De todo agosto
Dijo un poeta ciego que la lluvia es siempre eso que acontece en el ayer
La lluvia como una ligera brisa viol¨¢cea y el mismo, ¨²nico beso que se pierde en una bruma de tiempo. De lejos, la imagen cruza el espejo y se proyecta n¨ªtidamente sobre los p¨¢rpados. Ya no est¨¢n los ¨¢rboles, la m¨²sica y otras varias circunstancias que fueron testigos del instante; uno no es el mismo, el otro quiz¨¢ lo olvide; ambos lo llevan ya callado en los labios. Pasados por agua.
De todo agosto ser¨¢ la lenta acumulaci¨®n de cada hora que se suma a la memoria, como una ligera lluvia de ¨¢cido que apestaba la ropa y ese af¨¢n de encharcar las avenidas para que uno de los dos se vuelva danzando sin rumbo. Era el tiempo de todos los d¨ªas, libros en papel y c¨¢tedras en persona, aulas de gis y tabaco libre. Eran tiempos de ilusiones impalpables, el horizonte por delante, joyas envueltas en paliacates de colores y el mundo entero parec¨ªa m¨¢s ancho. Se ve¨ªan sabios sin escoltas y el caf¨¦ s¨®lo se serv¨ªa en cafeter¨ªas, hab¨ªa menos letreros en ingl¨¦s y un af¨¢n desprendido por caminar al aire libre a contrapelo de la inundaci¨®n actual de comercios y m¨¢s comercios que se aglutinan todos juntos bajo un mismo techo para ver si no se cae o para deambular las quincenas que apenas alcanzan.
Un solo beso, ¨²nico y el mismo, as¨ª pasen d¨¦cadas enteras y se encanezca la mirada intacta. Afuera y alrededor, giraba todo en un ritmo ajeno al silencio compartido y todo, absolutamente todo, quedaba suspendido en aura de esperanza. Se aceleraba el paisaje envolvente, como un aluvi¨®n de p¨¢rrafos que hac¨ªan volar todas las p¨¢ginas de todos los libros por venir, papeles in¨¦ditos a¨²n sin prosa en tinta y una irrefrenable hipnosis de n¨²meros que se acumulaban en los calendarios y en las cuentas, cuando en realidad lo ¨²nico que contaba eran los mismos cuentos con los que ahora se intenta conciliar el sue?o en el largo insomnio de todo agosto, aqu¨ª donde las almohadas conservan el instante que resucita en las yemas de los dedos. Pasado por agua.
Efectivamente, dijo un poeta ciego que la lluvia es siempre eso que acontece en el ayer y reaparece sin aviso como una peque?a confirmaci¨®n de que todo el ruido necio y tanto barullo en el estorbo, tanta filtraci¨®n de demencia y todos los telones de la mentira parecen acortar la indescriptible levedad de las distancias y parece entonces que aqu¨ª no ha pasado nada y all¨¢ lejos, la misma lluvia proyecta la sombra de un beso.
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