La dimisi¨®n de Boris Johnson agrava a¨²n m¨¢s la crisis pol¨ªtica de May
La salida del ministro de Exteriores, que ser¨¢ sustituido por Jeremy Hunt, hasta ahora titular de Sanidad, se produce horas despu¨¦s del abandono de David Davis
Boris Johnson ha presentado este lunes su dimisi¨®n como ministro de Exteriores brit¨¢nico, profundizando a¨²n m¨¢s la crisis abierta en el Gobierno de Theresa May tras la dimisi¨®n el domingo por la noche del titular del Brexit, David Davis. Es el segundo ministro que dimite en menos de 24 horas, neg¨¢ndose a apoyar los planes de la primera ministra para negociar una ruptura suave con la Uni¨®n Europea.
A ¨²ltima hora de la tarde del lunes, Downing Street ha confirmado que el nuevo ministro de Exteriores ser¨¢ Jeremy Hunt, extitular de Sanidad, que defendi¨® la permanencia en la UE durante la campa?a del refer¨¦ndum.
Dos a?os despu¨¦s de que los brit¨¢nicos decidieran en refer¨¦ndum abandonar la UE, Theresa May hab¨ªa logrado al fin, el viernes pasado, cosechar el consenso de su Gobierno en torno a un plan para la relaci¨®n comercial futura de su pa¨ªs con el bloque. La estrategia aprobada el viernes, que la primera ministra pretende publicar este jueves y presentar a Bruselas, plantea una especie de ¨¢rea de libre comercio de mercanc¨ªas que, entre otras cosas, obligar¨ªa a Reino Unido a respetar la normativa europea, sin participar en su creaci¨®n. Traspasa claramente las l¨ªneas rojas marcadas por el sector euroesc¨¦ptico del partido. En apenas 48 horas, ha quedado claro que la escenificaci¨®n del consenso no fue m¨¢s que un espejismo.
Tras la dimisi¨®n de Davis, todos los ojos estaban puestos en Boris Johnson, ambicioso ministro de Exteriores, cabeza visible del sector duro del Brexit en el Gabinete, que el viernes, en la reuni¨®n en Chequers, la residencia de campo de la primera ministra donde los miembros del Gobierno debatieron el plan de May, se refiri¨® a este como "una mierda", seg¨²n el relato de algunos de los asistentes. Igual que Davis, Johnson opt¨®, no obstante, por no oponerse al documento durante la reuni¨®n. Pero su fidelidad a May se ha desvanecido a lo largo del fin de semana."El consenso de Chequers ha tardado dos a?os en producirse y dos d¨ªas en desvanecerse", se ha mofado Jeremy Corbyn, el l¨ªder laborista, esta tarde en el Parlamento.
El poco diplom¨¢tico jefe de la diplomacia se encontraba poco menos que en paradero desconocido durante la ma?ana de este lunes. Ni siquiera acudi¨® a una cumbre de ministros de Exteriores sobre los Balcanes que se celebra en Londres. El silencio lo rompi¨® a primera hora de la tarde un portavoz de Downing Street: "Esta tarde, la primera ministra ha aceptado la dimisi¨®n de Boris Johnson como ministro de Exteriores. Su reemplazo se anunciar¨¢ en breve. La primera ministra agradece a Boris su trabajo".
Cara visible del sector duro del Brexit, con un largo historial de desaf¨ªos a la primera ministra cada vez que esta se alejaba de los postulados m¨¢s duros en el proceso de ruptura con la UE, la salida de Boris Johnson hace tambalearse a la primera ministra, disparando la probabilidad de que May acabe enfrent¨¢ndose a una moci¨®n de censura. Esta se desencadenar¨ªa si al menos 48 diputados conservadores lo piden por carta a Graham Brady, presidente del Comit¨¦ 1922, el ¨®rgano que representa a los diputados tories sin cargo en el Gobierno. De producirse la moci¨®n de censura, May se enfrentar¨ªa a una batalla por el liderazgo, en la que Boris Johnson se perfila ya como uno de los potenciales candidatos.
Los rebeldes no tienen ni mucho menos garant¨ªas de que ganar¨ªan la moci¨®n, ya que la mayor¨ªa de los diputados del partido son partidarios de un Brexit suave y muchos consideran una locura arriesgarse a una crisis que podr¨ªa acabar abriendo las puertas de Downing Street al laborista Jeremy Corbyn. Pero la situaci¨®n, con la salida de los dos grandes pesos pesados del sector euroesc¨¦ptico del Gobierno, es poco menos que insostenible. Theresa May ten¨ªa previsto dirigirse a sus diputados a las 17.30 (hora de Londres), despu¨¦s de su comparecencia en la C¨¢mara de los Comunes para presentar un plan que hoy, apenas dos d¨ªas despu¨¦s de aprobarse por su Gabinete, parece ya poco menos que papel mojado.
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