Ortega incrementa el asedio a los periodistas en Nicaragua

Sandra Weiss, periodista alemana enviada a Nicaragua por el diario suizo Neue Z¨¹rcher Zeitung, fue agredida el 10 de agosto cuando documentaba una invasi¨®n de tierras en Chinandega, provincia localizada al oeste del pa¨ªs. Weiss quer¨ªa documentar los da?os causados al proyecto "Chinandega Maracuy¨¢ Company (Chimaco)", una enorme plantaci¨®n de maracuy¨¢ con una inversi¨®n de 20 millones de d¨®lares propiedad de una empresa suiza y del Grupo Coen ¡ªuno de las mayores de este pa¨ªs centroamericano¡ª, que hab¨ªa sido invadida por grupos armados leales al Gobierno del presidente Daniel Ortega. A la reportera le ordenaron que se bajara del taxi que hab¨ªa contratado, le robaron su c¨¢mara, grabadora, sus notas y la tarjeta de cr¨¦dito, con la que m¨¢s tarde sus asaltantes har¨ªan una compra por 2.000 d¨®lares en gasolineras locales. El asalto a Weiss es la m¨¢s reciente agresi¨®n contra el periodismo en un pa¨ªs donde desde el Gobierno se persigue y criminaliza esta profesi¨®n, seg¨²n denuncias de reporteros y directores de medios de comunicaci¨®n.

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El 18 de abril, cuando el presidente Ortega orden¨® un ataque de sus huestes a una manifestaci¨®n contra las reformas a la Seguridad Social que se desarrollaba de forma pac¨ªfica en Managua, los simpatizantes de Ortega ¡ªarmados de tubos y garrotes¡ª agredieron a periodistas que cubr¨ªan la protesta, entre ellos corresponsales de la prensa extranjera. La indignaci¨®n por la respuesta violenta del Ejecutivo a quienes se opon¨ªan a las reformas deriv¨® en una serie de manifestaciones que desde el 19 de abril exigen la salida del poder del mandatario sandinista y que han dejado al menos 317 personas asesinadas. El 21 de abril, cuando se cumpl¨ªan tres d¨ªas de brutal represi¨®n, ?ngel Gahona, periodista y propietario del noticiero El Meridiano, fue asesinado en la ciudad de Bluefields, localizada en el Caribe de Nicaragua. Gahona transmit¨ªa por Facebook Live un enfrentamiento entre las tropas de antidisturbios y los manifestantes, cuando recibi¨® un disparo en la cabeza.

Los colegas de Gahona en Bluefields repudiaron el asesinato y culparon a la Polic¨ªa Nacional, que desat¨® el acoso e intimidaci¨®n contra los reporteros que fueron testigos del hecho. La periodista Ileana Lacayo denunci¨® que ella y otros reporteros han sido "perseguidos" por "polic¨ªas de civil y uniformados", que tambi¨¦n han "monitoreado los movimientos" de sus familiares, por lo que ella tuvo que dejar Nicaragua.

A estas agresiones se sum¨® la censura a medios de comunicaci¨®n independientes, tras la orden de Telcor ¡ªla empresa estatal reguladora de las telecomunicaciones¡ª de retirar de la se?al abierta a al menos cuatro canales de televisi¨®n, que cubr¨ªan en directo las manifestaciones antigubernamentales. El Canal 100% Noticias fue el medio m¨¢s afectado por la censura de Ortega, al ser retirado del aire sin explicaciones durante varios d¨ªas en abril. Los sitios de Internet de la revista Confidencial y del diario La Prensa tambi¨¦n sufrieron ataques que los dejados desconectados durante horas.

En junio, cuando el Gobierno arm¨® a agrupaciones irregulares que asaltaron las barricadas levantadas por la poblaci¨®n en varias ciudades del pa¨ªs como forma de protesta, un grupo de parapoliciales golpearon a periodistas que pretend¨ªan realizar una cobertura del asalto contra la ciudad de Masaya, localizada a 35 kil¨®metros al sureste de Managua. Los encapuchados rodearon a las periodistas Leticia Gait¨¢n, de 100% Noticias, y Daliana Oca?a y Luis Alem¨¢n, de Canal 12, y los amenazaron con armas de alto calibre. Les robaron parte de su equipo.

Mientras tanto, Roberto Collado Urbina, corresponsal del noticiero Acci¨®n 10 en la colonial ciudad de Granada, fue golpeado y secuestrado por grupos parapoliciales. El joven result¨® con heridas de gravedad en la cabeza ¡ªque tuvieron que ser suturadas¡ª y el dedo me?ique de su mano izquierda qued¨® inutilizado por la golpiza. Otro reportero de Acci¨®n 10, Paco Espinoza, denunci¨® persecuci¨®n en su contra, por lo que tuvo que esconderse en las monta?as del norte de Nicaragua. A Espinoza, que dio cobertura a las manifestaciones contra el Gobierno en Jinotega, ciudad del norte de Nicaragua, la Polic¨ªa lo acusa por "terrorismo, robo y tortura". El joven reportero dijo que se le ha puesto "precio" a su captura: se ofrecen 7.000 d¨®lares. Una denuncia similar hizo la direcci¨®n de Radio Corporaci¨®n, de Managua, al informar la semana pasada que en perfiles de redes sociales afines al Gobierno se ofrecen hasta 5.000 d¨®lares por la captura del corresponsal de esa emisora en Masaya.