Duterte promueve a su hija para sucederle al frente de Filipinas
Cansado de gobernar, el presidente filipino alaba a Sara Duterte-Carpio, alcaldesa de Davao, como posible sustituta
Al presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, le pesan los dos a?os que lleva al mando del pa¨ªs. El dirigente septuagenario se confiesa listo para retirarse y, contrario a encumbrar a su vicepresidenta, la opositora Leni Robredo, ve en su hija, la abogada y pol¨ªtica Sara Duterte-Carpio, a una digna sucesora. ¡°Si yo no puedo cumplir con mis promesas, ella lo har¨¢¡±, anticip¨® durante su reciente viaje a Jordania. No ser¨ªa la primera vez que la estrella emergente de la pol¨ªtica filipina hereda el cargo del progenitor: ya ocurri¨® con la alcald¨ªa de Davao, ocupada por Duterte-Carpio desde que su padre la dej¨® al ganar las elecciones de 2016.
Duterte ha manifestado por activa y por pasiva su intenci¨®n de jubilarse antes de que la legislatura termine en 2022 en las ¨²ltimas semanas. ¡°Estoy cansado. Estoy listo para retirarme¡±, ha reiterado en sus apariciones. En un discurso televisado el jueves, el dirigente tambi¨¦n apunt¨® hacia posibles problemas de salud, asegurando que espera unos resultados m¨¦dicos que le podr¨ªan apartar de la presidencia: ¡°Si es c¨¢ncer, es c¨¢ncer. Y si est¨¢ en estadio tres, nada de tratamiento. No quiero prolongar mi agon¨ªa en esta oficina o en ninguna parte¡±, previno pesimista.
Aunque su portavoz, Harry Roque, rebaj¨® este viernes la preocupaci¨®n asegurando que si Duterte padeciera una ¡°enfermedad seria¡± se informar¨ªa a la poblaci¨®n, como dicta la Constituci¨®n, sus comentarios sobre una posible retirada son cada vez m¨¢s frecuentes y alejados de la jocosidad de hace meses; entonces promet¨ªa marcharse si alguien en el pa¨ªs de mayor¨ªa cat¨®lica probaba la existencia de Dios, o si suficientes mujeres firmaban una petici¨®n en su contra despu¨¦s de que diera un controvertido beso en los labios a una seguidora.
?¡°Se ha dado cuenta de que su luna de miel pol¨ªtica se ha acabado¡±, opina Richard Heydarian, autor de El auge de Duterte. El ex alcalde de Davao ya no cuenta con los desorbitados ¨ªndices de aceptaci¨®n popular del inicio de mandato; han ca¨ªdo a un 65% este verano, el nivel m¨¢s bajo en dos a?os. El declive no ha sido a causa de su cruenta guerra antidrogas, que ha dejado m¨¢s de 7.000 muertos, sino por la d¨¦bil econom¨ªa que lastra al pa¨ªs: la inflaci¨®n alcanz¨® el 6,4% en agosto, la m¨¢s alta en casi una d¨¦cada, y el peso se deval¨²a, dificultando la meta oficial de que Filipinas crezca entre un 7% y un 8% este a?o. El plan de Duterte de revitalizar el pa¨ªs con un ambicioso programa de infraestructuras permanece estancado. Y otros de sus objetivos, como eliminar la corrupci¨®n o controlar el consumo de estupefacientes, est¨¢n tambi¨¦n lejos de cumplirse.
La ansiedad de Duterte ir¨ªa en aumento a medida que se acercan las elecciones legislativas del pr¨®ximo mayo, que servir¨¢n de plebiscito sobre su mandato. Con mayor¨ªa de aliados en el Congreso, el l¨ªder aspira a lograr un influjo similar sobre la c¨¢mara alta, de 24 esca?os. Si no lo logra, su pretendida reforma constitucional y otras medidas estar¨ªan abocadas al fracaso, al requerir del refrendo del Senado.
Consciente de su desgaste, y en medio de los rumores sobre su posible mala salud, el dirigente busca sucesores potenciales en su entorno, incluyendo, y tal vez priorizando, el familiar. Su hija, que ya le acompa?¨® como n¨²mero dos cuando ¨¦ste era el regidor de Davao, es uno de los nombres que suenan con m¨¢s fuerza.
