Juan, Jorge y Joy

?La Universidad de Guanajuato ha tenido a bien lanzar el Premio Jorge Ibarg¨¹engoitia de Literatura, subrayando el g¨¦nero de la cr¨®nica como guinda del galard¨®n. Ya era hora de que en Cu¨¦vano se hiciera homenaje anual al Jorge que la so?¨®, vivi¨® y pens¨® desde la tinta del teatro, el largo aliento de la novela, la chispa del cuento y la adrenalina semanal de sus cr¨®nicas en peri¨®dico y ya era hora de que el ancho y amplio p¨²blico lector encuentre autores premiados precisamente por un g¨¦nero que tiene algo de novela, mucho de cuento, ecos de dramaturgia, aroma de reportaje, esencia de entrevistas y biograf¨ªa, p¨¢tina autobiogr¨¢fica y no pocos dengues heredados del ensayo. Por algo, Juan Villoro defini¨® a la cr¨®nica como el ornitorrinco de los g¨¦neros, un p¨¢ramo iluminado donde se cuaja eso que ¨¦l tambi¨¦n llama ¡°literatura bajo presi¨®n¡±.

Con el p¨¢rrafo anterior basta para entender que la decisi¨®n un¨¢nime del jurado para esta primera entrega del Premio Ibarg¨¹engoitia no pod¨ªa evitar reconocer la obra de Juan Villoro, novelista, cuentista, dramaturgo, poeta, ensayista, periodista¡­ y cronista. Basta leerlo en cualesquiera de esas tintas para saborear el saz¨®n del narrador que piensa en cr¨®nica o los di¨¢logos del teatro que aluden al cuento de un ensayo que se remonta a la memoria personal o compartida de quien ha logrado entrevistarse con el tiempo y adem¨¢s: basta leerlo para confirmar que su pluma en todas las prosas posibles honra con gratitud el ejemplo de Ibarg¨¹engoitia, el ingeniero que abandon¨® la resistencia de materiales para abocarse al teatro y pasar a la novela, cuajando cuentos como charla de sobremesa y cr¨®nicas semanales como ponderaciones filos¨®ficas, suspiros ante el hartazgo y la santa iron¨ªa del humor como algo muy serio.

Ambos, Juan y Jorge mantienen la llama del sarcasmo y del filo agudo de la cr¨ªtica, incluso en estos desmemoriados tiempos donde la falsa ortodoxia de lo que llaman pol¨ªticamente correcto pasa por el tel¨®n del generalizado imperio de la ignorancia en cuarenta caracteres. Juan y Jorge, en una conversaci¨®n del estante m¨¢s entra?able de nuestra literatura, y ahora reunidos por un premio que nace en Cu¨¦vano como celebraci¨®n de los 90 a?os de Ibarg¨¹engoiotia, nom¨¢s para que ponderemos la cantidad de sabias p¨¢ginas que nos qued¨® a deber al irse demasiado pronto de este mundo.

Y Joy, que cumplir¨ªa 95 a?os por estos d¨ªas de no haber emprendido el ansiado viaje para reunirse con Jorge sobre un lienzo en colores pastel que algunos llaman Eternidad. Ambos, caminan de la mano en una conversaci¨®n donde indudablemente celebran la literatura del escritor Juan Villoro que esperaba el dictamen de su primer libro en la antesala de la editorial Joaqu¨ªn Mortiz, en un ayer ya muy remoto, cuando pas¨® de pronto Ibarg¨¹engoitia para entregar otro original a las manos del gran editor, Joaqu¨ªn D¨ªez Canedo, que hoy los re¨²ne en Cu¨¦vano para celebraci¨®n de las letras. Quien no lo crea, ya lo leer¨¢ con el Tiempo.