Qu¨¦ fue del ¡®Refugees welcome¡¯
Las solicitudes de asilo se quintuplicaron en Espa?a en 2014-2017. La llegada de tantos miles que piden protecci¨®n tras huir de sus pa¨ªses es un fen¨®meno nuevo que tambi¨¦n se nota en Jerez, la ciudad de Alma de ?frica, un equipo de f¨²tbol amateur con jugadores inmigrantes
La vida para los civiles en El Salvador es tan peligrosa como en algunos pa¨ªses sumidos en guerras cl¨¢sicas. Por eso, para salvar su pellejo y a su hija, Ulises Eledilson Sandoval huy¨® de las maras y de su patria. Logr¨® llegar a Espa?a para pedir asilo e, iniciados los tr¨¢mites, una funcionaria le dio a elegir: una provincia del norte o C¨¢diz. Sin ser consciente de la trascendencia de su respuesta, no dud¨® demasiado: ¡°A m¨ª me dijeron C¨¢diz y me imagin¨¦, primero, al M¨¢gico Gonz¨¢lez¡±. Un futbolista. Retrocedamos. Temporada 1982-1983 de la Liga. Un salvadore?o que acaba de brillar en el Mundial aterriza en C¨¢diz. Nada disciplinado, es un mago del bal¨®n. Es por el M¨¢gico que Sandoval vive en Jerez de la Frontera mientras el Ministerio del Interior decide si le acepta como refugiado.
Sandoval encarna un nuevo fen¨®meno en Espa?a, el espectacular aumento de las peticiones de asilo en un pa¨ªs con escasa tradici¨®n de acoger refugiados donde triunf¨® el eslogan Refugees Wecome. Y Jerez es una de las ciudades donde se palpa esta novedad que solo en parte est¨¢ relacionada con el gran desembarco de refugiados en Europa de 2015-2016. Cuando hace 16 meses este diario empez¨® la serie The New Arrivals con el fin de desentra?ar el desaf¨ªo migratorio, esta ciudad ya era polo de atracci¨®n de inmigrantes que buscaban oportunidades vitales y laborales. En una pradera donde los jerezanos jugaban al polo naci¨® Alma de ?frica, un equipo de f¨²tbol de inmigrantes con y sin papeles que juega en la Liga andaluza.
Sus jugadores han sido el hilo conductor del cap¨ªtulo espa?ol de este proyecto con The Guardian (Reino Unido), Der Spiegel (Alemania) y Le Monde (Francia) para cubrir las consecuencias de la llegada de 2,2 millones de solicitantes de asilo en 2015-2016 que se ha traducido en el auge de la xenofobia populista. Jerez es un escenario ¡ªexisten muchos otros¡ª en el que observar las migraciones, un fen¨®meno antiguo que la globalizaci¨®n ha acelerado, el debate pol¨ªtico magnifica y est¨¢ transformando Europa.
Entre goles, regates, entrenamientos, victorias y derrotas, algunos de los futbolistas de Alma de ?frica consiguieron los papeles, otros un contrato laboral, uno tuvo que emigrar en busca de trabajo... y a Jerez fueron llegando extranjeros que arriban, antes que nada, para salvar la vida.
Gran aumento, cifras ¨ªnfimas
¡°Las pandillas de El Salvador me dieron tiempo para que me fuera del pa¨ªs. Si no me iba en una semana me iban a matar, porque yo los denunci¨¦¡±, explica Sandoval en su casa. Su petici¨®n ¡ªa la que Espa?a a¨²n no ha respondido¡ª engrosa una estad¨ªstica: las solicitudes de asilo en Espa?a se quintuplicaron de 2014 a 2017. Pero son cifras ¨ªnfimas, poco m¨¢s del 1% de las recibidas por los 28 pa¨ªses de la UE. Espa?a, con 46 millones de habitantes, qued¨® al margen del gran desembarco de migrantes de 2015-2016 (aunque ahora que las llegadas se desploman en el continente vive un gran incremento).
A ojos de la ley, los que huyen de guerras o persecuciones son distintos de los que buscan prosperar. Refugiados e inmigrantes; los primeros?reciben ayudas para reencauzar sus vidas desde que el Estado acepta su solicitud hasta que responde s¨ª o no;?los segundos?viven con la amenaza de la deportaci¨®n .
