Enrique Pe?a Nieto es su propio ep¨ªlogo
En su ¨²ltimo y extenso mensaje a la naci¨®n el presidente volvi¨® a mostrar que est¨¢ hecho para que lo vean en televisi¨®n, aunque a la larga aburre
Para hoy no iba a escribir sobre el presidente saliente de M¨¦xico.
Quer¨ªa contarles de dos pel¨ªculas estupendas: Roma, de Alfonso Cuar¨®n, y Los Adioses, de Natalia Beristain. Y, con ese pretexto, hablarles del poder narrativo de Cuar¨®n y su tour de force que nos apachurra desde las entra?as del M¨¦xico de los 70. O de la fuerza de la palabra y sus silencios desde la lucha protofeminista de una Rosario Castellanos que ya tra¨ªa el #MeToo calado en su c¨®digo gen¨¦tico. Esos M¨¦xicos, esos personajes, que nos dan patria porque le confieren sentido a nuestros anhelos tambi¨¦n territoriales.
Pero, se me derrumb¨® esa inspiraci¨®n.
Lo siento.
Segu¨ª, como muchos mexicanos, el mensaje que con motivo de su ¨²ltimo informe de Gobierno present¨® Enrique Pe?a Nieto a la naci¨®n. Y lo hice porque imagin¨¦ que tendr¨ªa que ser un momento importante, tal vez su culminaci¨®n narrativa o su reivindicaci¨®n simb¨®lica, despu¨¦s de haberlo perdido casi todo en la estima de la poblaci¨®n a la que a¨²n gobierna. No fue as¨ª. Y ah¨ª se derrumb¨® la inspiraci¨®n original. As¨ª que dejo las divagaciones est¨¦tico-f¨ªlmicas para otro momento, y vamos con esto.
La comunicaci¨®n pol¨ªtica nunca fue un accesorio para la gobernabilidad, pero hoy es, sobre todo, el pilar para la cohesi¨®n social, el manejo de expectativas y la gesti¨®n de frustraciones. Por eso mismo llama la atenci¨®n que alguien tan elocuente en su manejo original de medios y de la comunicaci¨®n personal como Enrique Pe?a Nieto, haya sucumbido en el intento de imponerse por encima de su propia narrativa real.
Lo que vimos en este mensaje con motivo del ¨²ltimo informe de Gobierno, fue un discurso que se volvi¨® eterno, poco menos de dos horas de duraci¨®n, y que a manera de cat¨¢logo fue enumerando logros tras logros en un tono condescendiente de padre bueno. Bien me dice Luis Espino, especialista en an¨¢lisis del discurso, que Enrique Pe?a Nieto persisti¨® en el error: su Gobierno siempre vio ¡ªy ve¡ª al ciudadano como un actor pasivo al que le toca darse cuenta, motu proprio, de ¡°lo bueno¡± que se hace. Cierto que no es el ¨²nico presidente condescendiente: ya Felipe Calder¨®n, por ejemplo, nos rega?aba un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n, por no aplaudir el esfuerzo de la lucha contra el crimen organizado. Solo que Pe?a Nieto lleva esto hasta su ¨²ltimo mensaje extenso: si las palabras no sirven, ah¨ª est¨¢n los spots para recordarle al ciudadano su ingratitud. ¡°Era inevitable la ruptura de los lazos de confianza¡±, dice Espino, ¡°y sin confianza de tu audiencia no hay mensaje que pase¡±. La ciudadan¨ªa fue del enojo al desprecio y del desprecio a la burla. Ah¨ª ya no hay ret¨®rica que cale. Y menos as¨ª.
Un largo discurso salpicado con v¨ªdeos promocionales de los logros: un formato en que se renuncia al valor de la palabra para cederlo al de los infomerciales y con ello aislar m¨¢s ¡ªsi a¨²n es posible¡ª al presidente. As¨ª lo apunta el periodista Mario Campos: ¡°Pe?a Nieto nos habl¨® del pa¨ªs que cree dejar, del pa¨ªs que reconoce que no pudo entregar y del pa¨ªs que ya no ser¨¢ (s¨ª, el de todo aquello que le echar¨¢n por tierra)¡±. Vimos, agrega el especialista en investigaci¨®n cualitativa, Claudio Flores, ¡°a un presidente que claudic¨® de su ¨²ltima oportunidad de dirigirse a la naci¨®n¡±. O, como tuiteara el periodista Leonardo Curzio: ¡°poco acertado eso de intercalar largos v¨ªdeos en el informe¡ yo vine a escucharlo a ¨¦l, no a ver la televisi¨®n¡±.
Se va terminando ahora s¨ª el sexenio. Vendr¨¢ la ceremonia del Grito de Independencia y poco m¨¢s. Ya la historia pondr¨¢ en su lugar los logros de este sexenio y las transformaciones vividas. Ya nos tocar¨¢ la mirada cr¨ªtica sobre el presidente entrante. Pero con su ¨²ltimo y extenso mensaje a la naci¨®n, Pe?a Nieto volvi¨® a mostrar que est¨¢ hecho para que lo vean en televisi¨®n. Solo que eso, a la larga, aburre.
En fin, prometo para la pr¨®xima entrega hablar de otras cosas. Por ejemplo de buen cine.
Que as¨ª sea.
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