Trump mete prisa a L¨®pez Obrador con el TLC: ¡°De otra manera, tendr¨¦ que elegir un camino muy distinto¡±

La mejor de las disposiciones, s¨ª, pero a la mayor brevedad. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha urgido por carta al presidente electo de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, a llegar a un acuerdo r¨¢pido en la renegociaci¨®n del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLC), que se prolonga desde mediados del a?o pasado. "Considero que una renegociaci¨®n exitosa del TLC nos guiar¨¢ a a¨²n m¨¢s empleos y mejor pagados para los empleados mexicanos y estadounidenses que tan duro trabajan, pero solo si lo podemos hacer r¨¢pido. De otra manera tendr¨¦ que elegir un camino muy distinto al presente", deja caer el mandatario estadounidense en un texto que da una de cal ¡ªel tono para con la nueva Administraci¨®n mexicana es mucho mejor que el empleado con la del todav¨ªa presidente, Enrique Pe?a Nieto (PRI)¡ª y otra de arena ¡ªla sempiterna amenaza de ruptura sigue tan viva como siempre desde que Trump lleg¨® a la Casa Blanca a principios de 2017.?"Nuestras dos naciones", agrega el estadounidense en la misiva, "se benefician de una Am¨¦rica del Norte econ¨®micamente pr¨®spera (...). Pero podemos hacerlo a¨²n mejor".

En realidad, tanto en Washington como en la Ciudad de M¨¦xico interesa que la negociaci¨®n fluya lo m¨¢s r¨¢pido posible a partir de ahora. En el cuartel general del republicano, porque podr¨ªa vender el acuerdo como su primera gran promesa cumplida ¡ªo el TLC se renegocia, o se liquida, ha repetido hasta la saciedad en los dos ¨²ltimos a?os¡ª. En la capital mexicana, porque supondr¨ªa alejar la bomba de relojer¨ªa que supone la negociaci¨®n del horizonte m¨¢s inmediato del nuevo Ejecutivo. Sin embargo, el gran escollo en el calendario son las elecciones legislativas de noviembre en EE UU, en la que Trump se juega buena parte de su capital pol¨ªtico y que interferir¨¢n, con total seguridad, en las conversaciones trilaterales.

Las delegaciones estadounidense, mexicana y canadiense retomar¨¢n el jueves el di¨¢logo en Washington en un encuentro en el que ya participar¨¢ Jes¨²s Seade, el jefe negociador designado por el pr¨®ximo presidente de M¨¦xico. "Vemos positivo que se reanuden las negociaciones y que podamos pensar que en un periodo razonable se llegue a un acuerdo", ha subrayado este martes el pr¨®ximo canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en la rueda de prensa en la que ha dado a conocer el contenido de la carta, en la que respond¨ªa a un texto anteriormente enviado por L¨®pez Obrador a Trump. "El ritmo depender¨¢ de lo que se vaya avanzando".

L¨®pez Obrador es, por ahora, de los pocos pol¨ªticos extranjeros que se escapan de las cr¨ªticas del magnate republicano. Una sorprendente cordialidad sigue marcando la relaci¨®n entre ambos desde la rotunda victoria del candidato de Morena en las elecciones mexicanas del 1 de julio. El presidente estadounidense ha enterrado sus reproches feroces a M¨¦xico y ha descrito la llegada de L¨®pez Obrador como una oportunidad. Lo mismo ha hecho el mandatario electo mexicano. La buena sinton¨ªa entre ambos contrasta con la frialdad en la relaci¨®n entre Trump y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Hace justo una semana volvieron a saltar chispas entre ambos Gobiernos despu¨¦s de que el jefe de Estado y de Gobierno de la primera potencia mundial reiterase su preferencia por sendos tratados comerciales bilaterales ¡ªempezando por M¨¦xico, y eso s¨ª es una novedad¡ª en detrimento del TLC firmado en 1994.

En contraste, Trump se refiri¨® este lunes a L¨®pez Obrador como una ¡°persona estupenda¡± y abog¨® por ¡°hacer algo muy positivo¡± para EE UU y M¨¦xico. En la v¨ªspera, se difundi¨® una carta de L¨®pez Obrador al republicano en la que abogaba por el entendimiento y cooperaci¨®n con Washington en asuntos clave como comercio, migraci¨®n y seguridad. Es el mismo mensaje que le transmiti¨® hace 11 d¨ªas en su reuni¨®n en M¨¦xico con una delegaci¨®n estadounidense encabezada por el secretario de Estado, Mike Pompeo.

¡°Estamos hablando con M¨¦xico sobre el Nafta y creo que tendremos algo solucionado¡±, dijo Trump en un acto en la Casa Blanca sobre comercio, redoblando su idea de la semana pasada, cuando sugiri¨® alcanzar un acuerdo comercial bilateral con el pa¨ªs vecino en caso de que contin¨²en estancadas las negociaciones para renovar el TLC entre EE UU, Canad¨¢ y M¨¦xico.

