May ultima un plan para salvar su Brexit y frenar a los euroesc¨¦pticos
Reino Unido permanecer¨¢ en el territorio aduanero com¨²n europeo hasta cerrar un nuevo acuerdo de relaci¨®n econ¨®mica con la UE, seg¨²n 'The Sunday Times'
Paso a paso, ajena a las voces que daban su carrera por amortizada, Theresa May ha construido respuestas para cada obst¨¢culo. En primer lugar, el desaf¨ªo legal. El problema de Irlanda del Norte se hab¨ªa convertido en el principal escollo. ?C¨®mo evitar que se volviera a poner en pie una frontera entre las dos Irlandas que diera al traste con los a?os de paz y buena relaci¨®n conseguidos tras los Acuerdos del Viernes Santo? La "salvaguarda irlandesa", el llamado backstop impuesto por Bruselas, no aguantaba. Aislar al Ulster del resto de Reino Unido y mantener esta provincia dentro del Mercado Interior y la Uni¨®n Aduanera hubiera causado una crisis constitucional y pol¨ªtica insalvable. La soluci¨®n del Gobierno brit¨¢nico ha sido mantener a todo el pa¨ªs dentro del territorio aduanero com¨²n europeo durante el periodo de transici¨®n, hasta el 31 de diciembre de 2020, y durante unos meses m¨¢s de extensi¨®n de ese periodo, hasta cerrar un nuevo acuerdo de relaci¨®n econ¨®mica.
La complicidad de Bruselas, seg¨²n The Sunday Times, ha sido fundamental. Las autoridades comunitarias habr¨ªan mostrado su disposici¨®n a acompa?ar el acuerdo de retirada de la UE de una amplia declaraci¨®n pol¨ªtica, de hasta 50 p¨¢ginas, que dibuje con claridad hacia donde se encaminar¨ªa la futura relaci¨®n comercial, con una estructura muy similar a la del actual acuerdo de la UE con Canad¨¢. Junto a eso, se admitir¨ªa una "cl¨¢usula de salida" que dejara claro que la extensi¨®n del periodo de transici¨®n no ser¨ªa por tiempo indefinido y que Reino Unido tendr¨ªa en su mano la llave para concluirlo. Finalmente, los controles aduaneros se realizar¨ªan "en el mercado", es decir, en las mismas f¨¢bricas y comercios, y por funcionarios brit¨¢nicos, para evitar la m¨ªnima apariencia de nuevas barreras.
A la complicada negociaci¨®n se ha sumado una estrategia pol¨ªtica artera. May, seg¨²n The Times, ha permitido que parte de los nuevos t¨¦rminos del acuerdo sean redactados por Jacob Rees-Mogg, el l¨ªder del Grupo de Investigaciones Europeas que ha capitaneado la revuelta euroesc¨¦ptica. La primera ministra esgrimir¨¢ una doble amenaza. Al ala dura de su partido le amenazar¨¢ con hacerla responsable de los catastr¨®ficos efectos econ¨®micos de un Brexit no negociado si no respaldan el acuerdo. A los laboristas les recordar¨¢ que, bajo los nuevos t¨¦rminos, Reino Unido se mantendr¨¢ durante un largo tiempo en la Uni¨®n Aduanera, como exig¨ªa este partido. Pretende as¨ª asegurarse el necesario apoyo de un pu?ado de diputados de la oposici¨®n.
Los euroesc¨¦pticos comienzan a mostrar una rabia exagerada ante las maniobras envolventes de May. David Davis, el que fuera su ministro para el Brexit durante la primera fase de las negociaciones con Bruselas y que es hoy uno de los cr¨ªticos m¨¢s duros con la primera ministra y voluntarioso candidato a sucederla al frente del Partido Conservador, ha publicado una carta, tambi¨¦n en The Sunday Times, en la que exige al Gobierno que haga p¨²blicos los documentos legales que sostienen su hipot¨¦tico acuerdo con Bruselas. Davis llega a comparar la situaci¨®n de May con la de Tony Blair, cuando se neg¨® a mostrar los informes jur¨ªdicos internos previos a la intervenci¨®n de Reino Unido en la guerra de Irak. "Ha llegado el momento de que el Gobierno haga p¨²blicos los informes legales que ha recibido. No hay pero que valga. Blair acab¨® sufriendo porque serpente¨® y prevaric¨®. No hay m¨¢s que ver c¨®mo le contempla hoy la Historia. Exijo a la primera ministra que haga lo correcto y publique los informes. Si no lo hace, los ministros deber¨¢n ejercer su autoridad y obligarla a hacerlo", ha escrito Davis, quien en un nuevo ejercicio de deslealtad, o de disimulada impaciencia, ha vuelto a llamar a la rebeli¨®n a los miembros del Gobierno.
El resultado final de este largo camino, si culmina con ¨¦xito, ser¨¢ muy distinto del so?ado por May al principio de su mandato e incluso al que dise?¨® el pasado verano con su llamado plan Chequers, que Bruselas rechaz¨® desde el inicio. Pero la primera ministra ha sabido presentar como victorias de la l¨®gica negociadora todas las renuncias que se ha visto obligada a aceptar.
La advertencia de los empresarios
No pasa un solo d¨ªa sin que el Gobierno de Reino Unido reciba nuevas presiones de la comunidad empresarial y este fin de semana no ha sido una excepci¨®n. En una carta abierta firmada por 70 altos directivos de las principales compa?¨ªas del pa¨ªs, se ha anunciado el lanzamiento de una nueva campa?a para exigir que haya un segundo refer¨¦ndum.
"Se prometi¨® a la comunidad empresarial que si el pa¨ªs votaba por el Brexit seguir¨ªamos disfrutando de un comercio libre de fricciones con la UE, y que dispondr¨ªamos de la certeza necesaria sobre nuestra relaci¨®n futura para poder realizar inversiones a largo plazo.
A pesar de los esfuerzos de la primera ministra, todas las propuestas intercambiadas entre el Gobierno y la Comisi¨®n Europea se han quedado cortas y no se acercan en absoluto al acuerdo del que hoy disfrutamos con la UE", dice el texto, que acaba pidiendo un nuevo refer¨¦ndum para que los ciudadanos tengan la ¨²ltima palabra.
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