El para¨ªso es un infierno
Perlene White (57 a?os) y Elisabeth Love (32) no eligieron Jerez. Ni siquiera Espa?a. Estas lesbianas que exigen seud¨®nimos por protecci¨®n reflejan c¨®mo Espa?a fue de los primeros pa¨ªses, en 2010, en sumar la persecuci¨®n por orientaci¨®n sexual a los motivos cl¨¢sicos para dar asilo: la persecuci¨®n por ideas pol¨ªticas, raza, religi¨®n, nacionalidad o pertenencia a determinado grupo social. ¡°Jamaica es un pa¨ªs agradable hasta que descubren que eres gay¡±, explica la pareja. La ONG canadiense Rainbow Railroad, que las sac¨® de all¨ª, eligi¨® Espa?a. Les organiz¨® la huida y les pag¨® el avi¨®n para que ¡°pudieran iniciar una vida sin correr riesgos y vivir libremente¡±, explica por tel¨¦fono desde Toronto Karlene Williams, la activista que llev¨® su caso. En aquel para¨ªso de playas donde reina el reggae el sexo homosexual es delito y su relaci¨®n era clandestina.
Las jamaicanas revelan que una amiga com¨²n fue asesinada, Love fue violada ¡ª¡°Si saben que eres gay, como mujer te violan. Si eres hombre, te matan¡±¡ª y White tiene secuelas de una paliza... Pod¨ªan ser las pr¨®ximas. Por eso escaparon. Aseguran que nadie les explic¨® que la mayor¨ªa de los espa?oles no habla ingl¨¦s ni otros detalles importantes. White recuerda las palabras de la mujer que les inform¨® de que en el reparto de demandantes de asilo por las provincias les correspond¨ªa Jerez: ¡°Os mando a un sitio como Jamaica, es agradable, soleado¡ Pero no dijo que aqu¨ª no hay trabajo¡±. Tienen permiso para trabajar pero en Jerez, con un desempleo del 31%, encontrar trabajo es bien dif¨ªcil. Intentan aprender espa?ol a marchas forzadas porque saben que un d¨ªa las ayudas p¨²blicas y el apoyo que reciben a trav¨¦s de la ONG Accem se acabar¨¢n.
Las subvenciones en Espa?a son modestas en comparaci¨®n con vecinos del norte. La primera fase, que empieza cuando la petici¨®n de asilo es admitida a tr¨¢mite, son 6 meses en los que viven en un piso de una ONG o en un centro p¨²blico de acogida con otros pares, un periodo dedicado a aprender espa?ol, cursos de formaci¨®n, atenci¨®n psicol¨®gica¡ Los m¨¢s vulnerables tienen 9 meses. La segunda fase dura lo mismo con la diferencia de que tienen permiso para trabajar y reciben una ayuda para buscar vivienda de alquiler, una ardua misi¨®n, seg¨²n fuentes de las ONG en las que el Gobierno central ha delegado la atenci¨®n a este colectivo. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social no ha respondido a las preguntas de este diario sobre el sistema de acogida de refugiados.
Sin estrategia pol¨ªtica
El principal fallo del sistema de asilo no es el presupuesto, recalca Juan Iglesias, director de la c¨¢tedra de refugiados y migrantes forzosos de la Universidad de Comillas. ¡°Es la falta de definici¨®n pol¨ªtica y de estrategia, ha crecido a trompicones. Todos dentro del sistema conocen los fallos, hay mucha resistencia al cambio en el ministerio y en las ONG¡±, asegura. El coordinador del programa municipal Barcelona Ciudad Refugio, Ignasi Carb¨®, expresa de otro modo un diagn¨®stico similar: ¡°El problema es que tratamos el asunto (de los refugiados) como una emergencia y no como algo estructural¡±. Ni siquiera hacer un diagn¨®stico es f¨¢cil porque, como critica Iglesias, ¡°no se hace una evaluaci¨®n de la pol¨ªtica p¨²blica¡± que su equipo analiza con la informaci¨®n disponible en el informe ?Acoger sin integrar?, El sistema de acogida e integraci¨®n de los refugiados en Espa?a.
En asuntos migratorios es habitual que entre las declaraciones de los pol¨ªticos, las percepciones de la ciudadan¨ªa y los datos haya una enorme distancia. Subraya el experto de la Universidad de Comillas que los llegados a Espa?a dentro del sistema de cuotas de la UE suponen ¡°cifras irrisorias¡± para la magnitud del fen¨®meno: son 1.450 personas entre las 160.000 que deb¨ªan ser repartidas cuando 2,2 millones solicitaron asilo en 2015-2016. Iglesias destaca que las autoridades espa?olas han hecho un esfuerzo: las 930 plazas para refugiados que Espa?a ten¨ªa en 2015 se convirtieron en 8.700 a finales de 2017 (un a?o con 31.000 peticiones). ¡°Aumentaron el presupuesto, las plazas de asilo, el personal para tramitar las peticiones, las ayudas a las ONG¡¡± pero desde un umbral muy bajo. El experto recuerda que las partidas para asilo e integraci¨®n de inmigrantes fueron duramente castigadas en la crisis.
