La ONU prepara la posguerra siria
El mediador de Naciones Unidas se re¨²ne en Ginebra con 10 pa¨ªses para abordar una reforma constitucional que permita unas elecciones en Siria
Nadie parece haber cre¨ªdo demasiado en las negociaciones de paz auspiciadas por Naciones Unidas en Ginebra desde poco despu¨¦s que comenzara la guerra en Siria en marzo de 2011. Los viajes de ida y vuelta de las delegaciones del Gobierno y de la oposici¨®n ante el mediador Staffan de Mistura han quedado atrapados en un bucle temporal, como en la pel¨ªcula El d¨ªa de la marmota.
Tras el fracaso de las primeras conversaciones, bajo el arbitraje del ex secretario general de la ONU Kofi Annan en 2012 (fallecido el pasado 18 de agosto), el diplom¨¢tico argelino Lajdar Brahimi intent¨® sin ¨¦xito una segunda ronda en 2014. El funcionario internacional italo-sueco De Mistura lleva desde entonces empe?ado en hallar una salida pol¨ªtica a la contienda civil en el pa¨ªs ¨¢rabe. Ha encadenado varias tandas de negociaciones que se prolongaron hasta septiembre del a?o pasado, pero la violencia sobre el terreno y la disputa ante el futuro papel que debe desempe?ar el presidente Bachar el Asad acabaron arruinando el di¨¢logo.
El mediador internacional no ha vuelto a convocar nuevas conversaciones desde hace un a?o, mientras los frentes insurgentes se han ido desmoronando uno tras otro ante el avance de las tropas gubernamental respaldadas por Rusia y fuerzas chi¨ªes encabezadas por Ir¨¢n. Turqu¨ªa, que apoya a varios grupos rebeldes en el noroeste de Siria, ha intervenido tambi¨¦n directamente en el conflicto para desalojar a las milicias kurdas ¡ªaliadas de Estados Unidos en la lucha contra el Estado Isl¨¢mico¡ª de la frontera com¨²n.
Mosc¨², Teher¨¢n y Ankara marcan ahora el paso de la guerra y de la paz. Desde finales de 2016 han relegado el marco negociador de Ginebra para sustituirlo por el llamado proceso de Astan¨¢, por la primera reuni¨®n tripartita celebrada en la capital de Kazajist¨¢n. El Kremlin, que salv¨® al r¨¦gimen de Damasco de una derrota en ciernes con su despliegue militar en Siria hace ahora tres a?os, lleva la voz cantante para imponer una pax rusiana frente a la comunidad internacional.
Para salvaguardar la misi¨®n que le encomend¨® el Consejo de Seguridad de la ONU en diciembre de 2015 mediante la resoluci¨®n 2254, De Mistura no ha tenido m¨¢s remedio que aferrarse al ¨²nico punto en el que ha surgido cierto consenso entre las partes: la reforma de la Constituci¨®n. Durante esta semana ha convocado en Ginebra a representantes de 10 pa¨ªses del llamado Grupo de Contacto para Siria. El lunes y el martes se encontr¨® precisamente con delegados de Mosc¨², Teher¨¢n y Ankara, cuyos respectivos presidentes se hab¨ªan reunido la semana anterior en la capital siria sin alcanzar el acuerdo de alto el fuego en la provincia de Idlib, ¨²ltimo gran feudo insurgente.
El mediador de Naciones Unidas recibi¨® este viernes en el Palacio de las Naciones a enviados de Estados Unidos, Reino Unido, Arabia Saud¨ª, Jordania, Alemania, Francia y Egipto, para informales tambi¨¦n sobre la sobre la creaci¨®n de un comit¨¦ constitucional, informa Efe, sin que trascendiera el contenido de la reuni¨®n. De Mistura tiene previsto informar el martes al Consejo de Seguridad. Por ahora, la iniciativa diplom¨¢tica de la ONU ha servido al menos para paralizar la ofensiva militar general contra Idlib anunciada por el Ej¨¦rcito gubernamental.
Comit¨¦ constituyente
Fuentes rusas citadas por la revista digital Al Monitor precisan que Gobierno, oposici¨®n y representantes de la sociedad civil van a presentar tres listas separadas de candidatos a integrar un comit¨¦ constituyente de 150 miembros, que deber¨¢n ser consensuados. Un consejo reducido de 45 miembros redactar¨¢ las enmiendas a la actual Constituci¨®n o una ponencia de nueva ley fundamental.
El tr¨ªo de Astan¨¢ parece haber aceptado la f¨®rmula constitucional de De Mistura ¡ªque resulta imprescindible para la celebraci¨®n de elecciones en la posguerra¡ª a fin de dotar de legitimidad a un proceso pol¨ªtico en el que el r¨¦gimen de El Asad tratar¨¢ de validar en las urnas su victoria en el campo de batalla.
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