranjeros se hab¨ªan dirigido a la c¨¢mara 9, donde se encontraban los ni?os, y al punto considerado m¨¢s peligroso, en las cercan¨ªas de la bifurcaci¨®n del t¨²nel, en un tramo en forma de U y donde la abertura tiene unas dimensiones m¨ªnimas.
¡°Ha llegado el d¨ªa D¡ Los ni?os est¨¢n listos de sobra, f¨ªsica y mentalmente. Est¨¢n decididos [a salir] y conocen c¨®mo se va a desarrollar la evacuaci¨®n. Todos van a volver a casa con nosotros, no importa lo que tengan que afrontar¡±, hab¨ªa adelantado Narongsak al anunciar el comienzo de la operaci¨®n.
Antes de dar la luz verde, el mando de las operaciones hab¨ªa dado ¨®rdenes de marcharse a los centenares de periodistas, llegados de todo el mundo, que montaban guardia al pie de la cueva. Seg¨²n explic¨® despu¨¦s el gobernador, la medida ten¨ªa como objetivo facilitar el paso de los veh¨ªculos de rescate y las ambulancias.
Los ni?os y su monitor, todos ellos miembros de un equipo de f¨²tbol local, quedaron atrapados en la cueva el 23 de junio, cuando una fuerte tormenta la inund¨®. Desaparecidos durante nueve d¨ªas, buzos brit¨¢nicos les localizaron el lunes pasado. Desnutridos, desorientados, pero vivos. Un primer milagro. Este domingo, con el rescate de los cuatro primeros, se ha completado la primera parte del segundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.