El cambio de Gobierno ha supuesto un cambio notable: Espa?a dio un paso al frente para acoger a los migrantes de dos barcos de rescate a los que Italia y Malta rechazaron. A bordo del Aquarius llegaron 630 migrantes; y en el Open Arms otros 60 pero solo el tiempo dir¨¢ si a estos gestos del Gabinete socialista les acompa?a una reforma profunda del sistema de acogida.
Una manifestaci¨®n extraordinaria
Febrero de 2017. Mientras el Gobierno central del Partido Popular arrastraba los pies para recibir su cuota y Hungr¨ªa y Polonia boicoteaban el reparto, en Barcelona se produjo al calor del Refugees Welcome un hecho extraordinario. Una marea de 160.000 personas tom¨® la capital catalana al grito de ¡°Queremos acoger¡± mientras el Ayuntamiento de Madrid exhib¨ªa el eslogan en su fachada, las muestras de rechazo a los extranjeros se suced¨ªan en el continente y la xenofobia, el miedo y los atentados yihadistas catapultaban a partidos de ultraderecha. Aquellos gestos no se tradujeron en un cambio expl¨ªcito de pol¨ªtica en Espa?a.
Los asuntos de asilo, como los migratorios, ata?en fundamentalmente a varios ministerios del Gobierno central pero tambi¨¦n a los Gobiernos auton¨®micos y ayuntamientos, un entramado que dificulta especialmente la gesti¨®n y genera quejas como las del Ayuntamiento de Barcelona. Carb¨® critica que la tardanza en admitir a tr¨¢mite las peticiones, momento en que se otorgan las primeras ayudas, obliga a las autoridades municipales a hacerse cargo de personas que quedan en desamparo durante periodos largos. Cuenta que la factura barcelonesa en pensiones se ha disparado. ¡°Gastamos tal cantidad en emergencias que no podemos gastar en nuestro cap¨ªtulo (seg¨²n el reparto competencial), que es la integraci¨®n¡±.
Llama la atenci¨®n que Jerez de la Frontera, pobre y endeudada, atraiga migrantes. Los locales destacan varios factores: una tradici¨®n de mestizaje con una buena integraci¨®n de los vecinos gitanos, un tupido tejido asociativo y escasa presi¨®n policial. En ese terreno naci¨® en 2013 el equipo de f¨²tbol Alma de ?frica, que ha logrado federar a jugadores indocumentados y crear u combinado de marroqu¨ªes, cameruneses, senegaleses, un boliviano¡ y espa?oles. El presidente del equipo, el exfutbolista Alejandro Ben¨ªtez, elige uno entre los logros: ¡°Una de las cosas de las que me siento m¨¢s orgulloso es cuando me cuentan las asociaciones (que trabajan en la formaci¨®n e integraci¨®n de los migrantes) c¨®mo ha cambiado la convivencia entre chicos de diferentes nacionalidades¡± en los pisos de acogida y en la calle. El otro gran logro fue ascender a la Segunda Andaluza. Ambos reflejan la doble vertiente social y deportiva de este proyecto nacido como una iniciativa ciudadana.
Trasiego como en la Liga
El trasiego de jugadores en Alma de ?frica es habitual, como en cualquier equipo de f¨²tbol profesional. Tambi¨¦n el vaiv¨¦n de entrenadores. Parte de los jugadores que esta reportera conoci¨® en el primer partido, a finales en 2016, sigue en el equipo: Issa Abdou (banda izquierda, 28, Camer¨²n) sigue desempleado, Pedro Semedo (extremo, 31, Guinea Bissau) ha logrado visitar su pa¨ªs natal, a Amed Soleto (defensa, 27, Bolivia) le han ido renovando el contrato; est¨¢ pendiente de que Espa?a le d¨¦ la nacionalidad como a sus padres y Hamza Charafi (lateral derecho, 25 a?os, Marruecos) logr¨® los papeles y acaba de estrenar un empleo en el economato del hospital San Juan Grande. Otros dejaron el combinado: Eric Rafael Kameni (defensa, 39, Camer¨²n), que fue capit¨¢n y vicepresidente del club, tuvo que emigrar en busca de empleo a Francia, donde es panadero. Hicham Aidami (defensa, 28, Marruecos) logr¨® regularizar su situaci¨®n, entre otras muchas cosas gracias al arraigo en Jerez que supone jugar en el equipo, pero su horario laboral es incompatible con el f¨²tbol. Modu Dione (28, Senegal) dej¨® el equipo. A Mahu (defensa, 25, Senegal) le apartaron una lesi¨®n de rodilla y una dura sanci¨®n ¡ªinjusta, seg¨²n ¨¦l¡ª; trabaja en el campo tras legar su puesto en el mercadillo a un nuevo jugador, Christian.
