La nueva ronda de aranceles de Trump complica el escenario electoral al borde de las legislativas
China trata de golpear a los sectores m¨¢s vulnerables para los republicanos
Donald Trump prometi¨® a su electorado que pondr¨ªa a raya a China. Y, a su manera, lo est¨¢ haciendo. En apenas tres meses, el presidente de Estados Unidos ha dado la orden de activar aranceles a importaciones de bienes chinos por un valor total de 250.000 millones de d¨®lares, la mitad de todos los productos chinos que cruzaron la frontera el a?o pasado. El magnate republicano amenaza, adem¨¢s, con ir a la confrontaci¨®n total si no hay un cambio de actitud por parte de Pek¨ªn. Pero ni en Wall Street ni en Main Street se entiende bien el objetivo del presidente, que se niega a dar el brazo a torcer a pesar de los evidentes da?os colaterales de su estrategia.
El escenario en el que se est¨¢ librando esta batalla comercial, de hecho, est¨¢ completamente viciado por las elecciones legislativas de noviembre. Hasta el punto de que se da por asumido que la tensi¨®n con China no se rebajar¨¢ hasta que pasen las elecciones. La escalada plantea un verdadero riesgo pol¨ªtico para los republicanos, que tratan de contener a los dem¨®cratas para que no recuperen la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes y en el Senado.
Trump, consciente del complejo puzle pol¨ªtico que tiene por delante, trat¨® este martes de responsabilizar a China ¨Ctras el anuncio de represalias¨C, a la que acus¨® de tratar de ¡°impactar¡± y ¡°cambiar¡± el curso de los comicios estadounidenses al dirigir su respuesta hacia las regiones en las que los republicanos exhiben mayor vulnerabilidad. ¡°Lo que no entienden es que estas personas son grandes patriotas¡±, dijo refiri¨¦ndose a los agricultores y empleados de las industrias m¨¢s afectadas. Es exactamente la misma t¨¢ctica que siguieron M¨¦xico y Canad¨¢ cuando la Casa Blanca incluy¨® a ambos pa¨ªses en la lista de exportadores de acero y aluminio gravados.
David Wessel, de la Brookings Institution, tiene claro que Trump busca ¡°cr¨¦dito entre sus electores¡±. La Casa Blanca parte de la premisa de que la fortaleza de la econom¨ªa, junto a la rebaja de impuestos, le dan margen para asumir este riesgo. En paralelo, para compensar da?os, moviliz¨® un plan de ayudas a los agricultores m¨¢s afectados por las represalias chinas, especialmente los productores de soja, para as¨ª garantizarse su lealtad en las elecciones.
Wall Street se toma, entretanto, la situaci¨®n con bastante calma. El principal ¨ªndice de la Bolsa de Nueva York, el S&P 500, cerr¨® la sesi¨®n de este martes con una subida ligeramente superior al medio punto porcentual, ajeno a la escalada comercial entre las dos mayores econom¨ªas del planeta. La Casa Blanca, dicen en el parqu¨¦, lleva tiempo telegrafiando esta nueva maniobra, que interpretan como una t¨¢ctica para que Pek¨ªn vuelva lo antes posible a la negociaci¨®n. ¡°Es posible que lleguemos a un acuerdo en alg¨²n momento¡±, dice Trump, ¡°estamos siempre abiertos a hablar¡±.
El secretario de Comercio de EE UU,?Wilbur Ross, salt¨® r¨¢pidamente a la palestra para decir que los aranceles no son el fin y explicar que la elecci¨®n de los productos sometidos a aranceles se hizo ¡°para que no sean intrusivos en el consumidor¡±. De la lista final activada se cayeron finalmente 297 grupos de productos, entre ellos los relojes inteligentes de Fitbit y Apple, y los auriculares inal¨¢mbricos. Lo que no a¨²n no son capaces de medir los analistas es lo que ocurrir¨¢ si China va m¨¢s all¨¢ de los aranceles y opta por devaluar m¨¢s su moneda para defenderse.
Tim Cook, el consejero delegado del gigante de la manzana, lleva tiempo tratando de hacer ver a Trump que el comercio -como dictan los c¨¢nones de la econom¨ªa contempor¨¢nea- es positivo para las dos partes. En el caso de Apple, los analistas de la agencia de calificaci¨®n de riesgos Moody's creen que la guerra comercial le afecta en dos sentidos: por el impacto en la cadena de suministro que le permite fabricar sus productos en China y por los sobrecostes que le encarecen el precio final y que pueden da?ar sus ahora abultados m¨¢rgenes.
Multinacionales golpeadas
Algo similar le ocurre a otras multinacionales como Harley-Davidson, Whirpool, Intel o Campbell Soup, que ya est¨¢n ajustando a la baja sus previsiones de negocio para la segunda mitad del ejercicio en anticipaci¨®n a los sobrecostes derivados del litigio comercial. El efecto de los aranceles chinos se suma, adem¨¢s, a las medidas restrictivas impuestas al acero y el aluminio o las lavadoras.
La firma especializada en el an¨¢lisis de intercambios comerciales Panjiva explica que el impacto de los aranceles depender¨¢ de hasta qu¨¦ punto las corporaciones puedan encontrar una cadena de suministro alternativa. Los productos de consumo m¨¢s expuestos, a?aden, son los electrodom¨¦sticos, con el 59% del producto final importado de China. En el caso de los ordenadores, esa cifra asciende al 70%.
Fred Smith, consejero delegado de Fedex, es uno de los ejecutivos que mejor conoce c¨®mo se tejen las relaciones comerciales. La historia, dice, ¡°es muy clara¡±: ¡°El mercantilismo no funciona¡±, reiteraba este lunes durante la conferencia con analistas posterior a la presentaci¨®n de resultados. ¡°Hay un ejemplo tras otro que lo demuestra¡±, agrega. Las econom¨ªas m¨¢s pr¨®speras, ¡°son las m¨¢s abiertas¡±.
Shane Oliver, economista jefe de AMP Capital, incide en la necesidad de aportar contexto a los aranceles. Con la entrada en vigor de la segunda fase, el 12% de los productos que importa Estados Unidos experimentar¨¢n un incremento en los aranceles. Y el aumento promedio, a?ade, ser¨¢ del 1,6% para el conjunto de la cesta, una cifra que califica de "asumible". Terry Chan, analista de Standard & Poor's, ve las cosas desde una perspectiva global: la confrontaci¨®n comercial, apunta, afectar¨¢ a la confianza y lastrar¨¢ el crecimiento global. ¡°Empezamos a escuchar los crujidos¡±, comentan desde RBC Capital.
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