Presuntos yihadistas asesinan a un presidente de un colegio electoral durante los comicios en Mal¨ª
El presidente saliente gan¨® en primera vuelta mientras que Ciss¨¦ no ha sabido unir a la oposici¨®n
El presidente de un colegio electoral en el pueblo de Arkodia, en el sur de la regi¨®n de Tombuct¨², fue asesinado este domingo por hombres armados en lo que supone el incidente m¨¢s grave registrado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Mal¨ª. Los hechos ocurrieron sobre las dos de la tarde (16.00 hora peninsular) cuando seis presuntos yihadistas irrumpieron en el local para impedir la votaci¨®n y el presidente del colegio trat¨® de escapar, siendo alcanzado por las balas, seg¨²n ha informado el Pool de Observaci¨®n Ciudadana de Mal¨ª (POCIM). Posteriormente el centro fue incendiado.
Este incidente se une a otros actos de violencia cometidos en diferentes colegios en las regiones de Gao, Mopti, Tombuct¨² y Segou, en el centro y norte del pa¨ªs, en los que se ha impedido que se vote con normalidad, al igual que ocurriera en la primera vuelta celebrada el pasado 29 de julio. Pese a todo, las elecciones han seguido adelante registr¨¢ndose, eso s¨ª, una baj¨ªsima participaci¨®n no relacionada con esta violencia seg¨²n las primeras estimaciones realizadas a pie de urna por los observadores nacionales e internacionales. A las 12.00 horas, el POCIM estimaba la participaci¨®n en un 8,11%. La oposici¨®n ha alertado de la posibilidad de un enorme fraude, pero las votaciones han seguido su curso con relativa calma.
El presidente saliente Ibrahim Boubacar Keita (IBK) y el jefe de la oposici¨®n Souma?la Ciss¨¦ se disputan la presidencia del pa¨ªs en la segunda vuelta de unos comicios marcados por las numerosas irregularidades detectadas en la primera vuelta, en la que no se pudo votar en unos 700 colegios electorales debido al conflicto que atraviesa el centro y norte del pa¨ªs, y la notoria ventaja del primero sobre el segundo, quien, salvo sorpresa may¨²scula, tiene todas las papeletas para alzarse con la victoria y repetir en el cargo.
El fallo del Tribunal Constitucional del pasado mi¨¦rcoles, que rechazaba los recursos de la oposici¨®n y confirmaba unos resultados claramente favorables a IBK, ganador de la primera vuelta con el 41,7% de los votos frente al 17,8% de Ciss¨¦, ha dejado el camino expedito a una segunda vuelta id¨¦ntica a la de 2013. A ello hay que sumar que los candidatos que quedaron en tercer y cuarto lugar, Aliou Diallo y Cheikh Modibo Diarra, han dejado libertad a sus votantes para inclinarse por cualquiera de los dos aspirantes, lo que pr¨¢cticamente elimina el suspense y facilita a¨²n m¨¢s el camino a IBK.
La estrategia de Souma?la Ciss¨¦, quien lleg¨® a plantearse el boicot como una alternativa real pero que finalmente opt¨® por concurrir a la segunda vuelta, ha sido la de tratar de crear un frente democr¨¢tico para hacer frente a ¡°los abusos de poder y los intentos de fraude¡± del presidente saliente. Pero el tiro le ha salido por la culata no solo por el desmarque de Diallo y Diarra, quienes hubieran sido sus principales aliados, sino que incluso ha visto c¨®mo otros candidatos, como Mamadou Omar Sidib¨¦, se han inclinado abiertamente por IBK.As¨ª las cosas el gran term¨®metro de la situaci¨®n pol¨ªtica que vive Mal¨ª va a ser la participaci¨®n, que fue del 43% en la primera vuelta y que se espera que pueda ser incluso inferior en este segundo round dada la indiferencia y el hast¨ªo con el que vive buena parte de la poblaci¨®n la contienda electoral entre dos viejos conocidos de la pol¨ªtica nacional. Si Ciss¨¦ no ha sabido aglutinar a su alrededor las esperanzas de cambio, IBK representa la continuidad de un r¨¦gimen que no s¨®lo ha sido incapaz de poner freno al deterioro de la seguridad sino que se ha visto envuelto en numerosos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y nepotismo.
La historia reciente de Mal¨ª es la del fracaso de la opci¨®n militar como soluci¨®n para tratar de poner freno al avance del yihadismo. La enorme inversi¨®n francesa, tanto en soldados como en recursos, y la presencia de un impresionante despliegue de Naciones Unidas que ronda los 15.000 efectivos no ha servido, en cinco a?os, para parar los pies a los radicales que han convertido a este pa¨ªs en su principal base de operaciones en el Sahel. Para acabar de empeorar las cosas, Ej¨¦rcito y yihadistas est¨¢n utilizando a diferentes comunidades en su guerra sucia y las matanzas de miembros de la etnia peul en el centro del pa¨ªs, m¨¢s de 350 muertos en los ¨²ltimos seis meses, han emponzo?ado las relaciones entre grupos ¨¦tnicos.
Estas elecciones se perciben como una ¨²ltima oportunidad para la aplicaci¨®n de los acuerdos de paz firmados en Argel entre los distintos grupos armados que operan en el pa¨ªs, pero lo cierto es que los escasos avances obtenidos en los ¨²ltimos a?os alimentan el escepticismo. Si finalmente IBK obtiene la victoria aplastante a la que parece dirigirse, Ciss¨¦ no dudar¨¢ en acudir de nuevo al Tribunal Constitucional para reclamar una victoria que las urnas se empe?an en negarle una y otra vez. Es posible, incluso, que algunos de sus partidarios preparen alguna demostraci¨®n de rabia y desesperaci¨®n en la calle, tal y como ha amenazado uno de sus principales apoyos, el activista Ras Bath.
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