Actual alcaldesa de dicha ciudad de Mindanao, la pol¨ªtica no solo comparte apellido y vocaci¨®n con su padre. Tambi¨¦n su car¨¢cter fuerte e impetuoso. ¡°Ella es la verdadera alfa de la familia. Pod¨¦is contar con ella. Es capaz¡±, enfatiz¨® desde Jordania en septiembre. Por algo la llaman ¡°La P¨²gil¡±: hace siete a?os fue grabada mientras daba un pu?etazo a un polic¨ªa que dirig¨ªa un desahucio en un asentamiento ilegal. Duterte-Carpio tambi¨¦n se ha hecho fuerte en la arena pol¨ªtica. Seg¨²n una encuesta nacional del pasado junio, el 46,2% de los participantes asegur¨® que le dar¨ªa su apoyo como candidata presidencial. Para eventualmente suceder a su padre, la pol¨ªtica podr¨ªa presentarse al Senado, considerado catapulta a la presidencia, o no hacerlo y fortalecer su nuevo partido regional (Hugpong np Pagbabao, HNP) de cara a 2022, ante las fisuras del PDP-Laban paterno.
?¡°Mientras, Duterte deber¨ªa convencer a sus aliados pol¨ªticos de la esfera local y nacional de que la apoyen¡±, observa Julius Trajano, analista pol¨ªtico filipino. Entre esos apoyos destacan los hijos del difunto dictador Ferdinand Marcos (que gobern¨® Filipinas entre 1965 y 1986). Duterte-Carpio, de 40 a?os, se ha acercado especialmente a la influyente hija mayor del ex presidente, Imee Marcos, gobernadora de Ilocos Norte (norte del pa¨ªs). Y Duterte padre ha dado su apoyo al hermano de Imee, Ferdinand Marcos Jr, conocido como Bongbong, quien acus¨® ante el Supremo a la vicepresidenta Robredo de fraude electoral cuando ambos se disputaron el cargo hace dos a?os. Alianzas forjadas por la enemistad de ambas familias contra otra estirpe, la del ex presidente Benigno Aquino, y en el caso de Duterte tambi¨¦n por su objetivo primordial: apartar del poder a Robredo, ante el temor de que la abogada, muy cr¨ªtica con su campa?a antidrogas, le lleve al banquillo por sus desmanes si queda al mando.
Pero hay m¨¢s posibilidades sobre la mesa. Que Duterte, amigo de desdecirse, amenace con retirarse para despistar a quienes le acusan de querer modificar la Constituci¨®n para gobernar m¨¢s all¨¢ de 2022, mientras combate a sus enemigos.
En un reciente mensaje a la naci¨®n, Duterte denunci¨® un complot para derrocarle de sus rivales del proscrito Partido Comunista y los exmilitares del llamado grupo Magdalo, detr¨¢s de intentonas golpistas entre 2003 y 2007. El dirigente la ha tomado en especial contra un cabecilla de Magdalo, el senador Antonio Trillanes ¨Ctambi¨¦n muy cr¨ªtico con su campa?a antidrogas-, acusado de rebeli¨®n despu¨¦s de que Duterte le retirara la amnist¨ªa que le concedi¨® Aquino en 2011 por su participaci¨®n en los levantamientos militares. Se trata del segundo legislador detenido durante su mandato, sum¨¢ndose a la activista de los derechos humanos y senadora Leila de Lima, en prisi¨®n sin juicio desde febrero de 2017 por aceptar supuestamente sobornos de narcotraficantes, cargo que ella niega y considera una fabricaci¨®n para da?arla.
Cansado o no de gobernar, Duterte parece decidido a protegerse mientras lo haga, tejiendo, por un lado, su red de influencias y, por otro, atacando desp¨®ticamente a sus opositores. ¡°Todav¨ªa juega con ventaja. Es posible que acabe la legislatura y siga m¨¢s all¨¢ de 2022¡±, anota Heydarian. Tanto si contin¨²a ¨¦l como si es su hija la que le sucede, hay algo claro: que a¨²n pueden quedar a?os de dutertismo.
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