Alexa: ?Qui¨¦n mat¨® a Christine y Jenna?
La clave para resolver un doble homicidio en el Estado de New Hampshire (EE UU) puede estar en el altavoz del asistente inteligente de la empresa Amazon
Sin frivolizar, la respuesta a un doble asesinato cometido en enero de 2017 en New Hampshire (1,3 millones de habitantes, noreste de EE UU) podr¨ªa encontrarse en el altavoz Echo del asistente inteligente de Amazon, m¨¢s conocido como Alexa.
Christine Sullivan, de 48 a?os, y Jenna Pellegrini, de 32, fueron apu?aladas hasta la muerte en una casa del peque?o pueblo de Farmington, donde la primera de ellas viv¨ªa con su novio, que en aquella fecha se encontraba en Florida de viaje.
Sullivan recibi¨® 43 cuchilladas, supuestamente sobre el colch¨®n de una cama del piso superior de la casa. Las paredes de la cocina y la nevera estaban salpicadas de sangre, donde Pellegrini pudo haber encontrado la muerte. Mientras el espeluznante crimen se comet¨ªa, Alexa reposaba en silencio sobre la encimera de la cocina. Pero puede que una de las denominadas palabras clave despertara al altavoz y grabase todo lo sucedido.
Alexa es un testigo clave para resolver el doble homicidio. Pero eso solo suceder¨¢ si Amazon entrega los datos que haya grabado Alexa, algo que no se presupone f¨¢cil, ya que la empresa ¡°prioriza la privacidad del consumidor¡±, como ya ha hecho en el pasado. ¡°Amazon no divulgar¨¢ la informaci¨®n del cliente sin una demanda legal v¨¢lida y vinculante que se nos haya entregado correctamente¡±, asegura un portavoz de Amazon al diario The Washington Post.
Sentado en el banquillo de los acusados est¨¢ Timothy Verrill, quien durante un tiempo vivi¨® en aquella casa ¡ªhoy clasificada como escena de un crimen y propiedad del novio de Sullivan, Dean Smoronk¡ª. La fiscal¨ªa sostiene que Verrill, relacionado con el tr¨¢fico de drogas, sospech¨® que Jenna Pellegrini era una informante de la polic¨ªa, algo que hizo saber a su amigo Smoronk cuando le llam¨® a primera hora de la ma?ana del 27 de enero de 2017 para cont¨¢rselo.
A partir de ese momento, todo es fren¨¦tico. Distintas c¨¢maras de seguridad ¡ªla casa estaba siendo vigilada como posible n¨²cleo de una operaci¨®n de tr¨¢fico de drogas¡ª recogen la llegada al edificio de Verrill, vistiendo una camisa de franela y una gorra de b¨¦isbol. Veinte minutos despu¨¦s, Verrill tapa tres de las c¨¢maras de seguridad para finalmente apagar el sistema de vigilancia por completo.
Ya solo queda Alexa de testigo.
El acusado ser¨¢ finalmente detenido. Pero antes de caer en manos de las fuerzas de seguridad compr¨® productos de limpieza cuyo uso deb¨ªa ser la eliminaci¨®n de cualquier rastro de sangre. Busc¨® refugio en Dios y acudi¨® a un cura. En dos ocasiones acab¨® en el hospital por sendos ataques de nervios. Y tras acabar un tratamiento de desintoxicaci¨®n de drogas el 6 de febrero, la polic¨ªa le pon¨ªa las esposas.
Los cad¨¢veres de las dos mujeres fueron encontrados bajo una lona, y la polic¨ªa hall¨® unos cuchillos enterrados en el jard¨ªn envueltos en la camisa de franela. Una pala en el porche ten¨ªa restos de sangre. Alexa segu¨ªa reposando silenciosa en la cocina. Fue introducida en una bolsa de pl¨¢stico y clasificada como prueba de m¨¢xima relevancia.
El juez que lleva el caso ¡ªel juicio comenzar¨¢ en mayo del a?o que viene¡ª afirm¨® a The Washington Post que ¡°el tribunal considera que existe una causa probable para creer que los servidores o registros mantenidos por Amazon.com contienen grabaciones hechas por el altavoz inteligente de Echo desde el 27 de enero hasta el 29 de enero de 2017, y que dicha informaci¨®n contiene evidencia de delitos cometidos, incluido el ataque y la posible retirada de los cuerpos de la cocina¡±.
¡°Amazon no busca obstruir ninguna investigaci¨®n legal, sino que busca proteger los derechos de privacidad de sus clientes cuando el Gobierno est¨¢ buscando sus datos, especialmente cuando esos datos pueden incluir contenido protegido por la Primera Enmienda¡±, publica el Post.
En este sentido, el caso recuerda al sucedido tras la matanza de San Bernardino cuando el Gobierno federal solicit¨® a Apple en 2015 que desbloquearan por motivos de seguridad el Iphone del terrorista. Apple rechaz¨® la petici¨®n alegando el derecho a la privacidad de su cliente.
Puede que Alexa tenga la clave del crimen de New Hampshire. Y puede que la verdad duerma en el dispositivo para siempre.
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