Trump opta ahora por negociar un acuerdo comercial bilateral con M¨¦xico antes que con Canad¨¢

Donald Trump volvi¨® este mi¨¦rcoles a reiterar su preferencia por los acuerdos comerciales pa¨ªses con pa¨ªs frente a los multilaterales. Es un principio que utiliz¨®, inicialmente, como amenaza para intentar llevar a su terreno la negociaci¨®n para revisar los t¨¦rminos del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLC), uno de sus mayores logros y que insiste en liquidar tras m¨¢s de un a?o de negociaciones para su actualizaci¨®n.

Trump no hab¨ªa aclarado hasta ahora con qui¨¦n querr¨ªa jugar esa partida si optaba por dos acuerdos separados: si por Canad¨¢, con quien parec¨ªa tener m¨¢s puntos en com¨²n en un principio, o con M¨¦xico, un pa¨ªs al que siempre hab¨ªa situado en el centro de los supuestos males que aquejan a la industria estadounidense. Tras los comicios mexicanos, en los que se impuso con contundencia Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (Morena, izquierda), su opci¨®n favorita es M¨¦xico.

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¡°Estamos teniendo una muy buena comunicaci¨®n con M¨¦xico y?con su nuevo presidente, que gan¨® las elecciones con rotundidad. Veremos qu¨¦ pasa¡±, ha subrayado este mi¨¦rcoles el mandatario estadounidense antes de una reuni¨®n con su Gabinete. Sus palabras sugieren que su alternativa preferida hoy ser¨ªa la negociaci¨®n de un acuerdo bilateral con su vecino del sur en detrimento de Canad¨¢, que quedar¨ªa como segundo plato. Tambi¨¦n, que la negociaci¨®n trilateral, tal y como se ha producido hasta ahora, estar¨¢ en un constante trance de muerte mientras Trump siga en el poder.

¡°Quiz¨¢ alcancemos un acuerdo separado con M¨¦xico y negociemos con Canad¨¢ m¨¢s tarde¡±, agreg¨® el presidente de EE UU.?Siempre con el condicional por delante, el presidente de la primera potencia mundial da un portazo a Ottawa, uno de sus aliados hist¨®ricos m¨¢s fieles, con el que comparte no solo un ¨¢rea comercial sino un idioma, una cultura y presencia en multitud de foros internacionales. El magnate republicano sugiere, por primera vez desde que lleg¨® a la Casa Blanca, que un pacto con el vecino del sur le podr¨ªa servir como modelo para un potencial acuerdo posterior con el Gobierno de Justin Trudeau, con quien las posiciones se han ido alejando cada vez m¨¢s ¡ªencontronazos p¨²blicos incluidos¡ª con el paso de los meses.

Hasta ahora, Canad¨¢ y, sobre todo, M¨¦xico hab¨ªan defendido sin fisuras la importancia de mantener la negociaci¨®n por los cauces de la v¨ªa trilateral y no caer en la tentaci¨®n tantas veces sugerida por Trump de explorar un camino bilateral. Por un lado, ambos pensaban que la superioridad num¨¦rica en la mesa de negociaci¨®n podr¨ªa ser una buena manera de reequilibrar el poder omn¨ªmodo de EE UU. Por otro, tanto en el equipo de Enrique Pe?a Nieto como en el de Trudeau exist¨ªa el convencimiento de que el poder de negociaci¨®n de Trump para imponer sus tesis proteccionistas era mucho mayor en dos negociaciones separadas que en una ¨²nica mesa de trabajo. Quiz¨¢ con la llegada de L¨®pez Obrador al Gobierno mexicano, tras su toma de posesi¨®n formal el pr¨®ximo 30 de noviembre, se produzca un cambio de parecer en este punto. Una delegaci¨®n estadounidense encabezada por el secretario de Estado, Mike Pompeo, viaj¨® la semana pasada a M¨¦xico para acercar posturas con el futuro Ejecutivo sin que se diesen a conocer detalles concretos sobre lo acordado m¨¢s all¨¢ el buen tono general que presidi¨® la conversaci¨®n.

La idea de Washington de tomar dos caminos negociadores diferentes, sin embargo, no es ni mucho menos nueva. El propio Trump y su representante comercial, Robert Lighthizer, han abierto la puerta en diversas ocasiones a esa opci¨®n en caso de que las negociaciones no diesen m¨¢s de s¨ª. Pero s¨ª entra parcialmente en contradicci¨®n con lo expresado por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, que la semana pasada en su intervenci¨®n anual ante el Congreso dijo que la negociaci¨®n volv¨ªa a ser una prioridad pasadas las elecciones en M¨¦xico, y con el todav¨ªa titular de Econom¨ªa mexicano, Ildefonso Guajardo, que la semana que viene viajar¨¢ a la capital estadounidense para avanzar en el proceso y que este mismo mi¨¦rcoles ha subrayado que las conversaciones trilaterales de alto nivel se reanudar¨¢n el d¨ªa 26.

"Trump piensa que puede terminar m¨¢s r¨¢pido con M¨¦xico que con Canad¨¢. Es una forma de meterle m¨¢s presi¨®n a Trudeau y de mandar una noticia positiva a sus electores. Tras lo sucedido con Rusia la semana pasada, necesita mostrar que hay algo bueno en su agenda", valora Luis de la Calle, miembro del equipo negociador mexicano que logr¨® el TLC de 1994, al tiempo que recuerda que la ¨²nica forma de que la conversaci¨®n se vuelva bilateral es que EE UU anuncie su salida del tratado, algo que tendr¨ªa "un alt¨ªsimo coste" para los tres pa¨ªses. "Simplemente no es viable, no le conviene a nadie", concluye.

"Para M¨¦xico, un acuerdo bilateral es mejor que nada, pero el trilateral sigue siendo la mejor opci¨®n posible. El interlocutor que tienes enfrente [Trump] ha sido muy claro en sus cr¨ªticas al TLC y creo que lo m¨¢s responsable ser¨ªa sentarse a hablar", opina Luz Mar¨ªa de la Mora, ex jefa de la Unidad de Negociaciones Internacionales de la Secretar¨ªa de Econom¨ªa mexicana. Ignacio Bartesaghi, decano de la Facultad de Empresariales de la Universidad Cat¨®lica del Uruguay y uno de los mayores especialistas en asuntos de comercio internacional del subcontinente, cree que "a estas alturas del partido" parece m¨¢s razonable un acuerdo bilateral que uno regional. "A M¨¦xico le vino bien durante un tiempo involucrar a Canad¨¢ para ganar tiempo, pero quiz¨¢ ahora, viendo que Trump va en serio en sus amenazas, sea el momento de cerrar un acuerdo lo m¨¢s r¨¢pido posible. Con Trump hoy hay que ser pragm¨¢tico". En un hipot¨¦tico escenario bilateral, subraya Bartesaghi, la parte canadiense ser¨ªa la peor parada. "Pero me preocupa que EE UU pueda tener m¨¢s margen de maniobra para imponer sus cl¨¢usulas extremistas", cierra.

La negociaci¨®n para modernizar el TLC arranc¨® en agosto del pasado a?o. La idea inicial era haberlas concluido antes de acabar 2017, pero su avance, mucho m¨¢s lento de lo esperado, las ha ido demorando hasta hoy. La idea es que el equipo de transici¨®n de L¨®pez Obrador, con el negociador Jes¨²s Seade a la cabeza, participe en las conversaciones comerciales que sucedan a partir de ahora. La gran duda, a tenor de las palabras de Trump, es si estas seguir¨¢n en su formato actual o si las nuevas aproximaciones ser¨¢n ya bilaterales.