May defiende su Brexit ante la rebeli¨®n interna y el escepticismo de la UE

El Gobierno del Reino Unido apenas tiene hasta finales de octubre para cerrar un acuerdo de transici¨®n que permita una salida ordenada de la UE, porque debe dejar margen al parlamento brit¨¢nico y al europeo para aprobarlo antes de que concluya marzo.

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May ha perdido ya la ventaja de la sorpresa y debe hacer frente a la vez a tres batallas complicadas. El sector euroesc¨¦ptico de su partido; el exl¨ªder del partido nacionalista UKIP, Nigel Farage, y las asociaciones civiles m¨¢s antieuropeas han desenterrado el hacha de guerra y se muestran dispuestas a movilizar a sus bases para boicotear el plan de May.

¡°Durante meses hemos escuchado que los votantes que respaldaron la salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea no sab¨ªan lo que hab¨ªan votado. De ese modo suger¨ªan que se trataba de votantes est¨²pidos y que deb¨ªan aceptar el criterio de sus superiores¡±, escrib¨ªa este s¨¢bado Farage en el conservador The Daily Telegraph. ¡°Ya nos hemos cansado de sus enga?os, mentiras y traiciones. Ha llegado el momento de darles una lecci¨®n, una que no olviden jam¨¢s¡±. Farage, que se refiere en su art¨ªculo a May como ¡°Theresa la Apaciguadora¡±, en un remedo del t¨¦rmino que Churchill utiliz¨® para referirse a Chamberlain cuando pretendi¨® negociar la paz con Hitler, expresa su respaldo a la iniciativa puesta en marcha por el movimiento Leave Means Leave (Salir significa salir), impulsado por los empresarios Richard Tice y John Longworth. Son dos ac¨¦rrimos antieuropeos que, con una ret¨®rica b¨¦lica ¡ª¡°Estamos luchando una nueva batalla en defensa de Gran Breta?a¡±¡ª tienen intenci¨®n de inundar de publicidad los medios del Reino Unido durante las pr¨®ximas semanas en contra del plan de May y convocar actos de protesta. Todo bajo la t¨¢cita aprobaci¨®n de los sectores m¨¢s euroesc¨¦pticos del Partido Conservador, que luchan su propia batalla por debilitar a la primera ministra y provocar su ca¨ªda.

Desde que el rebelde Boris Johnson abandon¨® el Ministerio de Asuntos Exteriores en protesta por la aprobaci¨®n del Gobierno May del plan de salida de la UE, junto al entonces ministro del Brexit, David Davis, no han hecho m¨¢s que defender como la soluci¨®n m¨¢s honorable una ruptura dr¨¢stica sin ning¨²n tipo de negociaci¨®n. Cualquier cesi¨®n es entendida por este sector como un acto de vasallaje, a pesar de los catastrofistas augurios que desde el sector empresarial, el mundo de las finanzas o el propio Banco de Inglaterra se han expresado en las ¨²ltimas semanas ante la perspectiva de un abandono a las bravas de la UE. El actual titular de Exteriores, tras la renuncia de Johnson, Jeremy Hunt, se pronunciaba el pasado jueves en la cadena de televisi¨®n ITV en contra de la posibilidad de un Brexit no negociado: ¡°Ser¨ªa un error estrat¨¦gico que lamentar¨ªamos durante generaciones¡±, dijo Hunt. Inmediatamente le llovi¨® una cascada de cr¨ªticas del sector euroesc¨¦ptico del partido, hasta el punto de que tuvo que matizar que, cuando hablaba de error, se refer¨ªa a los negociadores de Bruselas. As¨ª est¨¢n las cosas.

La revuelta interna de su partido es un quebradero de cabeza para la primera ministra, pero no es el ¨²nico. May dirige en estos momentos un circo de tres pistas. La opini¨®n p¨²blica brit¨¢nica se mueve entre el hast¨ªo, la indiferencia o la indignaci¨®n ¡ªesta ¨²ltima especialmente entre los que siguen defendiendo el Brexit a machamartillo¡ª ante las componendas de ¨²ltima hora del Gobierno. Para intentar convencer a los ciudadanos de que cualquier negociaci¨®n es buena frente a una salida ca¨®tica, se han preparado una serie de m¨¢s de 80 ¡°notas t¨¦cnicas¡±, con la intenci¨®n de ir public¨¢ndolas a plazos, en las que se detallan las consecuencias pr¨¢cticas de un abandono no pactado de la UE. El medio digital Buzzfeed ha publicado la filtraci¨®n de parte de su contenido y anticipa un caos con cierta sensaci¨®n de globo sonda: los ingleses ya no podr¨¢n viajar con sus mascotas fuera de Reino Unido, sus carn¨¦s de conducir se volver¨¢n in¨²tiles o las colas de los camiones en los puertos de entrada ser¨¢n kilom¨¦tricas, por ejemplo.

Revuelta en el partido, descontento en la calle y escepticismo de Bruselas, que sigue viendo en el plan propuesto por May un men¨² a la carta para favorecer competitivamente al Reino Unido, aunque las primeras se?ales ante la propuesta han sido contenidas. Nadie quiere ser el responsable de descarrilar un inicio de negociaci¨®n que puede ser la ¨²nica v¨ªa para evitar un caos mayor.