Bruselas quiere eliminar el veto nacional en ¨¢reas clave de la pol¨ªtica exterior com¨²n

Juncker propone, en concreto, que se cambie la unanimidad por la mayor¨ªa cualificada en la aplicaci¨®n de sanciones a pa¨ªses terceros, en el despliegue de misiones civiles de paz y en los pronunciamientos de la UE sobre la situaci¨®n de los derechos humanos a nivel internacional. ¡°No puede ser que la Uni¨®n permanezca en silencio cuando el consejo de derechos humanos de Naciones Unidas condena los abusos en China¡±, se?al¨® Juncker en su intervenci¨®n en Estrasburgo. ¡°No puede ser que un solo Estado pueda frenar la renovaci¨®n del embargo de armas a Bielorrusia para chantajear al resto o que las sanciones a Venezuela se retrasen durante meses porque no se logra la unanimidad¡±, lament¨® el presidente de la Comisi¨®n.

El discurso de Juncker apostaba por recuperar la ¡°soberan¨ªa europea", un t¨¦rmino impulsado por el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y que pasar¨ªa por el fortalecimiento y la integraci¨®n del continente en ¨¢reas como la pol¨ªtica exterior, la defensa, la migraci¨®n o los mercados financieros y digitales. El programa anunciado por Juncker este mi¨¦rcoles para su quinto y ¨²ltimo a?o de mandato (expira en octubre de 2019) incluye 18 iniciativas pol¨ªticas y legislativas en esos terrenos. Y hace especial hincapi¨¦ en el fortalecimiento de la posici¨®n global de la UE. ¡°Europa afronta un dilema muy claro: si los europeos decidir¨¢n su destino o si su destino ser¨¢ decidido por otros¡±, advierte la comunicaci¨®n sobre eficiencia en pol¨ªtica exterior aprobada ayer por la Comisi¨®n, un texto en el que propone utilizar la llamada ¡°pasarela¡± del Tratado de Lisboa (art¨ªculo 31.3) para desembarazar a la diplomacia comunitaria del requisito de la unanimidad en ciertos asuntos clave.

Unanimidad previa

La propuesta no ser¨¢ f¨¢cil que salga adelante porque requiere como paso previo la temida unanimidad. Pero la Comisi¨®n recuerda que los Estados ya han aceptado en otras ocasiones dar ese paso (pol¨ªtica comercial) y el balance siempre ha sido positivo. El documento subraya, adem¨¢s, que est¨¢ en juego ¡°si la UE quiere ser un pilar del mundo multipolar que est¨¢ emergiendo o resignarse a ser un mero t¨ªtere¡±.

El paso de la unanimidad a la mayor¨ªa cualificada coincidir¨ªa con la consumaci¨®n de la salida de Reino Unido de la UE (marzo de 2019), un golpe al peso global del club que Bruselas espera compensar con creces gracias a una mayor capacidad de reacci¨®n y actuaci¨®n en la cambiante escena internacional.

En la actualidad, la diplomacia europea, comandada por Federica Mogherini, vicepresidenta y Alta Representante de Pol¨ªtica Exterior, se ve a menudo desbordada por los acontecimientos y su lenta o tard¨ªa reacci¨®n es interpretada a menudo como una se?al de impotencia, indiferencia o torpeza por parte de Bruselas cuando el silencio o la pasividad solo es atribuible a un socio o reducido grupo de socios.

La Comisi¨®n recuerda ejemplos recientes y sangrantes que impidieron a la UE pronunciarse sobre la situaci¨®n de Jerusal¨¦n (sacudida en 2017 por el reconocimiento de EE UU como capital de Israel), reaccionar a ciertas medidas represivas en Egipto o ampliar operaciones en el Sahel. En la mayor¨ªa de los casos, el consenso europeo era ampl¨ªsimo pero los intereses particulares o coyunturales de alg¨²n Estado paralizaron al club y le hicieron perder o retrasar la oportunidad de influir en asuntos internacionales. En ocasiones, el veto solo pretend¨ªa arrancar concesiones en alg¨²n otro asunto.