Los promotores de Alma de ?frica sue?an con crear una escuela multicultural de f¨²tbol (han presentado un proyecto a una subvenci¨®n de una fundaci¨®n bancaria) y con aprender a cerrar la temporada con las cuentas cuadradas gracias al asesoramiento de una empresa consolidada que ganaron en un concurso de iniciativas sociales. La b¨²squeda de socios es incesante. Tras el verano comienza una nueva temporada.
Lo nunca imaginado
Entre los 68 millones de refugiados que hay en el mundo abundan quienes jam¨¢s en la vida imaginaron que un d¨ªa tendr¨ªan que coger lo imprescindible y dejar atr¨¢s toda su vida. La ucrania Tetiana Duvrovska es una de ellas. Empresaria al frente de un spa en Donetsk, estaba embarazada de su primera hija cuando estall¨® la guerra. Le cost¨® decidirse, como a todos. ¡°Viaj¨¢bamos de casa de una abuela a casa de la otra cuando explot¨® un coche. Eso fue definitivo. Ya no tuve dudas¡±. Volaron a Espa?a. ¡°Mi vida ha sido totalmente distinta a como la so?¨¦¡±, admite, pero no se queja. Nunca. Destila optimismo.
Cuando le informaron de que ir¨ªa a Jerez, se zambull¨® en YouTube y desde el principio le gust¨®. Asegura en un impresionante espa?ol que ¡°todo es mejor de lo que pensaba, aunque estaba preparada para todo¡±. Logr¨® retomar la ense?anza del ingl¨¦s, hace traducciones del ruso y est¨¢ volcada en dar a conocer en redes sociales la ciudad (el vino, el flamenco, los caballos¡) a los turistas rusos. Cuenta orgullosa que paga impuestos.
Cuando en 2015 las peticiones de asilo se dispararon en Espa?a, las ONG que las atienden hicieron sus previsiones: ¡°Nosotros pens¨¢bamos que ¨ªbamos a recibir a muchas personas de Siria. La realidad es que la mayor¨ªa de las familias que tenemos son de Venezuela¡±, explica Gema Lozano Prieto, coordinadora de asilo de Ceain en Jerez. La repostera Rosmari Medina Gonz¨¢lez, de 28 a?os, y su marido llegaron con sus tres hijos tras intentar instalarse en Francia. Los gemelos Abraham y Andrews, de 4 a?os, y Shelly, de 11, estaban escolarizados al cabo de dos semanas mientras la pareja encadena todav¨ªa cursos de formaci¨®n en un intento de conseguir un empleo. Asegura que para una familia como la suya las ayudas de alquiler y manutenci¨®n son suficientes. Sin duda, los precios de Jerez nada tienen que ver con los del norte. Los Medina, White y Love, las Duvrovska y Sandoval esperan en Jerez la respuesta de Espa?a a sus solicitudes de asilo. Luego ir¨¢n a donde encuentren empleo.
Varios factores determinar¨¢n si el fuerte incremento de personas que llegan a Espa?a en busca de asilo o de oportunidades es coyuntural o no. Depender¨¢ de las pol¨ªticas de control de fronteras, de si estallan otros conflictos o empeoran los actuales, y del apoyo de la comunidad internacional a las pol¨ªticas de emergencia y desarrollo en las regiones m¨¢s castigadas del planeta, enumera Iglesias, que recuerda un dato: la financiaci¨®n de la comunidad internacional a Acnur solo cubr¨ªa el 50% de las necesidades para atender a los refugiados sirios que hu¨ªan de la guerra en L¨ªbano, Jordania o Turqu¨ªa. ¡°Si no apoyas a esos pa¨ªses vecinos para que los integren, vendr¨¢n a la UE en busca de mejores oportunidades¡±. Como ocurri¨® en el gran desembarco en 2015-2016.
El proyectoThe New Arrivals est¨¢ financiado por el European Journalism Centre con el apoyo de la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates.
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