Haddad recorta distancias con Bolsonaro a tres d¨ªas de la segunda vuelta

Los movimientos son demasiado t¨ªmidos como para hablar de cambios en el resultado que arrojen las urnas este domingo, pero s¨ª pueden tener un profundo impacto en el futuro cercano de la primera potencia latinoamericana. Todos los sondeos siguen dando pr¨¢cticamente por sentado que Bolsonaro saldr¨¢ de las elecciones del domingo como presidente, pero no es lo mismo que lo haga con un 50% de los votos que con un 60%. Lo mismo ocurre con Haddad: si de verdad est¨¢ condenado a liderar el banquillo de la oposici¨®n, su margen de maniobra para plantar cara a un presidente violentamente antidemocr¨¢tico como Bolsonaro no ser¨¢ el mismo con un 30% de apoyo que con un 40%.

Esa ha sido la pugna en los ¨²ltimos d¨ªas de esta larga y tensa campa?a. Haddad se ha centrado en mantener a la izquierda unida en S?o Paulo y en R¨ªo de Janeiro, las dos mayores ciudades del gigante sudamericano y que acogen a grandes nombres del PT y sus aliados. A estas alturas, su objetivo es reba?ar todos los votos nulos que pueda, los de esa multitud de personas que todav¨ªa se niega a votar a su partido tras su debacle en los ¨²ltimos a?os. Es la ¨²nica fuente de votos que le permitir¨ªa crecer. Y la estrategia es no hacer campa?a solo por el PT, sino directamente por la democracia brasile?a: que el mayor n¨²mero posible de pesos pesados de la izquierda y la intelectualidad internacional recuerden que, vista la amenaza autoritaria de Bolsonaro, cualquier voto que no sea para Haddad solo servir¨¢ para empeorar el desastre que se avecina el domingo.

Por su parte, Bolsonaro se ha mantenido fiel a su estrategia de exponerse lo menos posible y de hacerlo solo en contextos extremadamente controlados:?ha seguido apareciendo en las retransmisiones diarias de su p¨¢gina de Facebook y concedi¨®, este jueves, una rueda prensa, para matizar su reciente anuncio de que retirar¨¢ a Brasil del Acuerdo de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico. Pero cualquier comentario mal medido puede ahuyentar a los pocos indecisos que quedan (un 6% seg¨²n Datafolha) o a aquellos que declaran que votar¨¢n nulo (8%). Y lo que es peor para sus intereses: empujarlos a votar a Haddad. Eso s¨ª comprometer¨ªa lo que augur¨® la primera vuelta: un inmenso poder sobre Brasil.