Mar¨ªa Latigo de Hern¨¢ndez, la l¨ªder mexicana de los derechos de sus compatriotas en Estados Unidos
Activista con grandes recursos para la oratoria y la escritura, trabaj¨® desde Estados Unidos para dar voz a los inmigrantes que sufr¨ªan la discriminaci¨®n econ¨®mica y la segregaci¨®n educativa
La migraci¨®n no es un fen¨®meno reciente en el mundo. Tampoco lo son las medidas discriminatorias de Donald Trump para separar a los hijos de los migrantes mexicanos. Lo que ya no resulta tan frecuente es que las voces a favor de la igualdad de derechos y oportunidades sobresalgan entre tantos intereses pol¨ªticos y econ¨®micos. En el siglo pasado, una de esas voces que lider¨® el movimiento en favor de los derechos civiles de los inmigrantes mexicanos que se establec¨ªan en Estados Unidos fue Mar¨ªa Rebecca Latigo, que dedic¨® toda su vida familiar a luchar por la igualdad, especialmente en la educaci¨®n, creando en el pa¨ªs norteamericano organizaciones para defender y preservar los derechos universales de sus compatriotas mexicanos.
Mar¨ªa Rebecca Latigo de Hern¨¢ndez naci¨® el 29 de julio de 1896, en Garza Garc¨ªa, a las afueras de Monterrey (M¨¦xico). Su padre era profesor y encauz¨® su vocaci¨®n por esa rama, ya que en el lugar donde naci¨® trabaj¨® como maestra de Primaria.?
Adelantada a su tiempo en muchos aspectos, Mar¨ªa Rebecca tambi¨¦n lo fue a la hora de formar una familia, ya que se cas¨® a los 19 a?os con Pedro Hern¨¢ndez Barrera y ya lo hizo al otro lado de la frontera, en Herbbonville, Texas. La pareja se mud¨® a San Antonio en 1918 para establecerse de manera definitiva y tuvieron 10 hijos. Eran due?os de una tienda de ultramarinos, conocida por los mexicanos como de abarrotes, y tambi¨¦n de una panader¨ªa.?
En esos a?os Mar¨ªa Rebecca comenz¨® a destacar por sus escritos en la lucha en contra de la segregaci¨®n, la opresi¨®n racial y la paup¨¦rrima educaci¨®n que recib¨ªan los ni?os mexicoamericanos. Sin embargo, a pesar de haber iniciado la familia las actividades pol¨ªticas en 1924, no obtuvieron la residencia permanente en Estados Unidos hasta el 2 de febrero de 1928.?
El 10 de enero de 1929 Mar¨ªa Rebecca y su marido Pedro ayudaron a fundar la Orden de los Caballeros de Am¨¦rica, una organizaci¨®n dedicada a actividades c¨ªvicas y pol¨ªticas para beneficiar a los mexicoamericanos y a los inmigrantes mexicanos, especialmente en asuntos educativos. Aunque sus intereses inclu¨ªan asuntos sociales y educativos, se concentraron m¨¢s en este ¨²ltimo aspecto. Sus esfuerzos estaban dirigidos hacia los due?os de negocios mexicoamericanos, pero tambi¨¦n buscaron ayudar a los ni?os y ni?as que asist¨ªan a la escuela.?
La notoriedad p¨²blica de Mar¨ªa le permiti¨® convertirse en 1932 en la primera locutora mexicana de radio en San Antonio. Fueron los a?os m¨¢s prol¨ªficos de Mar¨ªa Rebecca, ya que bajo los auspicios de la orden tambi¨¦n ayud¨® a organizar la Asociaci¨®n Protectora de Madres, que proporcion¨® asistencia financiera a las mujeres embarazadas gracias a la ayuda del doctor Mena.
