El padre tenaz que cambi¨® las elecciones en Bosnia
La lucha de Davor Dragicevic por esclarecer la muerte de su hijo se convierte en el mayor movimiento pol¨ªtico desde 2014
Al principio, a Davor Dragicevic simplemente no le cuadraba la versi¨®n oficial. Su hijo David hab¨ªa sido hallado sin vida en la segunda ciudad de Bosnia, Banja Luka, y las autoridades argumentaban que el joven rob¨® una casa borracho y drogado, se cay¨® a un r¨ªo y se ahog¨®. Investig¨® por su cuenta y lleg¨® a la conclusi¨®n de que una persona importante mat¨® a su hijo y todos ¡ªpolic¨ªa, Ministerio del Interior, fiscales¡ª la estaban protegiendo. Comenz¨® una protesta diaria a la que apenas acud¨ªan decenas de personas. Era marzo de 2018.
El viernes pasado, dos d¨ªas antes de las elecciones en Bosnia, Dragicevic logr¨® reunir en la ciudad a 40.000 personas ¡ªseg¨²n los organizadores¡ª al grito de ¡°Pravda za Davida¡± (Justicia para David), con manifestaciones paralelas en Sarajevo y Belgrado. Era la constataci¨®n de que la rabia de un padre dolorido en busca de respuestas se hab¨ªa convertido en el mayor movimiento pol¨ªtico de protesta en Bosnia desde 2014. Sus demandas han transformado los comicios de este domingo al aglutinar en pocos meses el malestar popular ante la impunidad de las ¨¦lites, el clientelismo y la corrupci¨®n. Todos ellos males que los bosnios padecen a diario y que est¨¢n detr¨¢s de la sangr¨ªa migratoria que sufre el pa¨ªs con m¨¢s paro de Europa.
¡°Desde hace siete meses yo soy el polic¨ªa, el juez, el fiscal¡ y el padre. Alguien mat¨® a mi hijo y a¨²n no han reconocido qui¨¦n. No me considero una persona fuerte, ni sin miedo, ni un h¨¦roe. Cualquiera har¨ªa lo mismo en mi situaci¨®n¡±, asegura Davor a este peri¨®dico en la plaza de Banja Luka rebautizada con el nombre de su hijo por medio de unas grandes letras pegadas por activistas.
Davor habla con enfado contenido. De su cuello cuelgan dos im¨¢genes de David, dos cruces ortodoxas y una letra D por la que comienzan ambos nombres: ¡°El Estado asesin¨® a mi hijo y lo oculta. Tiene que salir a la luz la verdad¡±.
Los simpatizantes se saludan con el pu?o en alto, convertido en emblema de un movimiento con 240.000 seguidores en Facebook. A Davor le interrumpen constantemente viandantes para darle la mano y mostrarle su apoyo. Habla frente a una carpa llena de pegatinas con frases como ¡°?Qui¨¦n mat¨® a David?¡± y ¡°Aqu¨ª no nos sentimos seguros¡±, y un cartel con fotos de dirigentes bajo la pregunta: ¡°?Qui¨¦n protege a los asesinos de nuestros hijos?¡±. Una comisi¨®n de investigaci¨®n aprobada por la Asamblea serbobosnia concluy¨® en mayo que el joven hab¨ªa sido asesinado, pero la C¨¢mara rechaz¨® las conclusiones. El caso sigue considerado un accidente. ¡°Hemos pedido justicia. No nos la han dado. Ahora vamos a luchar por ella¡±, advierte.
¡ª?C¨®mo?
¡ªYa lo ver¨¢n
La indignaci¨®n no se detiene en las fronteras de la Rep¨²blica Srpska, sino que ha creado incluso un conato de solidaridad inter¨¦tnica por un caso similar en Sarajevo, el de Dzenan Memic. La Fiscal¨ªa asegura que el joven bosniaco (bosnio musulm¨¢n) muri¨® en 2016 en un accidente de tr¨¢fico, pero la familia no lo cree y lleva desde entonces denunciando las incoherencias de la investigaci¨®n.