¡°Habl¨¦ con ¨¦l largamente en una llamada, hizo un gran trabajo, logr¨® una tremenda votaci¨®n¡±, explic¨® Trump en una probable referencia a la conversaci¨®n que mantuvieron tras la victoria de L¨®pez Obrador. ¡°Tienen mucha confianza en ¨¦l en M¨¦xico, lo cual es bueno pero estamos hablando con ellos de hacer algo muy positivo para ambos pa¨ªses¡±.

Hay diferencias notables, pero tanto Trump como L¨®pez Obrador ganaron las elecciones con un discurso populista y nacionalista en el que se presentaban como outsiders. La ret¨®rica incendiaria contra M¨¦xico, como la promesa de levantar un muro fronterizo y que pagar¨ªa el pa¨ªs vecino, fue uno de los hilos conductores de la campa?a del republicano. Durante su a?o y medio en la Casa Blanca, Trump ha acusado constantemente a su hom¨®logo mexicano, Enrique Pe?a Nieto, de pasividad ante la inmigraci¨®n y de aprovecharse comercialmente de EE UU. Es tal la frialdad entre ambos que, como presidentes, solo se han reunido una vez y fue en un pa¨ªs ajeno. Es pronto para saber si las cr¨ªticas a M¨¦xico reaparecer¨¢n de nuevo pero Trump acumula un historial camale¨®nico que le puede llevar en pocos d¨ªas de elogiar algo a censurarlo con dureza.

La carta de L¨®pez Obrador a Trump ten¨ªa como broche final un gui?o de complicidad: ¡°Me anima el hecho de que ambos sabemos cumplir lo que decimos. Conseguimos poner a nuestros votantes y ciudadanos al centro y desplazar al establishment o r¨¦gimen predominante. Todo est¨¢ dispuesto para iniciar una nueva etapa en la relaci¨®n de nuestras sociedades, sobre la base de la cooperaci¨®n y la prosperidad¡±.

En la forma y en el fondo, la misiva prolonga el clima de sinton¨ªa y alejamiento de las hostilidades con que el equipo de L¨®pez Obrador ha querido envolver su posici¨®n diplom¨¢tica con Trump, que conquist¨® la Casa Blanca espoleando un discurso xen¨®fobo en el que M¨¦xico juega el papel de enemigo imaginario.

La carta supone otra vuelta de tuerca a la estrategia de no confrontaci¨®n, a apostar por las semejanzas que pudiera haber entre el an¨®malo ascenso en la escena estadounidense de una figura pol¨ªtica como Trump y la rotunda victoria de Morena: una formaci¨®n sui generis en la f¨¦rrea cultura pol¨ªtica mexicana ¨Ca izquierda y derecha, todas formaciones desgajadas en mayor o menor medida del PRI¨C nacida hace apenas cuatro a?os a imagen y semejanza de su fundador, AMLO, con el objetivo de capitalizar el descontento que recorre el pa¨ªs en tiempos de quiebra del sistema tradicional de partidos.

Si el discurso visceral y polarizador de Trump interpelaba a los perdedores de la globalizaci¨®n y hastiados con las ¨¦lites; L¨®pez Obrador ha centrado su estrategia en enfrentar en el tablero electoral a ¡°la mafia del poder¡± con el ¡°pueblo¡±, en un intento de activaci¨®n pol¨ªtica de los sempiternos olvidados del M¨¦xico moderno, los 50 millones de pobres ¨Ccasi la mitad de la poblaci¨®n¨C, en su mayor¨ªa ind¨ªgenas o mestizos, sin apenas estudios y hundidos en la econom¨ªa informal.

Hijo pol¨ªtico de las esencias del nacionalismo revolucionario priista ¨Cdurante 20 a?os milit¨® en el entonces partido hegem¨®nico¨C para muchos analistas fue una sorpresa que L¨®pez Obrador borrara durante su campa?a cualquier atisbo de discurso anti-EE UU. Al rev¨¦s, el l¨ªder de Morena encontr¨® pronto un hilo de sinton¨ªa con Trump en la renegociaci¨®n de los t¨¦rminos originales del TLC. Rompiendo otro clich¨¦ del viejo izquierdismo, L¨®pez Obrador se ha mostrado a favor del libre comercio, pero abierto a una reformulaci¨®n que estimule el mercado interno mexicano. Uno de sus lemas de campa?a fue: ¡°la mejor pol¨ªtica exterior es la interior¡±.

En esa misma l¨®gica, en su carta L¨®pez Obrador se compromet¨ªa mejorar el bienestar de su pa¨ªs para que ¡°los mexicanos no tengan que emigrar por pobreza o violencia¡±. No es la primera vez que un mandatario mexicano le tiende c¨¢ndidamente la mano a su hom¨®logo del norte. Cuando Vicente Fox rompi¨® en 2000 la larga hegemon¨ªa de poder priista, invit¨® a su rancho a George W. Bush para prometerle mano dura en inmigraci¨®n.