El guion de las legislativas de EE UU marca econom¨ªa, el instinto pide inmigraci¨®n
La brecha entre el Partido Republicano y las mujeres se perfila como clave en las elecciones del 6 de noviembre
La omnipresente figura de Donald Trump es el eje de las elecciones legislativas del pr¨®ximo 6 de noviembre, en las que se renueva la C¨¢mara (donde el partido del presidente cuenta con una mayor¨ªa de 241 sobre 435 representantes) y un tercio del Senado (51 de 100 esca?os son republicanos). Pero, adem¨¢s de la posibilidad de alzar o bajar el pulgar sobre el mandatario m¨¢s polarizador, hay otros temas que pesar¨¢n en las urnas. Hasta la fecha, son tres los que han centrado el debate.
El momento de las mujeres
Ir¨®nico: fue precisamente la derrota de la primera mujer candidata a presidenta de EE UU por uno de los dos grandes partidos la que deton¨® una nueva era de compromiso pol¨ªtico de millones de mujeres. El d¨ªa despu¨¦s de la toma de posesi¨®n de Trump, la multitudinaria marcha de las mujeres anunciaba de d¨®nde vendr¨ªa la gran fuerza de resistencia. Y sus casi dos a?os en la Casa Blanca han abierto a¨²n m¨¢s la brecha entre el Partido Republicano y las mujeres, hasta convertirla en uno de los factores definitorios de la pol¨ªtica estadounidense: un 63% (frente a un 33%) de las electoras votar¨ªa a candidatos dem¨®cratas, seg¨²n un reciente sondeo de la CNN, mientras un 50% (frente a un 45%) de los hombres dice que votar¨¢ republicano.
El resultado son unas elecciones legislativas que se conjugan en femenino: candidatas mujeres (las hay m¨¢s que nunca, sobre todo dem¨®cratas), votantes mujeres y asuntos de g¨¦nero. La foto de la doctora Christine Blasey Ford levantando la mano derecha y jurando decir la verdad, antes de relatar ante el Senado el intento de violaci¨®n que dice haber sufrido por parte de Brett Kavanaugh, hoy juez del Supremo, es ya una de las im¨¢genes del momento pol¨ªtico.
El espect¨¢culo del nombramiento del juez en un Senado lleno de hombres dej¨®, al menos, una lectura clara: se crey¨® al hombre. Y esa, desde 2016, es una de las razones por las que las mujeres se est¨¢n movilizando. La gente enfadada vota m¨¢s, y la victoria de Trump en el nombramiento del juez Kavanaugh ha enfadado a muchas mujeres. Pero el escrutinio p¨²blico de la vida privada de un hombre de familia aliment¨® la idea, convenientemente azuzada por los republicanos entre sus bases, de que el movimiento MeToo ha ido demasiado lejos, y eso ha beneficiado a candidatos del partido en algunas batallas clave.
La econom¨ªa era el guion
La econom¨ªa creci¨® un 4,2% en el segundo trimestre del a?o, el mayor crecimiento desde 2014. El desempleo cay¨® al 3,7%, el valor m¨¢s bajo desde 1969. Aunque los expertos coinciden en que no se puede atribuir el buen momento econ¨®mico a las pol¨ªticas de Trump, el cuadro es positivo para el partido en el poder. Por eso, el guion de los estrategas republicanos recomendaba a Trump centrarse en la econom¨ªa. Y eso hizo al principio. Pero pocas cosas gustan m¨¢s al presidente que saltarse un guion, sobre todo si no lo ha escrito ¨¦l mismo. De modo que el caballo ganador de la econom¨ªa tiene un obst¨¢culo en la pista: el propio Trump.
Los primeros d¨ªas su cuenta de Twitter se llen¨® de superlativos econ¨®micos pero, incapaz de ce?irse a un mensaje, pronto abraz¨® diferentes controversias que alejaron sus titulares de lo econ¨®mico. El instinto de Trump suele ser su mejor consejero, y esta vez parece indicarle que las posiciones duras en temas como la inmigraci¨®n movilizar¨¢n m¨¢s a su electorado en estos comicios en que su nombre no figura en la papeleta. Y puede que tenga raz¨®n. Al menos desde la Segunda Guerra Mundial, seg¨²n un estudio reciente, los datos econ¨®micos no son un buen predictor de los resultados de las elecciones legislativas. Pero tampoco conviene subestimar el gran peso que tiene sobre los votantes el hecho de tener unos d¨®lares m¨¢s en el bolsillo de camino a las urnas.
Inmigraci¨®n de doble filo
En los ¨²ltimos d¨ªas, Trump ha elevado el tema de la inmigraci¨®n, fundamental en las presidenciales de 2016, a lo m¨¢s alto de la campa?a de las legislativas. La idea es movilizar a los votantes republicanos con el mensaje de que una mayor¨ªa dem¨®crata en el Congreso le impedir¨ªa endurecer la legislaci¨®n sobre inmigraci¨®n. El presidente ha llegado a acusar a los dem¨®cratas, que "quieren fronteras abiertas y las actuales leyes blandas", de ser los culpables de la caravana de buscadores de asilo que se dirige estos d¨ªas desde Centroam¨¦rica a Estados Unidos.
Esta semana, en un mitin en Montana, Trump se refiri¨® a las legislativas como "las elecciones de la caravana". La inmigraci¨®n sigue ocupando el primer lugar entre las preocupaciones de los votantes en numerosos sondeos, por delante de la econom¨ªa. Pero ser¨ªa err¨®neo pensar que el asunto beneficia solo al partido de Trump: primero, porque algunas de sus medidas m¨¢s dr¨¢sticas, como la de levantar un muro en la frontera o la de separar a los sin papeles de sus hijos, son impopulares entre la mayor¨ªa de los votantes; segundo, porque, al contrario que en otras ¨¢reas como la econom¨ªa, el presidente no tiene mucho de qu¨¦ presumir: la inmigraci¨®n irregular se ha disparado en los ¨²ltimos meses.
Basta acudir a un mitin de Trump para comprobar c¨®mo la mano dura contra la inmigraci¨®n sigue siendo un potente agitador de sus bases, pero su dureza tambi¨¦n moviliza a los votantes progresistas o independientes en sentido contrario: seg¨²n un sondeo de septiembre de The Wall Street Journal y la NBC, el 61% de los votantes cree que la inmigraci¨®n beneficia a Estados Unidos. Con una figura tan polarizadora como Trump, y habida cuenta de que la participaci¨®n en las legislativas suele ser mucho menor que en las presidenciales, ciertos estrategas republicanos consideran que la prioridad no es seducir a los indecisos, sino movilizar a las bases, convirtiendo estas elecciones legislativas en poco menos que una cuesti¨®n de vida o muerte.
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