La familia de Victorino Perdomo
Corren muy hondo los r¨ªos del populismo colombiano, Jano bifronte con cara de ?lvaro Uribe, con cara de Petro
Mucho antes del ascenso de Gustavo Petro a la categor¨ªa estelar de posible presidente de Colombia para el per¨ªodo 2022-2026, tuvimos a los Perdomo. El pater familias, el se?or R¨®mulo Perdomo, se desempe?aba como peluquero en el barrio Quiroga, en el sur de Bogot¨¢, y fue un ardoroso activista de la Alianza Nacional Popular (Anapo) en la campa?a electoral de 1970.
La Anapo hab¨ªa sido fundada por el general Gustavo Rojas Pinilla, en 1961, cuando ya no era dictador, aunque ganas de volver a mandar no le faltaban.
Los venezolanos vinimos a saber de los Perdomo en 1991, mirando los 13 hipnotizantes episodios de Los Victorinos, inolvidable teleserie concebida por Carlos Duplat, brillante dramaturgo, actor y director de televisi¨®n colombiano, a partir de la novela Cuando quiero llorar no lloro (1970), del venezolano Miguel Otero Silva.
El guion de Duplat y Luz Mariela Santofimio convierte su trama en el artefacto motor de una descollante teleserie de comentario pol¨ªtico y social.
Tres ni?os vienen al mundo en Bogot¨¢ en un mismo d¨ªa, 8 de noviembre de 1963. Uno muy rico, otro de bastante mediana clase media y el tercero un marginado rematadamente ¡°estrato cero¡±, como dicen aqu¨ª. Los tres son llamados Victorino por sus padres. Un mentalista misterioso, un adivino, vaticina a la madre del ni?o rico que ¡°cuando Victorino se encuentre con Victorino y Victorino, Victorino morir¨¢¡±.
El Victorino que interesa a esta columna es el hijo del barbero del barrio Quiroga, aunque m¨¢s no sea porque Perdomo es estricto contempor¨¢neo de Gustavo Petro. De no haber muerto en una balacera, durante el asalto a un banco, qui¨¦n sabe si no habr¨ªa llegado a ser activista de la Colombia Humana. Siendo la Anapo una mezcolanza populista con fines electorales, tuvo su izquierda, su derecha, sus grupos evang¨¦licos, sus financistas, sus militares retirados y tambi¨¦n sus intelectuales, como Antonio Garc¨ªa Nossa, quien fue consejero de Jorge Eli¨¦cer Gait¨¢n, constituyentista bajo la dictadura del general Rojas Pinilla y directivo de la Anapo.
Estudioso de los asuntos sociales colombianos y del resto del continente, de Garc¨ªa Nossa dice el fil¨®sofo e historiador de las ideas antioque?o Jorge Giraldo, en su libro Populismos a la colombiana (Debate, 2018), que fue ¡°ide¨®logo exp¨®sito¡± durante los ¨²ltimos a?os de su vida, despu¨¦s de las amarguras que le produjeron los adversos resultados electorales de Anapo, en 1970.
¡°Si quiere encontrarse un hilo conductor en medio del conjunto invertebrado de consignas, programas y t¨¢cticas de los populismos colombianos del siglo XX¡±, afirma Giraldo, ¡°el lugar m¨¢s propicio para hallarlo es el pensamiento de Garc¨ªa Nossa¡±. Son las ideas que secund¨® el Victorino del barrio Quiroga.
El gui¨®n de Los Victorinos dispone que Perdomo derive hacia la extrema izquierda de la Anapo y termine integr¨¢ndose a una guerrilla urbana llamada Defensa Popular. Basta escuchar sus argumentos en pro de la insurgencia armada para decidir que esa guerrilla es un trasunto del M-19.
Perdomo hizo el camino inverso al de Petro ¡ªde una agrupaci¨®n electoral a la lucha armada¡ª, mientras que este dej¨® atr¨¢s la guerrilla para abrazar la lucha electoral y, eventualmente, cosechar ocho millones de votos para la izquierda.
Un t¨®pico acad¨¦mico singulariz¨® siempre a Colombia como la excepci¨®n latinoamericana, el pa¨ªs invulnerable a los populismos. Es dif¨ªcil persuadirse de ello si el asesinato de un arquet¨ªpico populista latinoamericano desata una guerra de 70 a?os.
Firmada la paz, el posconflicto se inicia con el ¡ª?resistible?¡ª ascenso de Gustavo Petro, formidable adversario del otro populismo de hechura nacional y quien reclama para s¨ª las ideas de Gait¨¢n.
Corren muy hondo los r¨ªos del populismo colombiano, Jano bifronte con cara de ?lvaro Uribe, con cara de Petro.
@ibsenmartinez
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