¡°Llamar a los periodistas ¡®enemigos del pueblo¡¯ es peligroso¡±
Desde los medios m¨¢s peque?os a las grandes cabeceras, un repaso de lo que la prensa ha respondido a Trump
La prensa de EE UU ha dicho basta. Despu¨¦s de casi dos a?os o a punto de cumplirse dos a?os de insultos, amenazas, falsedades y calumnias del presidente Donald Trump, m¨¢s de 300 peri¨®dicos de todo el pa¨ªs desde el humilde Van Buren County Democrat hasta The New York Times o incluso el brit¨¢nico The Guardian han publicado este jueves editoriales de distinto contenido y longitud, pero con un mismo prop¨®sito: defender la libertad de expresi¨®n en el pa¨ªs de la libertad de expresi¨®n. Aqu¨ª va un resumen de la opini¨®n de los principales diarios:
En letras may¨²sculas y con el t¨ªtulo LA PRENSA LIBRE TE NECESITA, The New York Times, uno de los objetivos principales de las invectivas presidenciales, recuerda en un texto corto, avanzado horas antes, que el pueblo tiene derecho a criticar a la prensa, pero que "insistir en que las noticias que no te gustan son noticias falsas es peligroso para la vitalidad de la democracia. Y llamar a los periodistas ¡®enemigos del pueblo¡¯ es peligroso, sin m¨¢s¡±.
The Boston Globe escribi¨®: ¡°La libertad de prensa es esencial para asegurar la libertad¡¯, escribi¨® John Adams. Durante m¨¢s de dos siglos, este principio fundacional norteamericano ha protegido a los periodistas en el pa¨ªs y ha servido de modelo para otras naciones libres. Hoy est¨¢ seriamente amenazado. Y env¨ªa la se?al alarmante a los d¨¦spotas, desde Ankara hasta Mosc¨², Pek¨ªn o Bagdad, de que los periodistas pueden ser tratados como un enemigo interior¡±.
Respondiendo a la convocatoria de The Boston Globe, The New York Post, un tabloide pro Trump, se pregunta: "?Quienes somos nosotros para no estar de acuerdo? Puede ser frustrante discutir que publicar verdades inconvenientes no significa que sean fake news, pero ser periodista no es una carrera de popularidad. Lo ¨²nico que podemos hacer es continuar reportajeando. Pero ?esto supone alguna diferencia?".
Otro peri¨®dico que apoy¨® la candidatura de Trump en 2016, The Topeka Capital Journal calific¨® los ataques del magnate contra la prensa con dos palabras: "Siniestros y destructivos". "Deben terminar ahora", aseguraba el rotativo que, refutando las palabras del presidente estadounidense, sostiene que no son enemigos de nadie, sino parte de la sociedad. "Vivimos, trabajamos y disfrutamos en Topeka y alrededores. Vamos a los restaurantes y mandamos a los ni?os a la escuela. Conducimos por las mismas carreteras, vemos a los mismos m¨¦dicos. No somos los enemigos del pueblo. Somos el pueblo".
The Dallas Morning News, el gran diario conservador de Texas, se expres¨® as¨ª: ¡°Si el presidente ve informaci¨®n err¨®nea, tiene el derecho y el deber de denunciarlo y mostrar los datos. No vamos a fingir que todas las historias que han aparecido en todos los medios que cubren al presidente han sido impecables. Pero tampoco vamos a fingir que no est¨¢ en juego aqu¨ª una cuesti¨®n m¨¢s amplia, que afecta a la libertad de la prensa de cuestionar las cosas y que afecta a los verdaderos fundamentos de nuestra Rep¨²blica¡±.
Una explicaci¨®n con la que se puede identificar cualquier periodista vino del peque?o Arizona Daily Star, de Tucson: ¡°En la pr¨¢ctica, los periodistas nos tragamos aburridas reuniones de gobierno y nos estudiamos las f¨®rmulas de financiaci¨®n de las escuelas p¨²blicas para que usted no tenga que hacerlo. No es una declaraci¨®n tan idealista como la Primera Enmienda, pero vale igual¡±.
The Chicago Sun Times, el buque insignia del grupo Sun Times Media Group y uno de los dos grandes peri¨®dicos de la ciudad, defiende, haciendo alusi¨®n a la preocupaci¨®n de Trump por el bienestar del pueblo, que "Chicago es una ciudad mejor, d¨¦cadas m¨¢s tarde, por esa constante competici¨®n entre dos empresas period¨ªsticas de calidad que, con todas sus diferencias, seguro que est¨¢n preocupadas por el pueblo". Su competidor, The Chicago Tribune, destaca que los ataques contra la prensa podr¨ªan pasar de las palabras a la violencia contra los medios. "En alg¨²n momento ese tipo de excesos verbales envalentonan a los extremistas ideol¨®gicos a pasar a la acci¨®n. Amenaza la seguridad personal de los periodistas. Y socava la responsabilidad de una prensa que supuestamente est¨¢ libre del control del Gobierno para actuar como perros guardianes de los poderes p¨²blicos".
Las palabras son tambi¨¦n importantes para los editorialistas de The Miami Herald, muy influyente en Am¨¦rica Latina. "Sabemos tambi¨¦n que las referencias a la prensa como 'enemigos del pueblo' no son menos peligrosas porque resultan estrat¨¦gicas. Es como los nazis llamaban a los jud¨ªos. Es como marcaron a los cr¨ªticos de Stalin para que fueran ejecutados".
En la misma l¨ªnea, The Des Moines Register, de Iowa, sostiene que "los verdaderos enemigos del pueblo ¡ªy de la democracia¡ª son quienes tratan de sofocar la verdad vilipendiando y demonizando al mensajero. La respuesta no puede ser el silencio".
The Philadelphia Inquirer, el tercer diario m¨¢s antiguo de Estados Unidos y con varios premios Pulitzer en su haber afirma que "como lugar de nacimiento de nuestra democracia, Filadelfia tambi¨¦n fue uno de los lugares de nacimiento de la prensa libre y el Inquirer, nacido no mucho despu¨¦s del propio pa¨ªs, continua orgulloso con este legado".
La prensa en espa?ol en Estados Unidos tampoco se ha quedado atr¨¢s. En su editorial, los diarios La Opini¨®n, La Raza y La Prensa, que se publican en Los ?ngeles, Chicago y Nueva York aseguran que "como latinoamericanos conocemos bien en carne propia lo que significa la erosi¨®n del periodismo, la intimidaci¨®n a los reporteros, la autocensura, la ambici¨®n desmedida de la presidencia.? Se dice que en Estados Unidos esas cosas no ocurren".
Las organizaciones period¨¬sticas profesionales tambi¨¦n han expresado su preocupaci¨®n y se han sumado a la campa?a, sin precedentes en Estados Unidos. Por ejemplo, el prestigioso Comit¨¦ para la Protecci¨®n de los Periodistas (CPJ, en sus siglas en ingl¨¦s) asegur¨® que "cuando los l¨ªderes estadounidenses se alzan en defensa de una prensa libre, incentivan a los valientes periodistas que arriesgan sus vidas y su libertad para informar. Y cuando estos l¨ªderes fallan, envalentonan a los aut¨®cratas que buscan reprimir a los periodistas". Nieman Lab for Journalism, el laboratorio period¨ªstico de la Universidad de Harvard, subrayaba que en esta ¨¦poca, en la que la democracia es un sistema bajo amenaza, "es tiempo de apoyar, no de desacreditar al periodismo leg¨ªtimo y reafirmar el compromiso con la libertad de expresi¨®n y de prensa".
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