As¨ª, Davor Dragicevic, que dej¨® su trabajo en Italia en 1992 para unirse a las tropas serbobosnias, y el padre de Dzenan Memic, Muriz, que combati¨® en el bando opuesto, el Ej¨¦rcito bosnio, han compartido escenario en las protestas, con el brazo de uno en el hombro del otro.
¡°Yo no quer¨ªa que esto se politizase, pero detr¨¢s del asesinato estaba la pol¨ªtica¡±, explica Muriz Memic por tel¨¦fono. ¡°Despu¨¦s de la mayor p¨¦rdida de mi vida, mi cometido principal es demostrar que a mi hijo lo mataron y lo corrupto que es el sistema. Creyeron que tras dos a?os y medio me cansar¨ªa, pero el tiempo me ha dado a¨²n m¨¢s fuerza¡±. La fuerza del movimiento, opina, reside en que mucha gente escucha su relato y piensa: ¡°Podr¨ªa pasarle a mi hijo¡±.
¡°Desde la guerra, lo ¨²nico que une a la gente de Bosnia Herzegovina son las tragedias comunes porque demuestran que hay cosas m¨¢s importantes que las divisiones ¨¦tnicas¡±, como sucedi¨® en las inundaciones de 2014, que causaron da?os equivalentes al 15% del PIB del pa¨ªs, explica Vladimir Susik, jefe de la delegaci¨®n en Rep¨²blica Srpska del ente estatal de radiodifusi¨®n p¨²blica.
Redes clientelares
En un contexto de irregularidades electorales, redes clientelares y sondeos poco fiables, resulta imposible predecir hasta qu¨¦ punto la lucha de estos padres coraje cambiar¨¢ significativamente el voto. Transparencia Internacional se?al¨® el jueves pasado en un informe que esta campa?a ha sido la m¨¢s sucia desde el fin de la guerra en 1995, con partidos de las tres etnias mayoritarias (bosniacos, serbios y croatas) intentando comprar votos a trav¨¦s de amenazas, pagos o ex¨¢menes m¨¦dicos gratuitos. ¡°Cosas que en el pasado hab¨ªan sido en cierto modo sutiles se han vuelto completamente transparentes. Ni siquiera se tratan de ocultar¡±, se?ala su responsable, Ivana Korajlic.
¡°El movimiento que pide investigar qu¨¦ pas¨® con David ha cambiado la opini¨®n p¨²blica y puesto nervioso al poder, pero es dif¨ªcil saber en qu¨¦ se traducir¨¢ en las elecciones. Cada papeleta ser¨¢ importante para neutralizar las amenazas, los manejos y el gran n¨²mero de trabajadores estatales, que son un instrumento seguro de voto¡±, explica la analista pol¨ªtica independiente Tanja Topic.
Los analistas creen posible que el caso de David da?e la candidatura y el partido del m¨¢ximo dirigente serbobosnio. Milorad Dodik, que aspira a uno de los tres asientos de la presidencia rotativa estatal, ha amenazado con ¡°barrer¡± el movimiento de protesta, ha recordado que Dragicevic tiene otros dos hijos y ha cuestionado la educaci¨®n de David. Luego se disculp¨®.
La periodista y acad¨¦mica Nidzara Ahmetasevic, una de las principales activistas de la movilizaci¨®n de hace cuatro a?os contra la par¨¢lisis pol¨ªtica y la crisis econ¨®mica, conf¨ªa en que el nuevo movimiento reavive la confianza en que Bosnia puede tomar otro rumbo. ¡°Las protestas de 2014 fueron casi la ¨²ltima esperanza. La gente se uni¨® y trat¨® de cambiar algo, pero el intento no tuvo mucho ¨¦xito. Muchos se desilusionaron y perdieron la esperanza en que el cambio es posible¡±, apunta por correo electr¨®nico. ¡°Justicia para David¡¯ es muy fuerte y muy pol¨ªtico¡±.
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