Trump cambia de estrategia en la batalla judicial contra Stormy Daniels para evitar declarar ante el juez
El presidente y Michael Cohen renuncian a defenderse para desactivar la demanda que interpuso la ex actriz porno
La batalla de Donald Trump por hundir judicialmente a la actriz Stormy Daniels se ha convertido ahora en un intento por salir del enredo como sea. Los abogados de Donald Trump y su excolaborador Michael Cohen comunicaron durante este fin de semana al juzgado de Los ?ngeles que se encarga del caso que no merece la pena seguir litigando con la actriz porno. Con este movimiento, intentan evitar que el juez les llame a declarar para dar su versi¨®n. El abogado de la actriz, Michael Avenatti, respondi¨® el lunes con un escrito argumentando que el caso debe seguir adelante.
El origen de esta disputa judicial est¨¢ en la demanda que interpuso en marzo Stephanie Clifford, verdadero nombre de Daniels, para anular el contrato de confidencialidad que firm¨® poco antes de las elecciones de 2016 con Michael Cohen, entonces abogado personal de Trump, para no hablar de su supuesta relaci¨®n con el magnate inmobiliario. A cambio de su silencio, Daniels cobr¨® 130.000 d¨®lares. En la demanda, Daniels afirma que el contrato era nulo, entre otras cosas, porque Trump nunca lo firm¨® y porque su objetivo era il¨ªcito (financiar la campa?a electoral). El pasado 21 de agosto, Cohen admiti¨® su culpabilidad en este delito ante un juez de Manhattan y acus¨® a Trump de c¨®mplice, una declaraci¨®n que en principio beneficia a Daniels.
Ahora, la estrategia de Trump y Cohen parece ser evitar por todos los medios que tengan que declarar en el caso. El pasado s¨¢bado, el abogado del presidente envi¨® un escrito al juez en el que se muestra dispuesto a aceptar que el acuerdo en cuesti¨®n no es v¨¢lido y renuncia a demandar a la actriz por romperlo, pese a que en el pasado ha dicho que lo har¨ªa en m¨¢s de una ocasi¨®n. Horas antes, la empresa a trav¨¦s de la cual Cohen realiz¨® el pago ofreci¨® rescindir ese contrato de confidencialidad, si la actriz porno devuelve el dinero.
El lunes, Avenatti respondi¨® en el juzgado con un escrito dur¨ªsimo en el que se niega a dar por terminado el caso. ¡°El deseo repentino de los acusados de escaparse de este caso sin consecuencias reales refleja una realidad profundamente perturbadora: que los acusados han estado enga?ando sin verg¨¹enza a este juzgado y al p¨²blico americano durante m¨¢s de seis meses¡±, escribe. El abogado recuerda que la otra parte no solo neg¨® los hechos, sino que amenaz¨® con arruinar a la actriz. El propio Trump tuite¨® que el acuerdo de confidencialidad ¡°est¨¢ vigente y con toda su fuerza¡±. Ahora dice que nunca fue v¨¢lido y no tiene sentido defenderlo.
Michael Cohen is back to playing games and trying to protect Donald Trump. He is now pulling a legal stunt to try and ¡°fix it¡± so that we can¡¯t depose Trump and present evidence to the American people about what happened. He is not a hero nor a patriot. He deserves what he gets.
— Michael Avenatti (@MichaelAvenatti) September 8, 2018
¡°La corte no puede permitir a los acusados salir de este caso sin enfrentarse a consecuencias reales o una investigaci¨®n seria sobre la verdad¡±, dice el escrito. Avenatti argumenta que Cohen y Trump podr¨ªan seguir difamando a Daniels y diciendo en p¨²blico lo que quieran sobre este asunto sin que haya sido establecida cu¨¢l es su versi¨®n bajo juramento. Adem¨¢s, los acusados no se han ofrecido a pagar los costes judiciales de Daniels.
El pr¨®ximo 24 de septiembre se celebrar¨¢ una vistilla para decidir si el caso sigue adelante.
La estrategia de Trump y Cohen se hab¨ªa centrado hasta ahora en negar los hechos y desacreditar a la actriz porno. Pero, seg¨²n avanzaba la investigaci¨®n del FBI e iban apareciendo informaciones en la prensa, poco a poco han ido reconociendo partes del relato. En este tiempo, la actriz ha ampliado la denuncia por difamaci¨®n contra ambos por las cosas que han dicho sobre ella.
En el plano judicial, Trump activ¨® el arbitraje que prev¨¦ el contrato de confidencialidad y, por medio de una decisi¨®n de un ¨¢rbitro independiente (un proceso en el que la parte de Daniels ni siquiera fue escuchada), logr¨® en marzo una orden que obligaba a la actriz a guardar silencio. D¨ªas despu¨¦s, la actriz y su abogado desafiaron de nuevo el contrato con una entrevista en televisi¨®n. Los abogados de Trump amenazaron en el juzgado con pedir un mill¨®n de d¨®lares a Daniels por cada violaci¨®n del contrato, hasta 20 millones de d¨®lares.
El abogado de la actriz, Michael Avenatti, se ha hecho un nombre propio en el universo de la resistencia contra Trump con la agresividad judicial y medi¨¢tica con la que respondi¨® a las amenazas de los abogados del presidente. Su principal objetivo en el proceso, aparte de lograr una indemnizaci¨®n para Daniels, es interrogar al presidente y a Michael Cohen bajo juramento y hacer p¨²blicos esos testimonios.
Trump y sus abogados se han contradicho tantas veces en p¨²blico sobre el caso en los medios que ser¨ªa muy raro que el juzgado de Los ?ngeles no los llamara a declarar para saber cu¨¢l es su versi¨®n bajo juramento. Avenatti ha dicho en los medios que sus argumentos para lograrlo se han visto a¨²n m¨¢s reforzados con la reciente declaraci¨®n de culpabilidad de Cohen sobre el pago. Hace menos de un a?o negaba su existencia.
Si fuera llamado a declarar, Trump podr¨ªa intentar evitarlo recurriendo al Tribunal Supremo, pero los precedentes no est¨¢n de su parte. Seg¨²n la doctrina actual, el presidente no puede ser imputado mientras est¨¢ en el cargo, pero s¨ª debe acudir a declarar en los litigios civiles que se le presenten, como cualquier ciudadano. El precedente m¨¢s claro es el de Bill Clinton, que tuvo que declarar en la demanda por acoso sexual de una antigua empleada a la que conoci¨® siendo gobernador de Arkansas, Paula Jones. De aquel testimonio sali¨® la base para acusar despu¨¦s a Clinton de perjurio, un enredo que le llev¨® a ser el segundo presidente de la historia que se enfrenta a la destituci¨®n (impeachment) en el Congreso.
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