Ni enemigo, ni concepto
Iv¨¢n Duque ha utilizado varias estrategias de 'marketing' para posicionar su imagen, pero la cr¨ªtica ha sido implacable
Se cumplen 100 d¨ªas del gobierno de Iv¨¢n Duque en Colombia: el balance, al menos a primera vista, es m¨¢s negativo que positivo. Tres datos son claves. El primero, es que seg¨²n la encuesta m¨¢s reciente de Inv¨¢mer la desaprobaci¨®n del presidente pas¨® de 32,5% a 64,8% y su imagen favorable se sit¨²a en 27%, un desplome incre¨ªble. El segundo dato, es que el pa¨ªs se volc¨® a las calles. El movimiento estudiantil ha tenido un despertar y hoy es un actor pol¨ªtico relevante. Tambi¨¦n los sindicatos, aunque muy debilitados, luego de a?os y a?os de reformas laborales, han salido a protestar, principalmente el sindicato de maestros, el m¨¢s poderoso de Colombia. Pero sobre todo, una ciudadan¨ªa joven, cr¨ªtica, eso que llaman nuevas ciudadan¨ªas, ha salido a protestar. Se espera que para el pr¨®ximo a?o se unan los campesinos cocaleros, el poderoso movimiento ind¨ªgena que tambi¨¦n por a?os estuvo dormido y algunos movimientos campesinos. En tercer lugar, el gobierno ha quedado atrapado en medio de dos grandes esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, que son algo as¨ª como herencias de hace varios a?os, pero que le explotaron en las manos. El caso del ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla con sus ¡°bonos de Agua¡± y el reciente caso del fiscal general con el caso Odebrecht, esc¨¢ndalo que deja dos muertos en una semana.
El presidente electo Iv¨¢n Duque ha utilizado varias estrategias de marketing para posicionar su imagen. Lo primero que hizo fue dejar el Congreso de lado y acudir a lo que se ha denominado el populismo comunitario. Ha creado la metodolog¨ªa de los Talleres Construyendo Pa¨ªs, en el cual todos los s¨¢bados, durante horas, habla, con algunos momentos de pausa donde algunos ciudadanos intervienen. Generalmente son transmitidos por el canal institucional. Es una imitaci¨®n de los Consejos Comunitarios de su mentor, el expresidente ?lvaro Uribe. De hecho, el s¨¢bado pasado, en un marat¨®nico y largo show televisivo en el que defendi¨® sus 100 d¨ªas de gobierno, hizo recordar las mejores ¨¦pocas de ?lvaro Uribe y del Al¨® Presidente de Hugo Ch¨¢vez. La segunda estrategia ha sido mostrar una imagen juvenil, cercana a la comunidad, informal y relajada. Esto le ha permitido tener una imagen atractiva para algunos sectores sociales, pero la oposici¨®n ha tomado muchas de sus im¨¢genes tocando guitarras o jugando con un bal¨®n de futbol para demolerlo. La cr¨ªtica ha sido implacable.
La tercera estrategia ha sido centrarse en el tema de seguridad, intentando imitar al expresidente Uribe, su discurso central ha sido la lucha contra el crimen. Ha emitido un decreto que pr¨¢cticamente penaliza el porte de droga. Cre¨® un plan militar denominado ¡°Plan Diamante¡± y uno policial denominado ¡°El que la hace la paga¡±. El gran problema es que no hay un enemigo com¨²n. Por ¨²ltimo, intent¨® montarse como el l¨ªder de la lucha contra la corrupci¨®n, lo cual inicialmente le dio buenos r¨¦ditos, pero gran parte de las reformas propuestas se hundieron en el Congreso y por culpa de su propio partido. Al final un sector de la sociedad ya no le cree.
El desplome en las encuestas se deriva de que el actual gobierno no ha logrado encontrar su rumbo, su horizonte, no tiene un concepto claro. El de seguridad es importante pero las cosas est¨¢n mejor que hace una d¨¦cada, el tema de la lucha contra la corrupci¨®n le dur¨® un par de semanas. El concepto de equidad, que adem¨¢s as¨ª se llama su Plan de Desarrollo, nadie se lo cree luego del anuncio de una reforma tributaria que golpear¨¢ a la clase media y a los pobres. La agenda legislativa est¨¢ totalmente desordenada, no hay prioridades claras en el ejecutivo y las figuras principales del gobierno est¨¢n desaparecidas. Hoy por hoy no se ve a la vicepresidenta colombiana.
Pero adem¨¢s de que no hay concepto, se debe decir que los gobiernos de corte neopopulistas necesitan siempre un enemigo, alguien a quien descargarle todas las culpas y necesidades de la sociedad. Pero ese enemigo no est¨¢. Las FARC no est¨¢n, quienes durante los ocho a?os de gobierno Uribe fueron el mejor sparring. Si bien algunos sectores de su gobierno intentan revivir esta guerrilla, lo cierto es que Duque ha tomado la decisi¨®n de administrar la paz. En el gobierno se escuchan voces de que necesitan una guerra, un enemigo, y hay dos opciones: o la guerrilla del ELN o Venezuela, pero cualquiera de las dos es jugar con candela y puede salir quemado.
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