En 1934, la familia Hern¨¢ndez ayud¨® tambi¨¦n a fundar la Liga de Defensa Pro Escolar, una organizaci¨®n dedicada a obtener mejores instalaciones y una mejor educaci¨®n para la comunidad mexicana que viv¨ªa en el oeste de Estados Unidos con la creaci¨®n de lo que denominaron espacios seguros.?
Haciendo uso del poder de su voz en la radio, Mar¨ªa tambi¨¦n promovi¨® la Liga de los Ciudadanos Latinoamericanos Unidos en un programa llamado ¡®Voz de las Am¨¦ricas¡¯. Como secretaria de la Liga fue la ¨²nica mujer que habl¨® en la masiva reuni¨®n del 21 de octubre de 1934, que se organiz¨® oficialmente en diciembre de 1934 y apoy¨® sus esfuerzos hasta 1940 y nuevamente en 1947, cuando se reorganiz¨®.?
En 1938 Mar¨ªa tambi¨¦n asumi¨® la causa de los derechos de los trabajadores en la huelga de la f¨¢brica Pecan-Shellers, que buscaba derechos para las mujeres trabajadoras para obtener mejores salarios y condiciones de trabajo dignas. Durante sus a?os en la Liga, Mar¨ªa Rebecca se esforz¨® por buscar la equidad para todos los mexicoamericanos sin importar de d¨®nde ven¨ªan o en d¨®nde viv¨ªan.?
Un a?o despu¨¦s, en 1939, Latigo de Hern¨¢ndez form¨® parte de un grupo de mujeres que visitaron al entonces presidente de M¨¦xico, L¨¢zaro C¨¢rdenas. En la reuni¨®n con el mandatario llevaron un mensaje de buena voluntad entre los mexicanos residentes en M¨¦xico y los que viv¨ªan en los Estados Unidos.?
Mar¨ªa Rebecca public¨® en 1945 el ensayo ¡®M¨¦xico y los cuatro poderes que dirigen al pueblo¡¯, en el que manten¨ªa que la esfera dom¨¦stica era la base de la sociedad y las madres las figuras de autoridad que moldean las naciones. Muy cercano en el tiempo a esta publicaci¨®n tambi¨¦n se involucr¨® en la organizaci¨®n del Club Liberal Pro-Cultura de la Mujer.?
Desde 1940 hasta la d¨¦cada de los 60 escribi¨® y pronunci¨® cientos de discursos en nombre de la comunidad mexicana. En noviembre de 1968 comenz¨® discursos bimestrales sobre educaci¨®n y progreso social patrocinados por el C¨ªrculo Social Damas de Am¨¦rica en la televisi¨®n en San Antonio, y en diciembre de ese a?o, Mar¨ªa Rebecca y su esposo, Pedro, testificaron en la audiencia de San Antonio ante la Comisi¨®n de Derechos Civiles de los Estados Unidos contra la discriminaci¨®n racial.?
En 1969, Mar¨ªa Rebecca Latigo de Hernandez fue nombrada tesorera de la junta directiva de la Orden de los Caballeros de Am¨¦rica, as¨ª como presidenta del C¨ªrculo Social, y un a?o m¨¢s tarde ampli¨® sus actividades pol¨ªticas al unirse al Partido Raza Unida, donde tambi¨¦n fue una ponente magistral en la conferencia regional que se llev¨® a cabo en Austin, Texas.?
El 8 de enero de 1986 Latigo de Hern¨¢ndez muri¨® v¨ªctima de neumon¨ªa y, a petici¨®n de ella misma, sus restos descansan desde entonces en los terrenos de la Orden Caballeros de Am¨¦rica que ella misma fundo, en las afueras de Elmendorf, Texas.?
Muri¨® con el reconocimiento p¨²blico de los mexicanos de un lado y otro de la frontera con Estados Unidos de ser una luchadora incansable, y desde la Orden Caballeros de Am¨¦rica donde permanecen contin¨²a siendo un s¨ªmbolo para los mexicoamericanos.
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